Malos entendidos
A ver, no se lo va a hacer la vecina. _¿La colonoscopia? _¿Qué colonoscopia, niña? La prueba de la igualdad. _¿Qué igualdad?
_María del Carmen, ¿cómo llevas tú lo de tu marido?
_¿A qué te refieres, María Auxiliadora?
_¿A qué me voy a referir? A lo que dijimos.
_Pues cómo lo voy a llevar. Con resignación cristiana.
_Eso nunca falla, hija.
_Claro, que además le echo mucha psicología.
_¿Qué tipo de psicología?
_Niña, psicología de andar por casa.
_¿Cómo por ejemplo?
_Pues, lo clásico. Que nadie se ha muerto de eso, que no es plato de gusto, pero…
_Hombre, plato de gusto para ellos, no es. Digo yo…
_Mujer, es una mijita desagradable…
_Bueno, una mijita, no. Un poco más. ¿O no?
_Supongo…
_Dependerá de la postura y de las dimensiones.
_Mujer, las dimensiones son para todo el mundo las mismas.
_No, sé, hija. Como no me lo han hecho nunca.
_Ni a mí.
_Claro que yo creo que habrá que sedarlo.
_A ver.
_Mujer, en frío no va a ser.
_Un aquí te pillo, aquí te mato, no.
_Eso requerirá su preparación, su clímax, que dicen los finos.
_¡Qué exageración!
_Hija, yo había pensado en darle un lexatin.
_¿Un lexatin?
_Eso es mano de santo.
_Bueno, si así va el hombre relajado…
_Yo ya le he dicho que por mí no se lo haría, pero el que manda, manda.
_Mujer, esas cosas son necesarias y además preventivas.
_Preventivas, no lo sé, pero yo voy a intentar hacérselo con mucho cuidado.
_¿Tú?
_A ver, no se lo va a hacer la vecina.
_¿La colonoscopia?
_¿Qué colonoscopia, niña? La prueba de la igualdad.
_¿Qué igualdad?
_Que ha dicho la nueva directora del Instituto de la Mujer, Beatriz Gimeno, que tenemos que penetrar a los hombres con un objeto por donde dijimos, para que sepan lo que vale un peine. O algo así.
_¿Y por eso te dan una paguita?
_De eso no he oído nada.
_Pues entérate, porque entonces igualo al mío también.