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La mochila de ‘El Ángel’

Pérez Royo, el segundo fichaje estrella de Podemos, llegó estrellado y con historia. Su biografía política y sus negocios a la sombra del PSOE supusieron demasiado peso

Equipo de Investigación C.A.- El fichaje de Javier Pérez Royo por Podemos, finalmente frustrado, causó gran sensación en la Andalucía política. Se oyeron desgarros por los rincones de San Vicente y San Telmo, casas muy hospitalarias con él antes de su conato de marcha a territorio comanche con los de Pablo Iglesias. Catedrático (emérito) de Derecho Constitucional en la Universidad de Sevilla; columnista y contertulio habitual en los medios de Prisa (SER, El País) y en Canal Sur, y, además, representante de la Junta en la Fundación Unicaja Bank, –nombrado a dedo por Susana Díaz–, Pérez Royo dio marcha atrás a los pocos días de conocerse la noticia.

Hubiera ido de número 3 en la lista al Congreso por Sevilla (pocas posibilidades de conseguir acta), además de entrar sin primarias ni nada, por la vía más rápida posible, como siempre han hecho los aristócratas (vulgo casta) en la política española.

El impacto en el ámbito político y periodístico de la capital andaluza fue sonoro, pero especialmente en las filas del PSOE-A, partido en el que a Pérez Royo solo le ha faltado llevar el carné en la cartera y pagar su cuota mensual. No había conflicto político y jurídico entre la Junta y el Gobierno de Madrid en el que la opinión del profesor Pérez Royo no se oyera, sentando cátedra, en los medios públicos o alquilados, siempre en línea con las posiciones del socialismo gobernante.

Sensaciones especialmente duras en las filas del PSOE-A, partido en el que a Pérez Royo solo le ha faltado llevar el carné en la cartera y pagar cuota mensualmente.

Especialmente doloroso tuvo que su intento de salto a territorio podemista –uno de los más sonados junto al del Teniente General Julio Rodríguez– para Amparo Rubiales Torrejón, la que fuera presidenta del PSOE-A en la etapa de Pepe Griñán. La Sra. Rubiales, instalada en el poder socialista desde que dejó el PCE y fichada en el 82 por Rafael Escuredo, es desde hace años amiga personal y socia mercantil de Pérez Royo en el conocido Estudio Jurídico Itálica (EJI). Un despacho que, según diversas fuentes consultadas, ha resultado uno de los más prósperos y mejor conectados con el poder en la metrópoli andaluza. Por lo que se ha venido sabiendo en estos años, los servicios del tándem Rubiales/Pérez Royo han sido de los más eficaces y mejor retribuidos por sus completo y satisfactorio resultado para la mayoría de sus clientes.

El propio empresario cordobés Rafael Gómez, Sandokán, confesaba semanas antes de sus líos malayos a un periodista que había contratado por 30.000 euros los servicios del destacado despacho, donde le habían garantizado resolver con la administración de Obras Públicas de la Junta el enquistado conflicto de las naves de Colecor.

Al final, el vendaval de la Operación Malaya, se llevó por delante el castillo de naipes construido en media Andalucía por el simpático cordobés de la melena blanca y, entre otras cosas, parece que dejó en el bufete Itálica una considerable roncha de miles de euros, dada la minuta establecida tiempo atrás de cinco millones de pesetas mensuales.

Entre los empresarios pujantes del final de las vacas gordas, o al menos gran parte de los que intentaban acceder al Olimpo de los mejor colocados ante la Junta, circuló en esa primera época de vida del despacho Itálica la idea de que pasar por los conocimientos jurídicos de Rubiales y Pérez Royo, pagando, claro,  «eran manos de santo» en viejos problemas sin resolver con la administración andaluza. Muy pronto  el profesor se ganó el apodo de El Ángel entre su potencial clientela.

Tanto Pérez Royo, como Amparo Rubiales, han venido compatibilizando su trabajo profesional y empresarial con sus labores como Catedrático en la Universidad de Sevilla, en el caso del primero, y sus tareas en la misma Universidad y en el Consejo de Estado y en la Presidencia del PSOE- Andalucía, entre otras responsabilidades públicas por designación del PSOE, en el de la segunda, que además, a título personal, no ha dejado de trabajar como asesora de diversas empresas, siendo uno de los más significativas Ayesa, del conocido ingeniero sevillano José Luis Manzanares.

Extracto del Registro Mercantil con el reparto accionarial de Estudio Jurídico Itálica (EJI),
un influyente despacho en los aledaños del poder socialista en Andalucía.

Por estas razones y por otras muchas más, conocidas hasta ahora solo en los círculo más restringidos, el sonoro fichaje de Pérez Royo por Podemos, iniciado por Carolina Bescansa y cerrado por Iñigo Errejón, llevándose al hombre que todos creían del PSOE, le colocó en el primer plano de la actualidad y del interés general. Iniciamos esta semana la publicación de una serie de informaciones de nuestro Equipo de Investigación que les acabará demostrando a qué niveles de potencia se ha movido el EJI en lo más alto de la pirámide de la Junta de Andalucía.

Tanto Pérez Royo como Amparo Rubiales han venido compatibilizando su trabajo profesional y empresarial con otras labores. Como catedrático en la Universidad de Sevilla en el caso del primero, mientras que la segunda debe añadir a sus tareas en la misma universidad y en el Consejo de Estado la Presidencia del PSOE-Andalucía entre 2012 y 2013, entre otras responsabilidades públicas por designación del PSOE. Rubiales, además, no ha dejado de trabajar a título personal como asesora de diversas empresas, siendo uno de los más significativas Ayesa, del conocido ingeniero sevillano José Luis Manzanares.

En su momento el nombre de Amparo Rubiales fue vinculado en algunos medios  de comunicación (los de la derecha se cebaron con ella) al grupo empresarial Rumasa de la familia Ruiz Mateos, aunque ella misma manifestó que eso era cosa de su despacho y, en concreto, de uno de sus socios, Tito López de Lemus, por entonces ya fallecido desde 2011.

Estudio Jurídico Itálica, EJI, ha sido la madre de todas las intervenciones de este grupo de profesionales en empresas tales como IMEDES Andalucía, IMEDES Extremadura y Alimentación Siglo XXII, entre otras, en las que Pérez Royo sigue figurando como consejero, tras haber sido consejero delegado en las dos primeras, y seguir siendo administrador único en la última.

El objeto social de EJI SL deja claro a qué se dedicaba desde su creación hasta su extinción diez años después, al acordar los socios su disolución ante el rumbo que tomaba la política en España, y más en concreto en Andalucía. El negocio de los conseguidores estaba llegando a su fin y debían procurar crear un velo con su desaparición, que dificultará el acceso a la información sobre la tarea llevada a cabo durante sus diez años de vida, que les había otorgado pingües ingresos a tres de sus socios. Especialmente, Pérez Royo, Rubiales y Benjamín Muñoz Zamora.

No deja de resultar curioso su incorporación frustrada –a dedo y sin primarias–, a las candidaturas de Podemos, que dice luchar contra este tipo de actuaciones lobísticas totalmente opacas.

Aunque EJI no consta que interviniera directamente en cursos de formación, uno de sus socios, Benjamín Muñoz, está muy relacionado con ellos a través de sendas empresas familiares con su padre y hermanos, y no sería descartable la colaboración del despacho con dichas empresas en sus acercamientos a las administraciones públicas, especialmente de la Junta de Andalucía, para conseguir la adjudicación de cursos. En todo caso, parecería lógico, dadas las excelentes conexiones mantenidas por Rubiales y Pérez Royo con las esferas más destacadas de la Junta, especialmente con Manolo Chaves. Un antiguo socio les ha demandado hace tiempo, aunque parece que no se ha iniciado formalmente ningún proceso judicial contra los mismos.

En 2013 el grupo decide separarse y Muñoz Zamora se une a otro grupo profesional del derecho, abandonando EJI, su área como despacho jurídico y como sociedad mercantil, pasando sus participaciones en otras mercantiles a cada uno de sus miembros. No serīa nada difícil encontrar empresarios en Andalucía, especialmente en Sevilla, Huelva y Cádiz que hayan sido «clientes» de EJI, y no precisamente para un asesoramiento legal, que sería el único nexo de unión profesional entre Pérez Royo, Rubiales y Muñoz Zamora, los tres expertos en derecho, y también el desaparecido López de Lemus.

En su momento el nombre de Amparo Rubiales fue vinculado en algunos medios de la derecha al grupo empresarial de la familia Ruiz Mateos, aunque ella misma manifestó que eso era cosa de su despacho y, en concreto, de uno de sus socios ya fallecido.

La labor de intermediación de EJI, según fuentes que han estado vinculadas al despacho y a los intereses de Pérez Royo y Rubiales, “recibía como contraprestación cantidades de emolumentos que figuraban, en su caso, como tareas de gestión, y no estaban necesariamente condicionadas al buen fin de las mismas. Si por ejemplo un empresario necesitaba una interlocución con un responsable de una administración para tratar algún asunto que interesaba a su negocio, aunque EJI no cumpliera y no lograra ni siquiera una reunión con el interlocutor acordado, EJI no se responsabilizaba y no devolvía al empresario lo que había abonado por ello. Esta escasa «profesionalidad», al final, llevó al despacho a no tener muy buena fama en determinados ambientes empresariales a partir de 2010 y fue causa de discrepancias por parte de algún miembro del propio despacho”. 

Y Bescansa le fichó para Podemos Y Bescansa le fichó para Podemos
“Me lo propusieron y dije que sí. Primero Carolina Bescansa, después Errejón y ayer me llamo Pablo Iglesias para saludarme y darme la bienvenida” así explicaba Javier Pérez Royo en La Cuatro TV su pase al “lado oscuro” de la izquierda, Podemos, el diablo venezolano de González. Confesó que él solo ha tenido un carnet de partido, “el del PCE entre el 77 y 79”, y que nunca estuvo afiliado al PSOE, aunque lo pareciese. Y que nadie nunca en el PSOE le había ofrecido ir en una lista. También explicó que la espoleta final que le había empujado a dar el paso hacia Podemos fue la reacción del Gobierno de Rajoy contra el Teniente General Rodríguez. El mismo catedrático de Constitucional que aplaudió a rabiar la reforma exprés de la Constitución, sostiene ahora que un referéndum es una “salida imprescindible” para lo de Cataluña.

PRÓXIMA SEMANA SEGUNDO CAPÍTULO:

Desvelamos lo que se oculta detrás de una fotografía privada y campera presidida por Manuel Chaves y que nunca ha sido publicada.
Todo apunta a uno de los negocios del tándem Pérez Royo/Rubiales con la Grandeza de España desde el Estudio Itálica.
Esta es la foto, la próxima semana sin manchas negras.

[ot-caption title=»Manuel Chaves tras un almuerzo campero donde se habló de negocios futuros en el sector ganadero.» url=»https://confidencialandaluz.com/wp-content/uploads/2015/11/Chaves-y-camuflados-Perez-royo-rubiales-confidencialandaluz_com.png»]

Equipo de Investigación