Los lectores habituales de Confidencial Andaluz, desde el pasado 12 de junio, vienen leyendo en nuestras páginas unos artículos que bajo el titulo de “Los secretos de la Operación Nazarí” firmados por Isabel Nieto, exconcejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada, investigada (imputada) junto al exalcalde Pepe Torres Hurtado.
En cada uno de los cuatro capítulos publicados hasta ahora, Nieto, con lenguaje directo y parece que sincero, da su versión de lo que cree que se oculta tras la macro operación bautizada como Operación Nazarí y de la que se considera una víctima inocente junto a Pepe Torres.
Lo primero que muchos se han preguntado extrañados, nada mas leer a Isabel Nieto aquí, son las motivaciones “ocultas” que puedan existir tras esta decisión editorial dando cabida a una imputada por corrupción en nuestras páginas, tan combativas contra esa lacra. No busquen, no hay más que el interés por dar a conocer la versión de una persona que, quizás, resulte finalmente tan inocente como Ud o como yo en este asunto. Somos muchos los que preferimos un delincuente suelto a un inocente condenado.
Si algo sobresale en lo que hasta ahora se conoce de la Operación Nazarí, desarrollada el 13 de abril en Granada por la Udef, con un alcalde retenido, conducido entre cartones y una concejal esposada, maniatada, sin ninguna necesidad policial, es que la desproporción de la fuerza empleada ha sido un auténtico escándalo, digno de un país bananero bajo la bota de un dictadorzuelo. Un despropósito del mismo tamaño que el utilizado para detener a los delegados provinciales de la Junta en el sumario de la Formación que, a la postre, han sido declarados inocentes todos ellos.
La operación de Granada, política y periodísticamente, huele que apesta, especialmente en los apartados de la lucha política interna en el propio PP granadino. Pero, además, la sospecha generalizada en Granada de que detrás de la caída de Pepe Torres ha mecido la cuna su eterno adversario interno, el presidente del partido y flamante senador Sebastían Pérez, da pie a pensar que el uso de las instituciones para acciones partidistas no solo se explicitan en el despacho del Ministro del Interior, también en una ciudad como Granada donde la policía que intervino actuó como si se tratase de la detención de una célula durmiente yihadista. En términos políticos fue tan desproporcionado todo que acabó provocando la caída del alcalde.
De la instrucción poco o nada se sabe dado el carácter secreto de la misma, pero son demasiadas las acusaciones lanzadas en este caso contra la actuación judicial que deberán, en su momento, quedar clarificadas por higiene democrática y constitucional.
La lectura de los textos de la exconcejal Isabel Nieto ofrecen la imagen de una mujer que habla claro, llama a las cosas por su nombre y sustenta cuanto dice de forma documentada. Si finalmente la verdad judicial es “su verdad”, la Sra Nieto está denunciando comportamientos muy graves. De momento, la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha admitido a trámite la queja planteada por las formas empleadas en esta ocasión por los agentes de la Udef enviados a Granada.
Pensar en la posibilidad, desgraciadamente muy habitual, que quien hoy es acusado policialmente de delitos, mañana puede resultar declarado libre de toda sospecha, ya merece la pena dar opción a Nieto para que se explique públicamente. Más de ocho mil lectores han accedido estas semanas a los artículos “Los secretos de la Operación Nazarí”, señal inequívoca del interés que despierta todo cuanto escribe esta señora sobre este asunto.
En esta misma linea, desde hoy, la cabecera del Grupo Joly en Granada – Granada hoy– ha iniciado la reproducción de estos artículos.
Mientras, sigue declarado el secreto de las actuaciones judiciales y por Granada circulan rumores que hablan de intentos de pactos (fallidos) de la Fiscalía con algunos investigados con el objeto de lograr testigos de cargo contra la cúpula de la supuesta “organización criminal”. La misma que tantos titulares aportó el 13 de abril, en plena precampaña, provocando la pérdida del gobierno de Granada por parte del PP por decisión de Cs. Por cierto, a tenor de los resultados del domingo obtenidos por el PP en Granada, parece claro que sus votantes no han tenido en cuenta la Operación Nazarí y lo que cuelga. A la formación de Albert Rivera sí, bajando los apoyos recibidos.