La búsqueda de la residencia fantasma
El registro del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada el día 13 de Abril, no fue tal registro. Sencillamente el edificio fue rodeado de policías desde las 7.30 de la mañana, para pedir aproximadamente sobre las 12 del medio día, una serie de expedientes, que gustosa y amablemente les fueron facilitados por los funcionarios. Algo que podían haber obtenido igualmente por conducto oficial, sin desalojar el edificio ni cortar las calles.
Además de los 7 expedientes explicados en el capitulo 1, también solicitaron algunos relacionados con la residencia universitaria del Campus de la Salud. Este es un tema bien conocido en Granada. Se había informado a las asociaciones de vecinos en todas las Juntas de distrito, se había explicado en ruedas de prensa y había sido publicado en diversos medios de comunicación, porque tanto los funcionarios como la concejal eran víctimas de coacciones y amenazas por parte de algún partido político y del famoso matador de pollos. Se ve que en el Juzgado no han leído los periódicos. Y ahora resulta que forma parte de unas diligencias secretas.
La parcela de García Arrabal
Pues no son tan secretas. En el Parque Tecnológico de la Salud, PTS, existe una gran manzana de equipamiento deportivo, de unos 30.000 m2, que fue comprada por el empresario García Arrabal a la Junta de Andalucía. Una parte fue trasmitida posteriormente a la Universidad de Granada, sin segregación, es decir, en régimen de copropiedad. García Arrabal construyó en su parte de la parcela varias instalaciones deportivas, con campo de futbol, club de padel y tenis, piscina y cafetería. Y en su parte, la Universidad construyó el Instituto Universitario Mixto Deporte y Salud (IMUDS), donde se desarrolla una investigación de vanguardia en las áreas de Biomecánica , deporte, entrenamiento y Biomedicina (fisiología, traumatología, nutrición, fisioterapia y dopping). Alberga a 110 investigadores, pertenecientes a 9 departamentos diferentes de la UGR agrupados en 20 grupos de investigación. Disponen de una zona deportiva terapéutica y de avanzados equipos para fomentar la investigación del deporte y la salud, como un simulador de nieve con una rampa artificial sobre la que imitar los movimientos del esquiador, o aparatos como un tensiomiógrafo con el que se puede seguir el rendimiento de la musculatura.
Todo esto se ha construido poco a poco, a lo largo de varios años y para ello se han tramitado 12 expedientes de licencias. Pero aún queda pendiente un resto de parcela y de edificabilidad sin construir, donde hace aproximadamente un año se solicitó licencia para construir un colegio mayor. Licencia que no se ha dado.
Concretamente pidieron los números correspondientes a la licencia de obras y la 1ª ocupación del IMUDS, en la creencia de que IMUDS y residencia de estudiantes eran una misma cosa.
En el registro del día 13 de Abril, la policía llevaba instrucciones erróneas y solo solicitó y solo se llevaron 2 de los 12 expedientes de Licencias tramitados. Concretamente pidieron los números correspondientes a la licencia de obras y la 1ª ocupación del IMUDS, en la creencia de que IMUDS y residencia de estudiantes eran una misma cosa. También pidieron una reparcelación del año 2007 tramitada por la Universidad y la Junta de Andalucía, como consecuencia de la reordenación de sus propias parcelas, en las que G. Arrabal no tiene nada que ver. Ni siquiera era propietario en aquellas fechas. Eso se llama dar palos de ciego.
Al siguiente día, por supuesto, los servicios técnicos municipales hicieron copia compulsada del expediente que deberían haberse llevado y lo remitieron al Juzgado, pero como transcurrido un mes todos siguen en sus cajas, y mezclados con los demás, no hay probabilidades de un pronto esclarecimiento de la realidad. Las preguntas que hicieron Juez y Fiscal a los investigados en los interrogatorios demostraron el erróneo convencimiento de que el edificio construido por la Universidad llamado IMUDS, era la residencia universitaria de G. Arrabal. Porque también tenían el erróneo convencimiento de que la residencia contaba con licencia y ya se había construido. Seguramente porque el denunciante ha provocado ese error de manera intencionada. Y día tras día, preguntaban a todos lo mismo, sin acabar de creer que los denunciantes hubieran mentido. Es evidente que en la instrucción de estas diligencias, ya existe un prejuicio y se confía ciegamente en la versión denunciada. Por eso se autorizaron los registros. Ni por un momento pensaron que pudiera haber alguna trama entre los denunciantes o que alguien pudiera presentar una denuncia falsa. Ahora van ofreciendo tratos a cualquiera que respalde las denuncias, porque hay que justificar lo hecho.
Pero este secreto de la residencia es muy fácil de desentrañar. Basta con confirmar que el Instituto del Deporte y Salud, no es un colegio mayor. Y después comprobar que hay una parte del solar sin construir aún y sobre todo, leer los informes jurídicos amplios y numerosos que hay en el expediente remitido. Lo importante son las pruebas objetivas, no las subjetivas.
Residencia de estudiantes
Vaya por delante que cualquier parcela de equipamiento, sea deportivo, social, cultural o docente, admite la construcción de todo tipo de equipamientos en un porcentaje 60/40. Es decir, los equipamientos son compatibles entre si.. Por tanto no entraña problema la construcción de un equipamiento universitario o cualquier otro en la misma parcela, junto a los deportivos. Además el Plan General de Granada permite destinar a usos comerciales el 30% de la construcción deportiva. La única duda jurídica es si una residencia de estudiantes privada es o no un equipamiento universitario. Por eso no se le ha dado licencia aún.
Mucho hay que buscar para encontrar aquí una trama. Y mucho hay que buscar para encontrar la residencia, porque no existe. Por el contrario, ha habido un exceso de celo en el expediente a causa del miedo.
El art. 6-2 del Plan General de Ordenación Urbana de Granada establece que las residencias de estudiantes serán equipamientos si son propiedad de la Universidad o vinculadas a ella. Puesto que la expresión “vinculadas” planteaba dudas, el Ayuntamiento elevó consulta a la Delegación de Urbanismo de la Junta, para que informara qué debemos interpretar por vinculación a la Universidad. Pero pasados 6 meses la Junta de Andalucía no contestó nada. También se dirigió oficio a la Universidad. Los Estatutos de la Universidad de Granada establecen que son residencias vinculadas a la Universidad aquellas con las que tienen firmado convenio. De hecho el promotor de esta obra ya había firmado un primer convenio con el anterior Rector, y posteriormente otro convenio con la actual Rectora. Constan en el expediente un informe jurídico del departamento de Derecho Administrativo, y dos informes de diferentes técnicos municipales que lo confirman. Para mayor seguridad jurídica se informó a todas las Juntas de distrito y se llevó la interpretación al Pleno donde se acordó consultar nuevamente a la Delegación de Urbanismo de la Junta de Andalucía. Y mientras tanto, ha pasado más de un año y ni se ha dado la licencia ni se ha construido la residencia. Y el promotor , sin parar de llamar al Ayuntamiento pidiendo explicaciones.
Buscando la trama
Sea o no ajustada a derecho, esta licencia ya difícilmente podrá darse. A ver qué funcionario de la Junta de Andalucía o del Ayuntamiento se atreve a hacer un informe favorable, corriendo el riesgo de que lo metan en la operación Nazarí , lo detengan , registren su domicilio y le quiten su ordenador , su móvil y el dinero suelto que lleve en la cartera.
Mucho hay que buscar para encontrar aquí una trama. Y mucho hay que buscar para encontrar la residencia, porque no existe. Por el contrario, ha habido un exceso de celo en el expediente a causa del miedo. Un exceso en número de informes y un miedo tremendo por parte de los funcionarios, que se encontraban coaccionados por la denuncia presentada por el pollero.
La decisión de acumular este proceso tan sencillo a la urbanización del plan parcial N-2, sin que exista ninguna conexión entre ambos, consigue dar complejidad a un caso que no la tiene y consigue dilatar innecesariamente su tramitación y su archivo.
El Juzgado de Instrucción haría un gran favor al Magistrado que tenga que juzgar esta macrocausa, si poco a poco fuera apeando temas de la instrucción. No esta mal reconocer los errores en la investigación. A lo mejor se queda en una microcausa.