Las mujeres tampoco pueden esperar, no solo por su pobreza extrema, su servidumbre en cada palmo de asfalto que pisan, sino porque su infravaloración en términos monetarios, en cifras de paro, de privación de los recursos básicos, de falta de oportunidades, de violencias, de discriminación cronificada, todo esto es una amenaza para la paz.
La feminización de la pobreza es un fenómeno mundial en el que coparticipa España, con un dato escalofriante, el 70 por ciento de la población que sobrevive, bajo el umbral de la pobreza de solemnidad, son mujeres. Las diferencias no son solo Norte o Sur, ricos o pobres, sino también hombre o mujer, siendo el tercer marcador de las desigualdades. Este aberrante y obligado indicador, cuestiona todos los derechos humanos, y se refiere a un sector de la población, cuyo único error visible es no haber nacido con otro sexo.
Imperdonable quienes habéis provocado el hastío político de la ciudadanía, y desintegradora, la crónica de que vuelven tiempos de austeridad, por incapacidad de resolver conflictos territoriales, y de otros calados.
Si el Estado tuviera perspectiva de género, si fuera por lo tanto más democrático, no habría esta alta tolerancia social, con esta susurrante e indecente discriminación, que sufren desde las niñas hasta las ancianas. ¡Qué perverso es el patriarcado! cómo nos mecen como princesas, para que siempre aspiremos a ser reinas. Qué ingenuidad aparente en la educación, en los medios de comunicación, incluso en las familias, para que se acepte el papel de mujer resignada, empobrecida, subalterna, y nunca rompiendo moldes con el modus operandi. Si se amara honestamente la democracia, se abrazaría al feminismo, como garantía de igualdad.
Imperdonable quienes habéis provocado el hastío político de la ciudadanía, y desintegradora, la crónica de que vuelven tiempos de austeridad, por incapacidad de resolver conflictos territoriales, y de otros calados.Notificando entre otros, a las mujeres pobres, primeras víctimas del monumental despropósito, que ha conseguido ser en la historia reciente de Europa, el mayor maquillador de la corrupción de ambos, con la obscenidad del pez gordo como colofón, diciendo que coman menos, a quienes se mueren de hambre.
Nuestra querida España, está seducida por la divinización del mercado masculino, que atiborra de mercancías bellas por fuera y tóxicas por dentro, nuestras ciudades, drogadas por la religión del consumo, mientras nos queman los bosques, y desertizan nuestras vidas, eso justo eso, es tan antipatriótico como delictivo. Por eso quienes han sido convertidas en contenedores de las sobras, recuerdan que la Ley y la democracia son poderosas, pero más poderosa es la pobreza integral de las mujeres.