El catedrático de Economía de la ULA, Manuel Cardenete, disecciona el modelo productivo, la presión fiscal o las proyecciones macroecómicas de la Comunidad Autónoma más poblada de España
Gonzalo Gragera / Redacción C.A.- La trayectoria de Manuel Cardenete respalda la importancia de su visión sobre el actual estado económico de Andalucía, una comunidad cuyas cifras indican una desconexión con respecto al crecimiento a nivel nacional. Es catedrático de Economía de la Universidad Loyola de Andalucía, además de director del Loyola Leadership School y de su MBA. En su carrera profesional e investigadora, el que fuera también profesor en la sevillana Pablo de Olavide, en la EOI (Escuela de Organización Industrial) y en la Universidad de Huelva ha contribuido en numerosas instituciones y organismos, como la Comisión Europea o el Instituto Europeo de Administración Pública. Hablamos con el profesor de economía, de Andalucía, de pronósticos y de análisis.
Pregunta: El ministro Cristóbal Montoro dijo en 2013 que los salarios estaban subiendo y que la crisis era historia. Pero ¿qué hay de cierto?
Respuesta: Indudablemente la economía española se encuentra, desde un punto de vista macroeconómico, mejor que hace cuatro años. El PIB crece, la productividad, las exportaciones, el empleo… Pero esto no se asienta sobre una base sólida. La mayoría de variables se están basando en cuestiones externas y coyunturales: bajo precio del petróleo, mejora de las economías con las que estamos conectadas, tipo de cambio débil… No ha habido un cambio de estructura productiva y por eso el empleo, aunque mejora, lo hace de forma insuficiente.
P: ¿Cuál es la previsión de crecimiento para los próximos años en España?
R: Desde la Universidad Loyola de Andalucía ya publicamos hace un mes en el Informe de Invierno del Loyola Economic Outlook en el que no auguramos más de un 2,5% de PIB para 2016. En ese momento éramos el centro de previsión más pesimista. Esta misma semana, ya el Banco de Sabadell está dando un 2,2%.
P: Y Andalucía, ¿qué papel juega en esta coyuntura? ¿Se suma a la recuperación?
R: Pues en la misma línea, aunque con características diferenciales y en negativo. El crecimiento no será mayor de ese 2,5% y la tasa de paro no bajará, a buen seguro, del 30%, salvo algún trimestre suelto, como el tercero de 2016.
P: Es cierto, según los datos que hemos trabajado, que el déficit en Andalucía de Andalucía ha disminuido respecto a años anteriores. ¿Por qué somos entonces una de las comunidades autónomas con mayor déficit todos los años?
R: No ha disminuido. No ha dejado de crecer. Lo que sí ha hecho es disminuir la tasa anual de déficit. Pero incumpliendo lo que se le exige desde Madrid y por ende desde la Comisión Europea. Con un presupuesto de más de 31.000 millones de euros y sabiendo que estamos teniendo una mejora en la financiación anual, dada la mejora recaudatoria y la mejora de la economía, aunque tímida, no está sirviendo para hacer descender la deuda pública autonómica. No van a venir tiempos mejores de los que estamos pasando.
P: ¿Padecemos una excesiva burocratización de la vida pública? ¿Tiene Andalucía un sector público excesivo para sus necesidades?
R: Yo no diría eso. Si analizamos el sector público en términos relativos, no tenemos más funcionarios que muchos de los países de la Unión Europea. Pensemos que Andalucía, en términos de PIB, población y territorio, es mayor que más de media docena de los mismos. Pero sí es cierto que no es lo suficientemente flexible y unido al cuádruple nivel –nacional, autonómico, diputaciones y ayuntamientos– se hace realmente difícil que sea una herramienta útil para la facilitación de las condiciones óptimas para la productividad.
P: Y el paro, siempre el paro. Un 34,23 % en Andalucía. Un 58,97 % si nos atenemos a los datos de menores de 25 años. ¿Hay propuestas posibles?
Creo que básicamente ya lo he comentado anteriormente. En nuestra previsiones, no bajamos en 2016 del 30%. Podría disminuir temporalmente en uno de los trimestres, el segundo o tercero. Pero poco más. ¿Propuestas? Tomarse en serio el cambio de modelo productivo.
P: Es usted investigador, profesor y catedrático en una universidad andaluza. Observe de nuevo el dato del paro en los menores de 25 años. ¿Qué falla en este sistema?
R: El café para todos ha hecho mucho daño. Las Universidades se han replicado sin buscar especialización. Los títulos se han aprobado según los departamentos de cada Universidad y sin pensar si el mercado podría o no absorber esa mano de obra. Pero hay algo más que la Universidad. El sistema educativo en su conjunto ha fallado. No tenemos una Formación Profesional como alternativa real. Tampoco la Educación Primaria, Secundaria ni el Bachillerato están a la altura.
P: Un 57.4 % de los andaluces no puede permitirse unas vacaciones fuera de casa al menos una semana al año; un 55 % no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos. ¿Somos una comunidad autónoma empobrecida?
R: Absolutamente. Nuestra renta per cápita está ligeramente por encima del 70% de la media de la Unión Europea. Y eso que estamos incluyendo países del Este, cuya situación es realmente mala y peor que la nuestra. Si a esto le añadimos una tasa de paro del más casi el 32%, el diagnóstico no puede ser otro.
P: Sin embargo, recibimos una cantidad generosa de los presupuestos estatales; la segunda comunidad autónoma mejor tratada después de Cataluña. Estos números no nos cuadran. ¿Por qué tanto presupuesto y tan poco resultado?
R: Pues porque somos casi 8,5 millones de habitantes. Y el reparto atiende al criterio poblacional, entre otras cosas. El componente de solidaridad entre las regiones españolas no puede ser obviado.
P: Muchas empresas no consideran rentable invertir en Andalucía. ¿Hay futuro para las empresas aquí? ¿Qué tejido industrial nos presenta?
R: No comparto esta opinión. En los últimos meses, se estima desde la CEA que han aterrizado en Andalucía más de 400 empresas desde Cataluña. Tenemos unas comunicaciones, parques tecnológicos y condiciones, incluso climáticas, favorecedoras para el desarrollo empresarial. Lo de la “California de Europa” ha sido un mito que al final nunca ha cuajado.
P: Respecto de la rentabilidad en la inversión, una de las causas que alegan los empresarios, es la presión fiscal a la que se encuentran sometidos. ¿Necesitamos una reforma fiscal en Andalucía?
R: En Andalucía y en España. Hemos perdido una oportunidad de oro con la propuesta del Informe Lagares. El Gobierno hizo caso omiso a dicho informe y lo que tenemos para 2016 es una reforma fiscal que dista mucho de ser la que necesitamos. Tenemos una presión fiscal que ha crecido mucho en poco tiempo y sobre todo mal repartida. La presión en impuestos directos, como el IRPF, se ha hecho insostenible. Tener un marginal casi del 50% en algunas regiones, como la andaluza, al ganar más de 60.000 euros, no es de recibo. Y la presión sobre la mano de obra, por poner otro ejemplo, es también elevadísima. Variable explicativa de parte del problema del mercado laboral. Más del 32% del coste laboral unitario. Insostenible.
P: ¿Cuáles son los sectores claves y estratégicos de la economía andaluza?
R: Si analizamos el marco input-output de 2010, publicado el pasado verano y analizamos la matriz de contabilidad social que acabamos de obtener desde mi Departamento de Economía, desgraciadamente han vuelto a salir los de siempre: agricultura, extractivas, construcción, auxiliares de la construcción y servicios (tanto de mercado como no mercado). Es decir, los de siempre. La crisis no ha modificado nuestras estructuras.
*Actualmente, Cardenete es también socio-director de Análisis y Estudios en Bravo Consultores de Negocios. Preside la Comisión de Economía del Colegio de Economistas de Sevilla, la Comisión de Estrategia Empresarial de la Confederación de Empresarios de Andalucía y la www.aecr.org.