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Las cloacas del Estado

Jose Manuel Sanchez Fornet
José Manuel Sánchez Fornet*

Hay cloacas en todos los países del mundo, en todas las policías del mundo, y son necesarias para proteger el interés del Estado y a la ciudadanía de cada país. En España se está hablando mucho últimamente de cloacas policiales, poco de cloacas del Estado y nada de cloacas de la Guardia Civil. Aunque su solo nombre parece indicar algo sucio, oculto o ilegal, hay cloacas necesarias y limpias, aquellas que cumplen con el fin para el que existen, y otras sucias, que son aquellas que se desvían del interés general del Estado y actúan por interés particular o para obtener objetivos que nada tienen que ver con el sentido de su existencia.

 

CLOACAS CONTRA ETA Y EL GAL

 

El GAL, en su origen, fue una actuación de cloaca limpia antes de que lo bautizaran con ese nombre. El Estado español decidió en 1983, pocos meses después de la llegada del Gobierno socialista y de comprender que Francia no iba a colaborar contra ETA, combatir a terroristas que usaban la frontera con Francia como escudo protector, mataban, volvían a su refugio y celebraban sus crímenes. Se dio el visto bueno a los servicios secretos, la Policía y la Guardia Civil para proceder a secuestrar a miembros de ETA en Francia, trasladarlos a España y avisar a los servicios policiales de dónde estaba el secuestrado para que se hiciera cargo y lo pusiera a disposición de la justicia.

 

Francia, que durante años tuvo una actitud cómplice con los terroristas, por efecto del GAL y por acuerdos comerciales muy ventajosos con contratos del Gobierno español a sus empresas comenzó a colaborar contra el terrorismo.

 

Así fue como el 18 de octubre de 1983 el capitán de los GEO de Policía Nacional Fco. Javier Lopez Mallen, el inspector del Cuerpo Superior de Policía, Jesús Alfredo Gutiérrez Argüelles, y los subinspectores del GEO Sebastián Sotos García y José María Rubio García, intentaron el secuestro en Hendaya de José Mª Larretxea. Llevaban orden de no enfrentarse a ningún policía francés y de trasladar al miembro de ETA a España. Fueron sorprendidos por un policía local que los detuvo a todos e ingresaron en prisión. Si fue casualidad o hubo alguna filtración de algún cuerpo o agente que no quería que aquello lo hiciera solo la Policía no pasó de ser una especulación. Detenidos, encarcelados y entregados a España poco tiempo después.

El 4 de diciembre de 1983, nuevamente en Hendaya, se actúa desde las cloacas por órdenes del Gobierno. En este caso, tres mercenarios pagados con fondos reservados de Interior, Pedro Sánchez, Mohand Talbi y Jean-Pierre Echelier, secuestran por error a Segundo Marey, confundiéndolo con el miembro de ETA Mikel Lujua. Lo trasladan a España por el paso de Dancharinea y lo entregan a José Amedo, que lo mantuvo diez días secuestrado en una casa abandonada de Cantabria esperando órdenes del Gobierno que no sabía lo que hacer con un anciano inocente secuestrado por error. Sobre este secuestro existen dos teorías, una, que era la continuidad del anterior para pedir a Francia que no protegiera a los terroristas de ETA, y otra, que era para presionar en la liberación de los policías españoles que llevaban dos meses en prisión. Sea cual sea la razón, en ambos casos se pueden considerar actuaciones de las cloacas en defensa del interés de la ciudadanía en España, para combatir el terrorismo y forzar al Gobierno vecino a dejar de protegerlos. El evidente fracaso de ambas actuaciones llevó a un cambio de estrategia, el nacimiento del GAL y un espectáculo denigrante de crímenes y robos que no beneficiaban a la sociedad española. Francia, que durante años tuvo una actitud cómplice con los terroristas, por efecto del GAL y por acuerdos comerciales muy ventajosos con contratos del Gobierno español a sus empresas comenzó a colaborar contra el terrorismo.

 

CHIVATAZOS A ETA NO INVESTIGADOS

En marzo de 2012 hubo un gran conflicto en Interior entre Policía y Guardia Civil. Tres comandos activos de ETA en Francia controlados con balizas y cámaras por miembros de la Comisaría General de Información, fueron alertados y se dieron a la fuga. Los policías comprobaron en las grabaciones que en las tres viviendas se había recibido la visita de tres personas, dos hombres y una mujer, que tras una breve conversación abandonaban el lugar, y pocas horas después, durante la noche, los miembros de los tres comandos abandonaban las viviendas controladas para no volver. Alguno de estos terroristas hasta se llevaba un elemento electrónico colocado en un árbol cercano a la vivienda porque alguien le había señalado que estaba allí. La COPE se hizo eco de dichas interferencias denunciadas por la Policía, que habían permitido la fuga de tres comandos activos de ETA, que aunque ya había anunciado el fin de la actividad terrorista, estaban siendo seguidos en Francia. Aunque no constaba en la información facilitada por la emisora y por su jefe de Interior, Juan Baño, en aquellas fechas altos mandos policiales señalaban a miembros de otro cuerpo como los autores de los tres chivatazos. Nada se investigó sobre este asunto que se enmarcaría en la cloaca sucia de la competencia entre distintos cuerpos de seguridad españoles.

 

Que el CNI actúe en asuntos internos sin dar cuentas a nadie es un caso de cloaca sucia que en este país es muy habitual desde que Franco era cabo y nadie ha regulado adecuadamente.

 

TRABAJOS POLICIALES DE INTELIGENCIA QUE NO GUSTAN NADA A LAS CLOACAS

Por desconocimiento o por interés hay quienes confunden cualquier actuación policial de inteligencia con una actuación propia de cloaca (sucia), y no tienen nada que ver. Un ejemplo de actuación de cloaca sucia que debe ser investigado en las academias de policía como lo que nunca se debe hacer, por ser ilegal y atentar contra elementales derechos civiles, y constituir un acto de politización policial impropio de una democracia es el informe PISA (Pablo Iglesias S.A.). Un informe elaborado por no se sabe quién, pero que el comisario jefe de UDEF entonces, Manuel Vázquez Lopez, intentó convencer a jueces y fiscales para que lo investigaran, según distintas noticias aparecidas en medios de comunicación. Seguro que tirando de ese hilo se llega a conocer algo de las cloacas sucias policiales. Pero este comportamiento profesionalmente miserable hay quien, interesadamente o por desconocimiento, lo equipara con una actuación de inteligencia policial como la de tratar de convencer, y conseguirlo, al empresario Javier de la Rosa y a Victoria Álvarez, pareja de Jordi Pujol hijo, de que prestaran declaración sobre el conocimiento que tenían de la trama corrupta organizada por la familia Pujol en Cataluña. Si quien lo hizo usó una identidad operativa facilitada por la secretaría de Estado, o utilizó fondos reservados para convencerlos de que prestaran declaración no parece que tenga nada que ver con preparar informaciones falsas, porque normalmente desde las cloacas se busca la opacidad o secreto de lo que se gestiona y en el caso comentado lo que se pretendía, y se consiguió, era convencer a dos testigos que prestaran declaración ante la Policía y el juzgado. Hubiese sido una actuación de cloaca sucia pretender convencerlos de que mintieran, o de que no contaran lo que sabía, pero no es eso lo que pasó sino todo lo contrario, se les alentó a decir verdad colaborando con la policía contra prácticas corruptas.

 

EL CNI ACTÚA EN ESPAÑA CON TOTAL IMPUNIDAD

El diario EL MUNDO, siendo Casimiro Garcia-Abadillo su director, colgó en su web una información de un ciudadano chino investigado en el caso Emperador que aportaba la grabación a una espía del CNI, en una reunión mantenida en un restaurante cerrado en el que había sido citado, en la que ella trataba de convencerlo de que prestara declaración en el referido caso donde había seis policías acusados de graves delitos, de los que en el juicio de la causa resultaron absueltos. Poco más de dos horas permaneció dicha información expuesta porque alguien debió avisar al director del diario que desvelar la identidad de agentes del CNI es un delito y que por la voz y con los datos del teléfono y su posicionamiento en días posteriores a la reunión en la sede del CNI era posible identificar a su agente. Que el CNI actúe en asuntos internos sin dar cuentas a nadie es un caso de cloaca sucia que en este país es muy habitual desde que Franco era cabo y nadie ha regulado adecuadamente.

Que el CNI intervenga en secuestros de españoles en el extranjero forma parte de su trabajo. Que después se sepa, por denuncia escrita del comisario V (Villarejo, al que han convertido en el 007 español), que los terroristas sirios que secuestraron a un periodista y un fotógrafo españoles habían pedido, y recibido, dos millones de dólares y que de España salieron seis es un asunto que debería haberse investigado. Y si algún político acepta como prueba de que se han abonado seis millones y no dos, unos recibos supuestamente firmados por los terroristas sirios diciendo que reciben ese dinero en efectivo en una cueva del desierto sirio por la liberación de dos periodistas que habían secuestrado, es que de donde no hay no se puede sacar y el servicio secreto tiene patente de corso.

 

Que los terroristas sirios que secuestraron a un periodista y un fotógrafo españoles habían pedido, y recibido, dos millones de dólares y que de España salieron seis es un asunto que debería haberse investigado.

 

NO MEZCLAR HÉROES CON TRAIDORES

Hay personas en este país, en los servicios secretos, la Policía y la Guardia Civil, que actúan con identidades falsas, desde empresas ficticias creadas para darles cobertura, y se infiltran en grupos terroristas, de narcotraficantes, venta de armas, tráfico de órganos y mujeres… que se juegan la vida al hacerlo o muchos años de permanencia en cualquier cárcel inmunda de un país remoto si son descubiertos. Muchos de ellos lo hacen por convicción, por servir a su país y a su ciudadanía y merecen respeto, apoyo y garantía de confidencialidad en lo que hacen, aplicable también a las empresas utilizadas y sus identidades, porque lo contrario pone en riesgo su vida, la de sus familias y la de sus colaboradores. El Estado debe garantizar la protección de dichos agentes y a la vez, garantizar que no se desvían de los objetivos perseguidos y pasan de la cloaca limpia a la sucia, de merecer tratamiento de héroes a tratamiento de traidores, que es muy delgada la línea que separa ambas condiciones en ese submundo de intrigas, poder y dinero en el que se mueven. Es el Estado quien debe llevar a cabo la regulación legislativa precisa, acotar los terrenos de juego de unos y otros y fijar sistemas de control eficaces que no conduzcan al ridículo esperpento de pretender justificar la pérdida de varios millones de dólares con un recibí de un grupo secuestrador de terroristas islamistas.

Corresponde al Estado, al Gobierno que lo representa, si alguien que trabaja en ese mundo roba archivos secretos policiales y difunde documentos, grabaciones y cualquier otro material sensible que ponga en riesgo la vida de quienes cumplen con su deber, por un interés personal o por venganza, actuar en consecuencia para que los traidores no acaben imponiéndose a los héroes.

 

*José Manuel Sánchez Fornet es  Policia y ex Secretario General del SUP. Portavoz del Observatorio contra la Corrupción.

@sanchezfornet