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La trastienda de ‘Las Uvas’ de 2014 en Canal Sur TV

En la RTVA, tras el fiasco de fin de año por la fallida retransmisión desde Almería, reconocieron públicamente sentirse «consternados»

De los tres trabajadores de Canal Sur TV responsabilizados por la empresa de la ‘crisis de la uvas’, una había denunciado por acoso laboral a su jefe, otra cometió un error que reconoció y el tercero es un incómodo militante y representante sindical.

 

 

Redacción CA.- Nochevieja de 2014. Campanadas fallidas en la televisión pública, miles de andaluces se quedan compuestos y sin uvas. Minutos después del desastre, la dirección del ente autonómico se apresura a ordenar la emisión de un rótulo que reza así: “ Consternados, se ha ordenado la apertura inmediata de una investigación que aclare lo ocurrido. Nuestras más sinceras disculpas”, mensaje lanzado también esa noche a través de las redes sociales. El sorprendente texto fue dictado, en plena celebración del Año Nuevo, por el entonces Director de Antena de Canal Sur, Antonio Ramírez, sobradamente conocido tras la información desvelada por Confidencial Andaluz, el pasado mes de mayo, sobre la vinculación de su restaurante familiar, “Casa Salva”, con el caso Ausbanc y su presidente, Luis Pineda, actualmente en prisión.

 

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Tuit lanzado a la una del día 1 de enero de 2015 por Canal Sur. El autor del texto de la disculpa fue Antonio Ramirez, cesado cuatro meses después a raíz del escándalo Ausbanc.

Secuencia completa de lo sucedido en Canal Sur TV en la Nochevieja de hace dos años.

 

 

A raíz de los datos destapados por Confidencial Andaluz, Antonio Ramírez fue cesado fulminantemente de su cargo por el subdirector general de la RTVA, Joaquín Durán – por cierto, empujado desde las alturas del Gobierno de la Junta-  que negó la mayor poco después en sede parlamentaria, aludiendo a las conclusiones extraídas por una “comisión interna de la RTVA”, encargada de indagar sobre la supuesta publicidad encubierta en las galas de Ausbanc contratadas por Ramírez a la productora de Pineda y la emisión de facturas a nombre de éste desde el restaurante familiar de aquel. Este asunto, denunciado por Facua ante el Consejo Audiovisual de Andalucía, no ha sido respaldado por el CAA, aunque constata «malas prácticas y deficiencias» en la señalización de este tipo de comunicaciones comerciales. Los servicios técnicos del Consejo concluyen que la presencia de la revista de Ausbanc en los programas «no encaja de forma natural en el programa ni está justificada editorialmente, aunque dé nombre a las galas», pero concretan que «no incitan» a su adquisición.

Como informamos en su momento, dicha comisión interna de la RTVA estaba formada únicamente por dos altos ejecutivos del ente, sin conocimientos específicos en la materia a investigar; el director del área jurídica, Carlos Millán y el de RRHH, Sebastian Uribe, a la sazón, instructor, también sin conocimiento específico alguno, de los expedientes abiertos a tres trabajadores por el affaire de las campanadas, anunciados a bombo y platillo en el primer informativo del año 2015.

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Una de las numerosas facturas que emitió para AUSBANC el restaurante ‘Casa Salva‘, de la familia del Director de Antena de Canal Sur TV Antonio Ramírez. Los investigadores judiciales creen que pudo existir corrupción, quedando aún muchas interrogantes por desvelar.

 

La información emitida aquel 1 de enero fué firmada por Emilio Maíllo, redactor de la confianza del director de Antena, y tenía como principal protagonista a Antonio Ramírez y su visión de lo ocurrido. No hubo contraste periodístico alguno, según denunciaron en su momento los trabajadores de los departamentos implicados, a donde el redactor ni se acercó. En la noticia se exculpaba expresamente al equipo de Realización de la fatídica noche en Almería y se apuntaba directamente a los departamentos de Emisiones y Continuidad y a su máximo responsable, José Luis Pereñíguez, un histórico de la casa y de la UGT, que había conseguido hasta entonces eludir la jubilación y cuya cabeza fue ofrecida públicamente para calmar los ánimos de la enfervorecida crítica externa, siempre al acecho. Como en el caso Ausbanc y en su tónica habitual, el desplante y la prepotencia fue la única respuesta del Subdirector General Joaquín Durán a las preguntas de los grupos de la oposición, en comisión parlamentaria, sobre el supuesto premio gordo de muchos ceros con que “convencieron” a Pereñíguez para convertirse en “mártir”.

 

¿Solo tres trabajadores fueron los responsables?

 

Ni uno sólo de los correos electrónicos cruzados por la cúpula de la RTVA en los días siguientes, ni uno de los informes solicitados por el instructor de los expedientes durante los dos primeros meses del año, fueron redactados antes de la emisión de aquella noticia, sin embargo, en ella, ya se juzgaba y condenaba públicamente la actuación de “al menos, tres trabajadores” que, según ha sabido después Confidencial Andaluz, no fueron los únicos que intervinieron en el proceso ni, mucho menos, los responsables principales de lo sucedido.

Pocos días después y como regalo de reyes, ya sin Pereñíguez en su cargo y con los “culpables” elegidos, los dirigentes del ente autonómico decidieron “devolvernos la sonrisa” con dos “carboneros” de clase dirigente y sueldos generosos a los que poco le importaba lo ocurrido y mucho más su ridículo momento de gloria, que tuvo prórroga un año después con las pajaritas rojas y la mayor audiencia de unas campanadas en Canal Sur desde hacía lustros. Parece que no les fue tan mal la metedura de pata. Pero vamos a eso, a la metedura de pata.

 

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Modesto Barragán y Manolo Casal, salvaron la cara al desastre de las uvas en Almería con humor, video muy aplaudido por cierto y que se hizo viral en la red.

¿Qué se cuece en Emisiones y Continuidad?

 

En primer lugar debemos diferenciar entre Emisiones y Continuidad ya que, a pesar de estar bajo una misma dirección, y formar parte ambos del final de la cadena de emisión, se encuentran en dos alas distintas del edificio de San Juan de Aznalfarache, e históricamente han sido mirados de manera muy diferente por el citado Pereñíguez quien, en su carta de despedida, llamaba explícitamente “sus niñas” a las secretarias de emisiones, todas mujeres y, casi todas, pluseadas a dedo por su jefe. Curiosamente una de las dos que no cobraban pluses fue la única expedientada de ese ala del edificio. Esta trabajadora es la misma que, poco tiempo antes, denunció al propio Pereñíguez y a su subalterno por un supuesto caso de acoso laboral. El subalterno, cuyo cargo, inventado y adjudicado a dedo, era Responsable de Continuidad, Ingesta y Control de Calidad, fue apartado a “otras labores” desde comienzos de 2013 tras aquella denuncia y, aunque actualmente se desconocen sus funciones reales, no ha perdido ni un ápice de su antigua remuneración, en parte fuera de convenio, en una partida millonaria que los presupuestos del ente autonómico denominan “otros”.

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Rafael Arispón, Editor de Continuidad de Canal Sur TV, persona clave en el entramado de la emisión de las campanadas de 2014

A éste le sustituyó, a principios de 2013, Rafael Arispón, Editor de Continuidad y enemigo manifiesto de su predecesor. Tiene importantes vínculos con el PSOE de su pueblo, Mairena del Alcor, pertenece a UGT y dirigía hasta hace poco una web en la que ensalzaba la labor socialista en el municipio de los Alcores. Es el actor más importante en los hechos acaecidos aquella nochevieja.

Tras la marcha de Pereñíguez, fue nombrado Director de Emisiones José Antonio del Saz, antiguo responsable de prensa de UGT Andalucía y exconcejal socialista en Castilleja de la Cuesta, donde protagonizó en 2013 un “levantamiento” contra el alcalde y candidato no “susanista” a dirigir el PSOE local del municipio aljarafeño, Manuel Benítez.
En la línea habitual de las huestes susanistas, el nuevo director llegó con palabras bonitas y mucha demagogia a la dirección de Emisiones y Continuidad, pero no pasó de ahí; a día de hoy, según cuentan a  Confidencial Andaluz trabajadores del ente, poco o nada ha cambiado del mal funcionamiento y la falta de protocolo ante emergencias como la de las campanadas. En este punto cabe señalar que, tras los múltiples escritos de denuncia realizados por los Editores de Continuidad antes y después de la Nochevieja en cuestión, referentes a la falta de procedimiento explícito ante situaciones cotidianas de emergencia, la representación de los trabajadores lo puso en conocimiento de la Inspección de Trabajo que, en julio de 2015, obligó a Canal Sur a la elaboración de un protocolo de actuación que hasta entonces nunca había existido y del que, aún hoy, sólo existe un borrador.

 

¿Qué fué lo que ocurrió aquella noche?

 

El procedimiento habitual en Emisiones y Continuidad consiste, básicamente, en que una Secretaria de Emisión elabora una orden con toda la programación del día siguiente, la envía a Continuidad en forma de archivo informático y un Editor de Continuidad carga este archivo en el sistema inmediatamente detrás de la orden del día en curso. Esto sucede cada tarde, todos los días. En la tarde del día 30 de diciembre de 2014, las Secretarias de Emisiones elaboraron la orden de emisión del día posterior y, en este caso, de los siguientes, porque al ser festivos, no trabajarían. Por lo tanto, hicieron la orden de emisión de las dos cadenas para los días 31, 1, 2, 3 y 4, ya que, como el 2 era viernes, el puente sería largo.

Recuerdan algunos trabajadores de la RTVA que los días de fiesta y los fines de semana, en un departamento tan delicado, no hay nadie más que un Editor de Continuidad por canal. Ningún responsable de los que cobran el plus de especial responsabilidad. Tampoco ningún directivo. Sólo dos trabajadores sostienen sobre sus espaldas el último eslabón de la cadena, sobre el alambre y sin red de protección, se quejan.

La orden de emisión es un archivo de una base de datos que contempla, secuencialmente, toda la información de todos y cada uno de los eventos que se emitirán: programas, películas, spots publicitarios, promociones y eventos en directo. Son éstos últimos en los que se produce el error, ya que, las secretarias de emisiones encargadas de la elaboración de las órdenes de ambos canales de la televisión pública andaluza, por cuya responsabilidad cobran un plus, dejan en las manos de una compañera suya, no pluseada, el repaso y envío a Continuidad del archivo, sin observar que los tres últimos eventos, de los seis que conforman las conexiones con Almería para las campanadas de año nuevo, están mal configurados como eventos grabados y no directos, con lo que el software de continuidad que debe interpretar sus órdenes espera que tengan una duración determinada ya conocida.

Es obvio que todo evento en directo debe tener una duración estimada, para cuadrar la programación, pero nunca se sabe con exactitud dicha duración con antelación, por ser directo, por lo que, en este tipo de retransmisiones, la secretaria de emisión debe dejar previsto ésto para que el sistema no conmute automáticamente y sea el Editor de Continuidad el que decida cuando hacer la transición al siguiente evento de la lista, en coordinación con el realizador que está haciendo la retransmisión.

 

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Antonio Ramírez, ex director de Antena, durante sus explicaciones públicas al fiasco de las uvas en Canal Sur TV.

El error se detecta previamente, pero…

La tarde del día 30, las Editoras de Continuidad en turno descubren el error de esos tres eventos y lo comunican a su responsable, Rafael Arispón que, tras unas breves averiguaciones y “para no molestar a Pepelu” (apelativo con el que se refería a Pereñíguez) decide encargar a una de ellas que lo corrija, haciendo de esta forma que un departamento hiciera el trabajo que le correspondía al anterior.
La Editora de Continuidad de turno la tarde del día 30 en Canal Sur hace mal el arreglo y empeora la situación, ya que, un error que en origen destacaba en rojo, pasa a tener el mismo color que el resto y ser, por tanto, casi imposible de detectar.
Esta trabajadora es la segunda persona expedientada y la única de los tres que no impugnó la sanción, asumiendo con ello su error, que no mala fe ni negligencia, por el que nunca debió ser sancionada.

El Responsable de Continuidad, Ingesta y Control de Calidad que había dado la orden de corregir el error no se asegura de que se ha hecho bien en ningún momento, por tanto, no ejerce su responsabilidad. Es más, en la mañana del día 31 solicita expresamente repasar la orden al trabajador más experto en el conocimiento del sistema y éste no detecta nada anómalo, ya que todo había quedado suficientemente oculto tras la fallida reparación de su compañera el día anterior.

La noche del día 31 entra a trabajar el tercer y último expedientado, al que correspondió la sanción más alta. Según consta en los turnos y sus propias alegaciones al expediente, viene de estar tres días de descanso, ajeno, por tanto, a todo lo sucedido el día anterior. Nadie le comunica nada, no hay constancia alguna en el parte de incidencias, que es herramienta fundamental de comunicación entre turnos para evitar este tipo de situaciones, no hay anotación expresa en el software de emisión, como se suele hacer en estos casos, tampoco en esta ocasión Rafael Arispón le dice nada al respecto ni siquiera cuando, según el informe de éste último, llama a Continuidad antes de las campanadas para saber que todo iba según lo previsto.

Según alega el trabajador en su defensa y según el testimonio de los testigos en juicio, éste cumplió con sus funciones habituales y actuó, como diría un experto de Continuidad externo en un informativo nacional, de manera “rápida y adecuada” en una situación inesperada, peleando contra el sistema informático, que forzó en dos ocasiones la entrada automática de la publicidad, hasta que fue desactivado por la intervención del Editor de Continuidad en cuestión.

 

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El Subdirector General de la RTVA, Joaquín Durán Ayo, en unas de sus comparencias ante la Comisión Parlamentaria de la RTVA.

 

A pesar de los testimonios del propio trabajador y de sus compañeros presentes aquella noche, el instructor de los expedientes, Sebastián Uribe, con el mismo conocimiento que en el caso Ausbanc, obvia a los expertos y tacha de negligente a un trabajador con una profesionalidad contrastada, como dice en su informe incluso el propio Rafael Arispón.

Resulta paradójico que, además de esta sanción, el trabajador, destacado militante sindical, fuera expulsado del departamento de Continuidad en Abril de 2015 esgrimiendo la empresa un artículo del Convenio Colectivo que jamás se le aplicó a nadie en las mismas ni incluso peores circunstancias.

Como dato curioso, un alto cargo de la dirección comercial y publicitaria de la RTVA desveló que Canal Sur esgrimió la profesionalidad y reacción del trabajador en cuestión para cobrar el primer anuncio del año que la empresa cafetera publicitada (Catunambú) pretendía no pagar y que ese Editor de Continuidad rescató para emitir en tiempo y forma tras el desaguisado de aquella noche.

Vistos los tres expedientes no podemos dejar de destacar algo que nos llamó poderosamente la atenciòn, y es que la Secretaria de Emisión, con plus, responsable de la elaboración de la orden de Canal Sur que dejó en manos de su compañera expedientada su labor, es expresa e incomprensiblemente exculpada en las conclusiones de Sebastian Uribe tras la investigación, en la que, por cierto, en ningún caso, se habla con ninguno de los tres trabajadores expedientados para conocer su versión de los hechos, ni tiene a bien el instructor personarse en el Control de Continuidad, para hacerse una idea más justa y adecuada de lo que pretendía juzgar sin conocimiento alguno, como en el caso de las galas contratadas a Luis Pineda en el caso Ausbanc.

Quizá nada de esto lo consideró necesario Uribe teniendo en cuenta las circunstancias de que, a Pereñíguez querían jubilarlo hacía tiempo y, de los tres trabajadores, una había denunciado por acoso a su jefe, otra cometió un error que reconoció y el tercero es un incómodo militante y representante sindical.