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Las cinco sombras de la manada

¿Qué educación han recibido 5 jóvenes nacidos entre 1991 y 1996?

Siempre hay un momento, una decisión, un acto, que nos marca el rumbo de nuestra vida. Nos sentencia, nos guía, nos supedita para siempre. Párate a pensar en ese momento, casi siempre en la adolescencia -entre los 18 y 25 años- que condicionará y afectará al resto de tu vida para bien o para mal. María decidió ir a los San FerminesMaría, la joven madrileña sin rostro más famosa de España, aunque con miles de caras en las calles de todo el país en los últimos días, cambiaría el curso de su vida para siempre a las 8 horas de llegar a Pamplona. No solo estaba reconduciendo el curso de su destino emprendiendo ese viaje, si no en la decisión que tomó a las 02.50 horas de la madrugada, cuando se sentó en el segundo banco de la Plaza del Castillo de Pamplona y miró a José Ángel Prenda Martínez. Así lo relata la Sentencia Nº 000038/2018 de laSección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra. Sí, me la leído. Entera. Dos veces. Algunas páginas varias veces. Algunas otras he tenido que detener la lectura con el estómago encogido, los ojos llenos de lágrimas, con nauseas… He cerrado los ojos y me he convertido en María y he vuelto a mis 18 años.

Yo también he estado en San Fermín y se perfectamente dibujar e imaginar esa fatídica madrugada del 7 de julio de 2016. Una mujer, una joven, una chica de 18 años que puedes ser tú, tu hija, tu hermana, tu sobrina, tu cuñada, tu prima, tu vecina, tu amiga, tu compañera de clase… y se te retuerce el corazón, el vello se eriza, sientes frío, temor, pánico, horror cuando comienzas a leer.

Las cosas pasan. Hay sucesos. Accidentes. Tragedias.Fatalidades. Equivocaciones que no tienen raza, ni tipo, ni categoría, ni posición, ni clase, ni condición, ni estado, ni origen. Y te pasan.

Y te haces mil preguntas y cientos no tienen respuesta.

Un acto violento y desgarrador que se ha introducido en nuestras vidas para siempre

 

Y por eso, para juzgar esos actos de maldad nació el Código Penal, la constitución negativa que ya en 1996 exponía en palabras de Juan Carlos I Rey de España: “se ha procurado avanzar en el camino de la igualdad real y efectiva, tratando de cumplir la tarea que, en ese sentido, impone la Constitución a los poderes públicos. Cierto que no es el Código Penal el instrumento más importante para llevar a cabo esa tarea; sin embargo, puede contribuir a ella, eliminando regulaciones que son un obstáculo para su realización o introduciendo medidas de tutela frente a situaciones discriminatorias. Además de las normas que otorgan una protección específica frente a las actividades tendentes a la discriminación, ha de mencionarse aquí la nueva regulación de los delitos contra la libertad sexual. Se pretende con ella adecuar los tipos penales al bien jurídico protegido, que no es ya, como fuera históricamente, la honestidad de la mujer, sino la libertad sexual de todos. Bajo la tutela de la honestidad de la mujer se escondía una intolerable situación de agravio, que la regulación que se propone elimina totalmente. Podrá sorprender la novedad de las técnicas punitivas utilizadas; pero, en este caso, alejarse de la tradición parece un acierto”.  En ello estamos, en ello están.

¿Quién marca las reglas de la diversión en pleno siglo XXI? ¿Es posible irse de fiesta, salir, bailar, quedar con amigos, con amigas, disfrutar de un momento de algarabía con el pequeño punto impúdico activado? El propio de la edad y del descubrimiento de la edad adulta, de la sensación de vivir la aventura de deleitarse en una de las mejores Fiestas de España emancipándote por unos instantes del hogar, de los padres y sus sermones, de los estudios y de la libertad de sentirte independiente por unas horas… porque no hace falta adentrarse en un gueto para vivir el peligro y conocer cara a cara a la “casi muerte”.

¿De qué unión han sido engendrados cada miembro de La Manada? ¿Cómo fueron sus embarazos?¿Qué infancia tuvieron? ¿Cómo les trataban sus madres? ¿Qué tipo de padre tuvieron? ¿Cómo trataban a sus abuelas? ¿A sus hermanas? -Si las tienen-. En definitiva, ¿qué código o reglas les han inculcado para tratar así a las mujeres que buscan y con las que se cruzan en el camino? ¿Qué educación han recibido 5 jóvenes nacidos entre 1991 y 1996? ¿Qué clase de jóvenes salen a la calle a abusar, quebrantar, violentar, infringir, vulnerar, deshonrar y mancillar a una chica de 18 años? ¿De 19? ¿De 20? ¿De 21? Y así sucesivamente… Malas personas. Haber actuado así, después de leerte la Sentencia piensas, como decimos en el Sur, que son unos hijoputas.

El pueblo es sabio y no deja caer el pensamiento. No regalemos la satisfacción de poner punto y final a una resolución a quien ha podido errar y equivocarse. Mejor salir a expresar, por el sentido común, a las calles, llamando pusilánimes a los que lo son, y estúpidos a quienes creen que por meter la cabeza en un agujero no se les queda el culo al aire como diría Arturo Pérez Reverte.

“A veces pienso que todo el pueblo

Es una muchacha que va corriendo

Tras la esperanza que se le va”

Las mujeres tenemos una gran capacidad de movilizarnos en estos últimos años. Estamos en la primera fila para recordar que las leyes se están aplicando mal. Nos importa lo grave y lo muy grave porque lo sufrimos en primera persona y, no se trata de la ley si no de quien la interpreta y la aplica. Todos los jueces tienen al alcance la misma ley pero cada uno la interpreta a su manera. ¿Por educación? ¿Por convicciones religiosas? ¿Políticas? ¿Por traumas? ¿Por haber disfrutado de una manera o de otra la vida? ¿Porque no se han fumado un cigarrillo en su vida? ¿Porque no se han tomado una copa de más? ¿Porque solo han tenido una pareja? ¿Porque no saben lo que es tener un hija que es atacada, agredida, arrinconada por cinco hombres con la fuerza de un camión? ¿Porque no saben lo que se siente cuando eres penetrada salvajemente por la boca, la vagina, el ano, por cinco hombres asquerosos, posiblemente drogados, borrachos y sin cultura?

¿Que ser humano es capaz de mantener el relato de una agresión sexual o, de una violación múltiple, realizada por cinco hombres en un habitáculo de un portal, a las 03.00 de la mañana después de una noche de diversión en la que has tomado copas, posiblemente en esa cantidad por primera vez y, recordar cada paso, cada gesto, cada palabra, cada mirada, cada acción y movimiento? No conozco a nadie, no se poner ningún ejemplo.

No nos quejamos de la ley, ni de la justicia, nos quejamos de los jueces porque, como pasa en todas las profesiones, hay de todo profesionales y faltos de profesionalidad.

Y por eso debemos expresar nuestra opinión, nuestras ideas y nuestros sentimientos. Y recurrimos junto a María y su abogado esta Sentencia.

 

Por las Marías que dejamos atrás y por las Marías que atacarán mañana, desagraciadamente. Y reflexionemos cada uno en este instante por nuestras hijas, por nuestras madres, por nuestras mujeres y miremos a nuestros hombres y analicemos si los estamos educando adecuadamente.

Eliminemos esta postilla que nos controla y no nos deja avanzar para hacer del mundo un lugar mejor. Dice Guillermo Sheridan que un hijo de puta lo es a perpetuidad.

Aún queda un Consejo de guerra o juicio militar del que probablemente no conoceremos la sentencia. Lo que sí sabemos -en pleno siglo XXI- es la repercusión y la reputación que tenemos y tendremos a lo largo de nuestra vida, por la forma en que nos comunicamos y nos informamos. Algo que evidencia este juicio y su sentencia es la imposibilidad del derecho al olvido de La Manada. No podrán borrar la noche del 7 de julio de sus historiales jamás.

Una manada repugnante. Un rebaño repelente. Una bandada odiosa. Una cuadrilla repulsiva. Una banda de delincuentes. Pandilla de agresores. Panda canalla: que merecen desprecio, ruines y miserables. Cuadrilla despreciable. Quinteto indigno.

Señorías, esta movida está siendo muy gorda. Interpreten la ley haciendo justicia de la violencia, ese plato común del cual muchos comen. Velemos por todas las Marías del mundo recordando a otra, Maria Schneider que protagonizó en pantalla uno de los abusos más humillantes en la vida en “El último tango en París”.

Como leer nos da cultura recuerdo la dedicatoria de Carmen Martín Gaite en “Dos cuentos maravillosos”:  “Este libro se lo dedico a los hijos de las mujeres de mi generación con la esperanza de que entiendan mejor a sus madres”. ¿Qué se siente al abrazar a una hija recién violada o agredida sexualmente por cinco hombres? Nadie ha medido nunca, ni siquiera los poetas, cuánto puede aguantar el corazón…