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La honradez y la honestidad de los presidentes

Pepe Fdez
Pepe Fernández*

Para empezar, una anécdota extraída de la reciente micro historia política de Andalucía.

En aquellos años, mediado de los ochenta, la multinacional Disney estaba buscando localización en Europa para ubicar lo que, pasados los años, se llamaría EuroDisney construyéndose cerca de París en Francia.

Andalucía estaba gobernada por el socialista José Rodríguez de la Borbolla y Camoyán, especialmente sensible entonces ante la necesidad urgente de crear nuevas industrias para una región todavía en blanco y negro desde el punto de vista económico. Con un empresariado cutre, de tercera regional, ideologizados por las manzanas y gusanos que José María Cuevas  le enviaba a la CEA a Santiago Herrero, todo ello con escaso empuje a la hora de modernizar el tejido empresarial andaluz.

Fue cuando Borbolla empezó a hablar de la “California de Europa”, visitando la fabrica de Apple  casi recién salidos del garaje de Jobs, e intentando potenciar la bahía de Algeciras, llegando incluso en aquel viaje a San Francisco  a mantener contactos con la multinacional Bechtel para que estudiasen el Puerto de Algeciras y su potenciación en el Mediterráneo frente a los de Barcelona y Valencia.

Ya por aquel entonces la comunicación ferroviaria con el Campo de Gibraltar era el principal problema para vaciar las mercancías que llegasen a puerto. Prácticamente lo mismo que sucede a día de hoy. Hay cosas que no han cambiado en la Andalucía imparable.

Horas después el empleado de una empresa de transportes volvía al domicilio de la familia Borbolla y se llevaba tan valioso regalo a Marbella, junto a una nota de agradecimiento y una educada pero firme justificación del rechazo.

La ubicación geográfica, las horas de sol que disfruta nuestra región y el apoyo incondicional de la entonces joven administración autonómica fueron las armas principales a utilizar en la lucha  contra París e incluso contra Barcelona donde el clan Pujol también se llegó a movilizar en EEUU para la causa de un pato Donald con barretina y  el 3%  bajo el ala, oiga.

Se pensó en la Costa del Sol, concretamente en una extensa finca que había sido propiedad de la Resinera y que había adquirido un potentado libio llamado Reda Alaywan quien, a través del ex vicepresidente de la Junta dedicado ya a sus actividades privadas como asesor, José Miguel Salinas, había entrado en contacto con la presidencia del gobierno andaluz.

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En aquel contexto de contactos internacionales, aquellas navidades de mediados de los ochenta, en el domicilio particular del presidente de la Junta, se recibió un enorme paquete en forma de cilindro alargado. Gracia Sánchez Caballos,  su esposa, abrió el misterioso paquete que no esperaba y encontró una colección de alfombras persas, auténticas, artesanas, decoradas incluso con sangre de cochinilla, que debían costar un ojo de la cara, según pensó el matrimonio agasajado. Se lo enviaba como presente navideño el rico empresario libio que vivía en Marbella, el dueño de aquella finca enorme de Benahavis, finalmente descartada para vivienda de Mickey Mouse. Hasta en Almería sonaron voces de apoyo, intentando sensibilizar a los americanos con la leyenda (falsa) de que Walt Disney habría nacido en un pueblo almeriense, vamos,  a tiro de piedra de donde se les proponía el parque en Málaga, frente al mar.

Pero volvamos al paquete navideño recibido en el domicilio particular del presidente de la Junta. Horas después el empleado de una empresa de transportes volvía al domicilio de la familia Borbolla y se llevaba tan valioso regalo a Marbella, junto a una nota de agradecimiento y una educada pero firme justificación del rechazo.

Cuando los periodistas conocimos aquella anécdota la figura del segundo presidente autonómico se elevó como la de un hombre al que jamás le pedirían las facturas de su chalé, algo que sí tuvo que hacer su predecesor Escuredo ante los periodistas de El País pocos meses antes. (Fue una operación de acoso y derribo diseñada y tutelada por Alfonso Guerra y Felipe Gonzalez desde Moncloa y ejecutada por Juan Luis Cebrián desde El País). Pasaron los años y siguieron pasando presidentes por la Junta de Andalucía.

Ninguno sale en un paraíso fiscal

Objetivamente a ninguno de ellos nunca nadie ha podido  acusarles de haberse enriquecido personalmente con el cargo. A ninguno se le ha descubierto cuenta en paraíso fiscal, tampoco se conocen grandes propiedades o lujosas mansiones difícilmente justificables con los emolumentos percibidos y tampoco protagonizan a la luz del día un tren de vida fuera de las posibilidades económicas que se puedan permitir. Pepe Griñán, sin ir más lejos,  solo está cobrado unos dos mil euros de pensión, según me confesó él mismo.

No se falta a la verdad, por tanto, si se afirma que los políticos que han estado al frente de la Junta de Andalucía han sido personas honradas, que no se han lucrado personalmente a raíz de las múltiples tropelías descubiertas por la Justicia en el caso EREs y otros en la administración autonómica. Tampoco en los segundos niveles del consejo de gobierno, siendo la excepción que confirma la regla Angel Ojeda Avilés, investigado en los sumarios de los cursos de Formación.

No solo no han sido honestos en el desempeño de sus altas responsabilidades políticas, sino que han sido cómplices muchas veces de lo sucedido al mirar para otro lado y dejar hacer.

Ahora bien, ¿han sido personas políticamente honestas?. En este caso la respuesta en términos políticos es que no solo no han sido honestos en el desempeño de sus altas responsabilidades políticas, sino que han sido cómplices muchas veces de lo sucedido al mirar para otro lado y dejar hacer, eso suponiendo que no existió autoría intelectual del diabólico sistema. Y no hablamos ya de los procedimientos administrativos, que también,  sino del objeto final de esa política clientelar: mantener el control político del gobierno de Andalucía.

Que exista constancia, solo el presidente Griñán, tras acceder al cargo de presidente, intentó desplegar cierta limpieza interna con escaso éxito, algo que no quiso o no pudo hacer en sus responsabilidades anteriores como consejero. Solo le dio tiempo tumbar en Almería a Martín Soler aunque, como se ha comprobado, saliendo de Guatemala para meter al partido y la Junta periférica en “guatepeor”.

Las peticiones de la Fiscalia Anticorrupción, penas de muchos años de cárcel, amén de multas millonarias imposibles contra Griñán, Chaves y varios ex consejeros, son exactamente eso: peticiones de la Fiscalía. Forman parte de la liturgia del proceso penal, luego los jueces dirán la última palabra.  Pero ojo al fondo de lo que se discute, nada más y nada menos que la responsabilidad penal de un alto cargo de cuanto sucede en distintos niveles de la administración que dirige. Por esta misma regla de tres, parece claro que faltarán jugados y plazas en las cárceles de este país.

En las cabezas de Chaves y Griñán el Sistema está descargando, de momento, una sentencia política en toda regla, con todos sus avíos.

 

Pero tras el informe del Fiscal Anticorrupción en el caso EREs, amén de exponer lo que considera una de las partes del procedimiento sobre aspectos penales concretos, velando por la legalidad, subyace algo más tremendo y de calado. En las cabezas de Chaves y Griñán el Sistema está descargando, de momento, una sentencia política en toda regla, con todos sus avíos. Todo esto sucede porque alguien, hace años, cuando arrancó el Caso Eres y empezaron a hablar de cuatro golfos, no tuvo la honestidad política, consigo mismo, con su partido y con los andaluces, de dar un paso atrás y asumir responsabilidades políticas dimitiendo y jubilándose, en un escándalo, cierto, en el que ninguno de los altos cargos encausados se han llevado un solo euro.

Las penas que solicita el Ministerio Público son altas y duras, luego ya se verá en que queda todo. De momento es una especie de sentencia contra una forma de hacer política por parte del PSOE en Andalucía durante décadas. Esta “sentencia popular” dictada por el Ministerio Público castiga un modus operandi político – en plan Curro Jiménez, repartir a los pobres – que le ha permitido al PSOE mantener una extensa red electoral fiel durante décadas reportándole reiteradas mayorías.

¿Que donde está el dinero? Me alegra esa pregunta. Pues parece que la mayor parte de los millones mal gestionados desde la Junta están en manos de miles de trabajadores y trabajadoras que tenían perfecto derecho a las pensiones recibidas. Entonces, ¿por qué el fiscal pide tantos millones a los encausados? Aquí sigue habiendo cosas que no cuadran.

 

*Pepe Fernández es Periodista. Editor y Director de Confidencial Andaluz