Lección del PP andaluz para Lanzahuesos

Un año, esta semana se ha cumplido un año desde que “ Llamadme Juanma” es el Presidente de la Junta de Andalucía. De todos los andaluces.

Un año de gobierno coaligado entre populares y ciudadanos. Un año con más luces que sombras, y algún claroscuro. Sombras varias, pero un año en general de mucho sol.

El gobierno andaluz está funcionando mejor de lo esperado, incluso por mí. “Llamadme Juanma” y  Marín han sabido hacer un solo gobierno y eso se nota. Que ha sido un año de ajustes externos e internos; sin duda, sobre todo  con las numerosas dimisiones, pero el gobierno ha sabido reponerse y hacer política, gestionar y dar un mensaje a los mercados de estabilidad y confianza.

Han sido 40 años de régimen socialista, donde era difícil  distinguir donde empezaba la Junta y donde acababa el partido. Los andaluces han estado acostumbrados a vivir en esa situación y lo asimilaron como algo natural.

El gobierno ha tenido que lidiar con todo un sistema tóxico, lleno de corruptelas y clientelismos inconfesables, algunos de los cuales persisten y subsisten en la actualidad. No creo que los tribunales de justicia sean capaces de desarticular tanta corrupción acumulada en el sistema.

Indudablemente queda mucho o casi todo por hacer, un año no da para más. Si además el gobierno se ha encontrado jugando en campo ajeno, minado y lleno de trampas, la dificultad se multiplica. La Junta de Andalucía era un latifundio creado a imagen y semejanza del partido socialista. El régimen clientelar es de una mezquindad y desvergüenza increíble. El socialismo en Andalucía ha hecho de su capa un sayo en toda la estructura de la Junta, con la connivencia de los sindicatos, y por qué no decirlo, de las asociaciones empresariales que han vivido también del pesebre socialista.

Es difícil descoser una administración paralela cosida durante las últimas décadas. El gobierno ha tenido sus errores, a veces propios y no forzados, pero en muchas ocasiones forzados desde dentro de la propia Junta, donde no siempre han contado con la confianza y lealtad laboral y funcionarial. Hay claros ejemplos.

Tampoco hay que olvidar la inexperiencia en la gestión de algunos políticos del gobierno, que les han podido quedar grandes sus cargos o incluso aquellos que no se merecen estar, por su vagancia, prepotencia y falta de competencia en el desempeño de sus funciones y responsabilidades políticas.

No obstante “Llamadme Juanma” y Marín han sabido rodearse de un núcleo duro que está dando el nivel requerido en el trabajo y la gestión política diaria. Elías, Rocío, Juan, e incluso Patricia Navarro son buena muestra del trabajo bien hecho. Sin olvidar la que sin duda está dando muestras de una capacidad política encomiable, sobre todo porque en ella ha caído una de las más duras responsabilidades, que a mayor abundamiento, ella no controlaba ni manejaba. La consejera de fomento, la señora Carazo es todo un descubrimiento para Andalucía. Templada, sería, prudente, trabajadora y eficaz. Carazo está realizando un trabajo sobresaliente en una consejería tan difícil, llena de trapos sucios y agujeros negros.

Pues bien, además aún tiene tiempo para marcar la agenda política de su partido en Granada, y desvelarse por su provincia de adopción. Ahora cuando más la necesita su partido, huérfano de buen hacer y liderazgo. Un presidente no creíble que va a su bola, sin apoyos personales ni políticos, salvo alguno que prefiero omitir por vergüenza. Sin ideas, ni ganas. Y lo mejor instalado ya en el ridículo permanente.

En Madrid unos representantes muy planos, cortitos y limitados, pero ellos que hoy sacan pecho granadino tendrán su tiempo para que les contemos sus batallitas e historias para no dormir. Tiempo al tiempo…

Este gobierno inicia su segundo año y aquí debe estar su empeño y credibilidad política. Debe terminar de limar la estructura orgánica de la Junta de Andalucía y su administración paralela. Pero a la vez, debe convertir Andalucía en una tierra puntera, de oportunidades, de una economía abierta, sin tutelas ni tutia, ágil, transparente, creadora de empleo, donde los grandes inversores encuentren una tierra amable para crear riqueza, manteniendo la sostenibilidad y su impresionante riqueza cultural, patrimonial, agrícola y medioambiental que tiene esta tierra.

En frente, este gobierno no tiene gran oposición, a lo sumo, un socialismo andaluz descabezado como pato mareado. Susana no está muerta, pero si amortizada y ella lo sabe. Ya le quedan pocos fieles, y mucho herido en el camino, porque los muertos que ella mató, gozan de buena salud. Ya sólo le queda José Fiscal, un político inútil, o un inútil político como gusten. Desde luego, el peor portavoz del socialismo andaluz en su historia.

Por tanto creo que hay margen y tiempo para desmontar sin prisas pero sin pausa esta tela de araña socialista que llega hasta el tuétano de la Junta de Andalucía. No creo tarea difícil, hay que guardar nuestras espaldas que no son otras que el Partido Popular andaluz. Muy desangelado y falto de cuadros intermedios que se ocupen de hacer un solo partido y no ocho reinos de taifas. Si somos el partido de gobierno, se debe notar en todos los órdenes, porque en parte es la savia del gobierno, y eso no se puede olvidar.

Si Génova no sigue con su empeño de poner chinitas en el campo popular andaluz este gobierno dará sus frutos antes que tarde. Por eso, lo mejor sería que “Lanzahuesos” se dedicará a sus tejemanejes fuera de esta tierra, así nos irá bien. Él puede seguir descabezando Génova   a su antojo, y todo lo que toque, hasta conseguir como ha hecho, un grupo popular en el congreso sin pies ni cabeza. No hay referente en política migratoria, social, de seguridad social, económica, militar, en política internacional, no hay nada en nada. Y lo peor, está llevando a Pablo Casado a tierra de nadie.

Teodoro, te lo vuelvo a repetir, como ya te lo dije hace algún tiempo,  al cargo de secretario general, hay que venir aprendido y tú no eres más que un “Lanzahuesos”. Aprende como se hacen las cosas en Andalucía y después hablamos.