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La muerte de Rita y de algo más

silvia_carrion
Silvia de Carrión*

Mira que Rita no era de mi agrado. Se me hacía antipática, fíjate tú sin conocerla, por ese aire de prepotencia y porque me resultaba muy sobrada, fue a raíz de su intervención en las fallas del 2015 cuando al escucharla repetir en su discurso inconexo eso del caloret fallet media piripi y en un seudo valenciano , ya me resultaba más de mi agrado. Perjuicios estúpidos, ya ves tú, una extrema gilipollez. Me caía mal, después bien y ahora como se humano lamento su perdida. Sin conocerla de nada.

Lamento su muerte, como lamento la de un torero en la plaza aun no gustándome los toros. No me gusta la muerte. Me da miedo, como tantas cosas en la vida. Menos me gusta hacer leña del árbol caído. No me gustan los pederastas, ni los violadores, ni los maltratadores de animales. No me gusta la maldad, ni el lado oscuro de la vida
Quienes me conocen lo saben, yo soy así. Para bien y para mal. La vida es la vida y la muerte es la muerte. Y ambas me merecen un respeto supremo.

Yo no sé si era ladrona, choriza, hija de puta, mafiosa, o corrupta. Lo he leído en redes, por lo que visto lo visto, se presupone q es verdad. No lo sé. Solo sé que yo, vivía en un país civilizado llamado España donde la presunción de inocencia como derecho fundamental existía, ese principio jurídico penal que establecía la inocencia de la persona como regla general y que solamente a través de un proceso o juicio en el que se demostraba la culpabilidad de la persona, podría el Estado aplicarle una pena o sanción. Pero eso ya no existe. Ahora todos somos jueces, fiscales abogados y si me apuras hasta procuradores. Nadie tiene derecho a ser tratado en un proceso como si fuese inocente, hasta que una sentencia firme establezca su condena, porque la sociedad ya lo ha condenado. Las redes sociales ya lo han victimizado y ya nadie puede defenderse.

Enhorabuena sociedad, hemos vuelto a la caza de brujas de la Edad Moderna pero ahora on line donde acusamos a una persona , tras perfiles en redes donde todos somos muy valientes y nos creemos inmunes y la condenamos después de someterla a una persecución moral independientemente de la inocencia o culpabilidad real.

 

Nadie tiene derecho a ser tratado en un proceso como si fuese inocente, hasta que una sentencia firme establezca su condena, porque la sociedad ya lo ha condenado. Las redes sociales ya lo han victimizado y ya nadie puede defenderse.

 

No maquillemos la realidad, no nos escondamos detrás de las redes para soltar toda clase de pensamientos y entrar en un continuo linchamiento creyéndonos poseedores de la verdad y creyéndonos superiores al resto en función del número de seguidores que tengamos, porque significa que nos alegramos de la mediocridad de una masa entera que sin argumentos y sin premisas reales atacan al rigor de los valores sociales. Y así no nos queda nada.

Creo que nuestro deber como seres humanos es guiar a las nuevas generaciones a que sean buenas personas dentro del mundo que les tocó, con los nuevos medios de los que disponen se pueden convertir en héroes o en villanos, padecer o disfrutar. Yo prefiero vivir tranquila y morir en paz. Imagino que vosotros también.

Me despido con una frase de James Joyce. “Como no podemos cambiar de país, cambiemos de tema”. DEP Rita y si me apuras, la Democracia.

 

**Silvía de Carrión es Procuradora de los Tribunales y blogger