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La ‘Listeria monocytogenes’ contra el Gobierno Bonilla

Todos los indicios siguen señalando la sede de la empresa como la zona cero de la alerta, ha asegurado la ministra de Salud.

 

De los más de 160 casos detectados en toda España tras el brote de listeriosis en Sevilla, 132 están localizados en Andalucía. Oficialmente, según la Junta, podría haber unas 530 personas más bajo sospecha cuyas analíticas están en marcha. Si esta no es una de las mayores crisis sanitarias padecidas en Andalucía en décadas, que venga Dios y lo vea. Miedo da conectar un telediario en estos días.

 

Crisis sanitaria y política donde de momento no ha aparecido ningún político responsable, a pesar de la tormenta de verano desatada entre la clase dirigente por echar las culpas de lo que sea al adversario. El gobierno, como ya escribí aquí el otro día, ha optado por un perfil bajo en materia de comunicación con motivo de esta preocupante alerta sanitaria, con más de una veintena de mujeres embarazadas en observación clínica, partos de camino y también varios niños en observación. Una mujer de 90 años, afectada y perteneciente a grupo de riesgo, falleció en Sevilla. (Otro fallecido de 62 años en Asturias, parece que sin relación directa con el brote de Sevilla).

 

Gabinetes de prensa, imagen, propaganda y… silencios

 

La Administración Bonilla ya no controla la crisis

Mediáticamente hablando, el control de esta grave crisis, ya se le ha escapado al gobierno andaluz de las manos. Ya no controla el discurso informativo porque le es imposible, perdió la iniciativa desde el primer momento, quizás llegó a pensar que esto podría ser algo mas que una salmonelosis en un banquete de bodas de agosto, pero ya no puede cambiar nada, la suerte está echada, salvo liderar con plena transparencia ante la opinión publica ejerciendo sus competencias, la parte que le corresponda en esta crisis que es mucha. Especialmente cuando en las portadas nacionales pueden leerse titulares como este, tras la intervención del ministerio de Salud:

 

“España lanza una alerta internacional por el brote de listeriosis de Sevilla”

 

Se destaca también que la Junta tardó seis días en ordenar la retirada de “todos” los productos comercializados por la empresa Magrudis, dicen que medida lógica de precaución dada la facilidad con la que parece que la bacteria de la ‘Listeria monocytogenes’ puede contagiarse a través de un simple cuchillo o una cortadora de carne. Contaminación cruzada que la Junta desmiente con la boca chica,  pero ordena rastrear. Todos los indicios siguen señalando la sede de la empresa en el Polígono El Pino como la zona cero de la alerta, ha asegurado la ministra de Salud.

La dimensión que día a día va tomando la crisis abriendo todos los telediarios – por cierto, con decente cobertura de Canal Sur TV que se agradece-  y la sicosis social generalizada tras primeros síntomas de fiebre o diarreas, impide localizar en las hemerotecas del pasado casos de estas mismas características, aunque crisis y brotes epidémicos lo hemos tenidos de vez en cuando tan variados como focalizados y controlados. Y siempre, desde la oposición, y pese a todo se lanzaron habitualmente críticas al gobierno socialista que gestionó esas pequeñas o medianas crisis.

 

Llamadas a la calma ante el colapso de Urgencias

Siendo gravísimos en la salud pública los efectos de esta epidemia, intentando incluso alejarse de esos mensajes de voz que por wasap están llegando en estas horas, donde supuestos sanitarios alertan a amigos sobre qué consumir y que no, mientras cuentan cómo se llenan las urgencias con pacientes bajo sospecha que desbordan el SAS. En tanto eso sucede el gobierno se ha visto obligado a hacer un llamamiento a la calma de la población y pedir que no se acuda a urgencias por síntomas poco sólidos. Insisto, siendo grave este estado de inquietud social generalizada que empieza a cundir entre la población, no deben ser considerados menos grave los efectos a medio y largo plazo que puede reportar, a nivel institucional, la bronca política que PP y PSOE han montado a cuenta de la crisis de la listeriosis.

Los del PP han llegado a acusar públicamente a los socialistas de dirigir a “la única administración responsable del brote de listeriosis”. Así, negro sobre blanco y en twitter.

 

PP y PSOE, echándose las instituciones a la cabeza

Dos partidos de gobierno, el PP y el PSOE, poniendo en cuestión las herramientas que tiene esta o aquella administración pública para controlar la seguridad alimentaria, es una de las mayores salidas de pata de banco que hemos escuchado en los últimos tiempos. Al menos planteada inoportunamente. Todo por la eterna y cansina batalla electoral permanente entre PP y PSOE, sin ser capaces de esperar a ver como acaba todo esto donde, por lo que se ha visto y comprobado, no solo nos jugamos unas décimas del PIB andaluz en materia de ingresos turísticos, están en juego las vidas de demasiadas personas que consumieron un producto contaminado llamado  ‘La Mechá’.

El gobierno de Bonilla ha decidido, alarmado por la dimensión nacional e internacional de la crisis, compartir responsabilidades con los socialistas que gobiernan el Ayuntamiento de Sevilla, del que depende el laboratorio municipal, primera estación técnico administrativa para la detección de la bacteria. Cuatro días se perdieron, han dicho desde Salud y el PP, dando a entender en la critica política de fondo más o menos que el socialista Juan Espadas tiene en su despacho una bata blanca (como el médico Monteseirín) con la que echa horas extras como técnico en el laboratorio municipal. En todo caso dedicado a poner palos en las ruedas del gobierno andaluz de derechas. Aten esa mosca por el rabo.

Y claro, la pregunta que muchos se hacen es como un asunto de esta envergadura y gravedad se deja en manos de un solo laboratorio al que, por cierto, como a casi todo lo público parece que no le sobran medios. A estas alturas el PSOE seguramente ya estará buscando cuanto invirtió Juan Ignacio Zoido siendo alcalde del PP y de la mayoría absolutísima para hacer del Laboratorio Municipal un servicio de mayor nivel, capacidad y fiabilidad, esas carencias que ahora tanto critican desde el mismo PP.

 

Una alerta alimentaria no es un juego político 

La clase política que estos días se lanza zascas vía twitter a cuenta de esta polémica, parece que ha olvidado que hay cuestiones que deben ser sacadas de la lucha partidista o sectaria, y una alarma sanitaria alimentaria como esta es una de ellas. Cuestiones de Estado o ‘las cosas de comer’ solemos llamar a aquellos asuntos con los que no se puede jugar alegremente y con una infección masiva de por medio es urgente que nuestra administración explique, con todo lujo de detalles, cuántos, cuándo y cómo han sido los controles sanitarios a los que supuestamente ha estado sometida la fábrica de cárnicas sevillana, creada hace seis años y radicada en el viejo polígono sevillano El Pino. Su administrador único se llama Sandro José Marín Rodriguez. Conocer que falló y que calificaciones penales puedan tener las consecuencias de la crisis desatada, será cuestión que sabremos con el tiempo por vía judicial casi con toda seguridad.

Estamos ante un accidente grave, eso está claro, por eso los ciudadanos quieren saber cómo y por qué ha fallado el Sistema implantado y no precisamente por el bipartito que lleva seis meses; ¿dónde están las debilidades del aparataje del control alimentario en Andalucía? Y si hay fallos, como parece que los ha habido, ya deberían todos los grupos políticos estar poniendo sobre la mesa iniciativas para subsanar legalmente las deficiencias existentes nada más arranque septiembre. Unos agujeros negros que, recuérdese, ponen en peligro vidas humanas.

 

La sociedad civil reacciona

En toda esta polémica es justo y conveniente destacar como la llamada sociedad civil ha decido ser la primera en plantarse en los juzgados y denunciar lo que parece que ha pasado. Hay víctimas, demasiadas, que con toda la lógica del mundo no parecen dispuestas a renunciar a sus derechos como ciudadanos y consumidores.

A nivel de organización de consumidores Facua ha sido, desde el primer momento, la voz más crítica y exigente con la Junta en la crisis de la listeriosis. La potente organización de consumidores radicada en Andalucía siempre ha ido un paso por delante de la información oficial, sus aceradas y continuas críticas han motivado enormes discusiones en las redes sociales.

Por su parte la Asociación de Defensa del Paciente ha anunciado que formalizó en los juzgados de Sevilla una denuncia a la que se podrán incorporar todas las personas afectadas. Como denunciados aparecen la empresa fabricante, la Junta y el Ayuntamiento de Sevilla. En esa misma línea Facua también ha anunciado que interpondrá una querella contra el fabricante al que acusan de cometer un presunto delito contra la salud pública.

En el gobierno, asándose en la parrilla de San Lorenzo se encuentra el Dr. Jesús Aguirre solo, dando la cara como consejero de Salud. Como si el problema no fuese con el resto del gobierno. Aguirre se está quemando en unas hogueras de agosto del 19 que no dejarán buenos recuerdos para el futuro de mucha gente.