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Los 7000 marines de Rota en 1975

Santiago Sanchez Traver
Santiago Sánchez Traver

Uno de los acontecimientos informativos más misteriosos, y nunca desvelado en su totalidad, de la política andaluza del final del franquismo fue la publicación del desembarco en Rota en marzo de 1975 de siete mil marines, con el hipotético afán de invadir Portugal y acabar con la Revolución de los Claveles. Noticia que apareció en portada a toda plana en la edición de El Correo de Andalucía del 25 de marzo de ese año. El titular – con una tipografía de, al menos, cuerpo 48- era “7.000 hombres desembarcaron en Rota”, con un antetítulo de menos carácter tipográfico e interrogativo “Destino: ¿Portugal?”.

Ese 25 de marzo era Martes Santo y en la portada además de este tema a máxima tipografía (cuerpo 70) iba sólo una foto de la Estrella que el Domingo de Ramos no había pasado por el Puente de Triana en obras de refuerzo. Al día siguiente el periódico tuvo que rectificar con igual tipografía “No hubo desembarco”. Y durante la Semana Santa se repitieron las portadas con la única temática del expansionismo yanqui y sus consecuencias en forma de “efectos colaterales”.

Se cumplían entonces once meses de la Revolución de Los Claveles (25 abril 1974) e iba a celebrarse el primer aniversario de aquella incruenta toma del poder por el comandante Otelo Saraiva de Carvalho y sus compañeros. El revuelo que formó aquella portada, ya en los estertores del franquismo, fue extraordinario en todo el país. Y a los pocos días –exactamente, el 31 de marzo- el director del diario sevillano, Federico Villagrán, era detenido en su casa del barrio de Santa Clara y llevado a la jefatura superior de policía.

[blockquote style=»1″] La fuente fue  un colaborador del periódico llamado José María Sánchez Casas, que poco tiempo después se convertiría en el enemigo público número 1, al conocerse que era el responsable operativo de los GRAPO, organizados en comandos terroristas tras los fusilamientos del 1 de octubre de aquel año.[/blockquote]

Allí nada pudieron hacer, ni siquiera verlo, los compañeros del periódico ni el presidente de la Asociación de la Prensa, por entonces Celestino Fernández Ortiz. Curiosamente, Federico Villagrán había sido expulsado meses antes del colectivo periodístico por albergar en la redacción del periódico “intrusos” (sic) para hacer tareas periodísticas. De nada sirvieron las visitas y las súplicas: Villagrán fue al talego – o sea, Ranilla- donde pasó una semana a la sombra. Al cabo de la misma fue liberado y la portada del periódico del día siguiente, con una foto de Villagrán con sus enseres en bolsas de plástico, era “Nuestro director en libertad”.

Después se olvidó todo aquello, pero Villagrán fue despedido por Editorial Católica al poco tiempo. La incógnita sobre la información permaneció mucho tiempo. Porque, aunque los marines  nunca llegaron a Portugal, lo que sí sorprendió a los vecinos de Rota es que fueron tantos como siete mil y que fueran marines, o sea tropa de desembarco. Lo normal era que bajaran en Rota del “Enterprise” o del “Kennedy” cuatro o cinco mil marinos, pero no marines, como fue en esta ocasión. Y que se desperdigaran, al momento, por los cientos de puticlubs que había entonces en Rota. También se añadía en la información que eran todos sudamericanos.

Muchos años después el propio Federico – que fue mi director en “Torneo”- me confesó quien fue la fuente de aquella información. En realidad, un colaborador corresponsal que el periódico tenía en la zona, concretamente en El Puerto de Santa María. Lo sorprendente es su nombre: José María Sánchez Casas, que poco tiempo después se convertiría en el enemigo público número 1, al conocerse que era el responsable operativo de los GRAPO, organizados en comandos terroristas tras los fusilamientos del 1 de octubre de aquel año.

De Sánchez Casas ya relataremos más historias. Pero la verdad es otra: el colaborador corresponsal de aquella noticia (Villagrán confundió las personas y los nombres en su relato), y así viene firmado en la portada es Antonio Sánchez veterano militante y dirigente comunista, que en aquellos años andaba ejerciendo creo que el magisterio por la zona, en El Puerto de Santa María.  Así se escribió esa historia.