Un patio muy particular
Este es uno de los casos más bochornosos que se han conocido en el Ayuntamiento de Granada, ejemplo claro de la guerra fría declarada en Urbanismo por un funcionario y sus secuaces, contra otro. Y por el camino hubo una víctima, un daño colateral, un particular que entre batalla y batalla, tardó 2 años en conseguir una licencia de obra menor. Licencia que hoy día ya podría obtener cualquiera a través de una simple declaración responsable, porque desde el año 2012 el Ayuntamiento implantó un sistema ágil de licencias que evita los perjuicios que producen las dilaciones a los administrados.
La licencia investigada en la mejor llamada operación Conde de Montecristo, afecta a un local que según sus escrituras tiene 237m2 útiles y un patio común y particular, lo que se llama en la jerga jurídica, de uso privativo, aunque cuando llueve no se moja como los demás, porque está cubierto. Y con estas características fue alquilado o vendido y su titular solicitó licencia de obra menor en Febrero de 2011, para su adaptación a oficinas, que se destinarían a Registro de la Propiedad.
El edificio donde se ubica el local había obtenido su correspondiente licencia años antes, con el patio ya cubierto y en la escritura de división horizontal constaba el uso privativo del patio, vinculado al local, de la misma manera que los propietarios de los áticos tienen el uso privativo de la terraza común. Esto es algo habitual, regulado por la Ley de Propiedad Horizontal, y no por ello estas partes de la edificación pierden la cualidad de elemento común, bien como cubierta del edificio o bien como patio de luces. Es frecuente ver en las terrazas o en los patios piscinas hinchables, tendederos, casitas de perros, pérgolas, sillones, mesas o barbacoas. El uso privativo o particular que cada uno tenga a bien darle, siempre que esté autorizado por la comunidad de propietarios.
Y si hablamos de otros usos privativos diferentes de vivienda, ¿cuántos restaurantes conocemos con mesas y sillas en el patio cubierto o descubierto? Justo al lado del Tribunal Superior de Justicia de Granada, tenemos el Restaurante Pilar del Toro, cuyo patio cubierto es frecuentado por jueces, fiscales y abogados para cenas y aperitivos. Y no le abren a nadie diligencias previas de investigación. El propio patio del Ayuntamiento se utiliza como salón de actos para conciertos, y pregones, instalación del Belén, exposiciones de cuadros, talleres y todo tipo de actividades. Nadie por tanto se puede extrañar del uso privativo de un patio en un local de oficinas cuando en sus propias escrituras así está previsto.
El patio puede llegar a convertirse en un sueño obsesivo, como si no hubiera otro problema en Urbanismo, o a lo mejor precisamente porque no había otro problema.
Pero cuando los temas salen del ámbito jurídico y de la Ley de Propiedad Horizontal, cuando salen del ámbito de la lógica y de la objetividad, para pasar al lado oscuro, la cosa puede cambiar. El patio puede llegar a convertirse en un sueño obsesivo, como si no hubiera otro problema en Urbanismo, o a lo mejor precisamente porque no había otro problema. Dicen que todos tenemos dentro un despiadado Mr. Hyde, cuya maldad se va desarrollando a medida que se desarrolla el sueño. Dicen que bajo la máscara de una personalidad de cuello blanco descansan amordazadas todo tipo de emociones y conductas negativas , la rabia, los celos, el resentimiento, el orgullo. Es la llamada sombra personal, bien descrita por Jung, una figura clave en la psiquiatría y el psicoanálisis de los complejos.
Cuando entramos en el lado oscuro y las sombras nublan la mente del funcionario, este es capaz de martirizar al administrado o a los demás funcionarios de rango inferior, hasta extremos insospechados. En el caso investigado, Mr. Hide, por provocar o desautorizar a un compañero, utilizó este expediente del patio como campo de batalla. Podría haberle tocado a cualquier otro, pero le tocó a este. Primero, se inventó la necesidad de tramitar una modificación del art. 7.3 del Plan General para poder valorar el aprovechamiento lucrativo de una entreplanta, que no era computable. Así consiguió ganar una batalla, demorar un año la concesión de la licencia y hacerle pagar al administrado 22.000 euros de aprovechamiento por los 40 m2 de entreplanta, algo que hasta entonces había salido gratis a todos los locales comerciales. Esta modificación se aprobó por el Pleno con unanimidad de todos los partidos políticos y con informe favorable de la Junta de Andalucía, permaneciendo todos los concejales, e incluso la Junta, ajenos a las motivaciones ocultas en la mente del Director de Urbanismo.
En el caso investigado, Mr. Hide, por provocar o desautorizar a un compañero, utilizó este expediente del patio como campo de batalla. Podría haberle tocado a cualquier otro, pero le tocó a este.
Cuando las sombras nublan la mente del funcionario, deja de existir el interés público y el servicio público. La sombra personal contiene todo tipo de capacidades potenciales sin manifestar. Es una parte inconsciente de la naturaleza humana, una parte de nuestra personalidad reprimida, por amoral, que aflora cuando el entorno es favorable. Empujado por su ego oculto, Mr. Hide no suelta el expediente de sus fauces y superado ya el problema de la entreplanta, vuelve a atacar intentando paralizar la obra por haberse cubierto el patio. Pero una vez demostrado que la cubrición del patio tenía su origen en la licencia de construcción del edificio, y no era nueva, el orgullo no le permite claudicar. Insiste, obligando al promotor a modificar el proyecto para impedir que se incorpore el dichoso patio al uso del local. Y aunque fue acreditado mediante las escrituras que el uso era privativo, tampoco esto le bastó y le impuso otras condiciones, como prohibir su climatización, o limitar la tipología de la escalera de acceso a la entreplanta. Porque para más INRI, el titular del local tenía la buena costumbre de pedir licencia para todo lo que nadie pide, hasta para un aire acondicionado.
Cuando las sombras dominan el intelecto no hay razones que valgan. Y una vez superadas todas las trabas, continúa la rabia contenida por la batalla perdida y no hay resignación. Con la osadía del necio, el arquitecto se atreve a emitir opiniones jurídicas: los patios son de luces y son de luces. No existe posibilidad de usos privativos. Y punto. Y así el funcionario guiado por la sombra, por cierto con baja por problemas psíquicos durante 2 años, denunció a un jurista municipal por aplicar la Ley según su leal criterio, permitiendo el uso de un patio privativo. Escalera metálica si, escalera metálica no. Aire si, aire no. Si han ido a visitarlo o no han ido. Si hay acta o reportaje fotográfico o no. El enganche fue tal, que la denuncia llego a la Concejal, y esta tuvo que intervenir advirtiendo la apertura de expediente disciplinario. Y como consecuencia, la Concejal también fue denunciada por presumírsele amistad con la víctima. Aunque para entonces ya habían pasado casi 2 años y ya se había tramitado una innovación del PGOU para hacerle pagar lo que antes era gratis. Pues vaya enchufe. No se basa además una acusación en presunciones, ni habladurías, sino en hechos objetivos.
El espectáculo de cara a los terceros administrados, bochornoso. Y lo mejor de todo, el resultado: dimisión del Alcalde, intervención de la UDEF, registro domiciliario, cambio de gobierno local. Y para colmo la víctima, ha sido también llamada a declarar como investigado. No dirán vdes. que este patio no es particular.
Mientras más se analizan los hechos investigados menos se entiende cómo puede montarse una macrocausa, mezclando un patio del año 2012, con los aparcamientos del alcalde Moratalla del año 2000.
El día 13 de Abril de 2016, la policía desalojó el edificio de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada, para pedir que le fueran entregados el expediente de licencia de obra menor y el de primera ocupación del local de oficinas en la calle Tórtola, “con especial interés en los informes obrantes relativos a la posibilidad de usar o no el patio”. ¿Pueden desembarcar 200 policías armados desde Madrid para esto?
Mientras más se analizan los hechos investigados menos se entiende cómo puede montarse una macrocausa, mezclando un patio del año 2012, con los aparcamientos del alcalde Moratalla del año 2000 ( capitulo III), con una residencia de estudiantes que no se ha construido ( cap. II) o con la urbanización de un plan parcial de la zona norte de la ciudad ( capitulo I). Cual será el enfoque, cuántos los giros y revueltas que tendrán que darle a estos temas los policías que emitan el esperado informe, justificando una trama. Muy habilidosos e ingeniosos han de ser para cumplir su encargo, que es dar las armas suficientes a la fiscalía par mantener la acusación… Estamos deseando que se levante el secreto de sumario para descubrir esta labor de ingeniería.