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Los arreglos curriculares de nuestros políticos domésticos

Políticos que decoran sus currículos a costa de los contribuyentes.

El estallido del grave escándalo en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid con las peripecias habidas para que la presidenta Cristina Cifuentes obtuviese un master, han puesto sobre el tapete una de las más graves corrupciones letales de nuestra democracia: trampear la verdadera capacidad de determinados personajes y otorgarles un certificado que falsea su formación y preparación  para ejercer la función correspondiente. Imaginen, que no es el caso, un cirujano cardiovascular al que le regalen el título de la especialidad, impensable desde luego.

Pero no crean que solo salvan vidas los médicos, de un titulado superior en minas dependen muchas vidas bajo el subsuelo. Lean el testimonio que hoy publica Confidencial Andaluz del geólogo onubense José Manuel Cantó Romera  contando como le plagió su tesis alguien que luego llegaría a altas responsabilidades profesionales y políticas.

Este es un mal transversal que afecta por igual a distintas ideologías, aunque de un tiempo a esta parte han destacado en estas trampas instituciones con personas vinculadas a los partidos que mayor poder detentan o han detentado en el ámbito competencial de la enseñanza y educación.

 

San Telmo, escuela de niños ricos y de políticos con ambición.

En Sevilla, sin ir más lejos, en estos días es fácil hallar en las RRSS comentarios crípticos, sin nombre solo pistas disfusas, referidos a políticos conocidos que han conseguido licenciaturas en tiempo récord o han hecho su master en escuelas de negocios convenientemente regadas con fondos públicos.

La información que al respecto publica hoy Carmen Torres en el Independiente es uno de los muchos ejemplos que Andalucía puede aportar. Se trata de las subvenciones de la Junta a una escuela de negocios, Instituto Internacional San Telmo, con sede en Málaga y Sevilla, a la que siempre se la vinculó con la Obra de San José María Escrivá, aspecto este que desmienten taxativamente. Con ese centro conveniaba – y parece que a día de hoy la Junta lo sigue haciendo-  la consejería de Trabajo que ofrecía, por escrito, dichos cursos, caso de Mario Jiménez, como se aprecia en esta imagen.

Documentos que hoy publica El Independiente

Cuenta Torres en su reveladora cronica que “Sí la aceptó (hacer el curso de alta dirección en San Telmo) otra de las protagonistas de la caída de Pedro Sánchez, Verónica Pérez, secretaria general del PSOE de Sevilla y quien se autoproclamó la “máxima autoridad” del partido tras la dimisión del líder. Pérez incluso declaró ante la Guardia Civil con motivo de la investigación de los ERE. También los alcaldes socialistas de Huelva, Gabriel Cruz, y de Granada, Francisco Cuenca, ostentan esos títulos. La Dirección General de Trabajo y Seguridad Social de la Junta de Andalucía concedió una subvención de 280.000 euros a la Fundación San Telmo en noviembre de 2007 para becar a 80 alumnos en el curso 2008/2009.”

 

En Cádiz, una tesis a ritmo de fado para Ignacio Romaní.

Otro periodista andaluz, el gaditano Fernando Santiago, fino y riguroso observador de lo que sucede en su entorno, publicaba en su blog del Grupo Joly un breve post hace más de un año con este documento y este pie de imagen. Pinche la de la izquierda para ampliarla.

«Una tesis doctoral en cuyo tribunal había varios ejecutivos de Carbures. Realizada gracias al trabajo llevado a cabo por los directivos de las empresas municipales de Cádiz en el tiempo en el que Romaní era teniente de alcalde, mecanismo de recogida de información de la que no disponen el resto de los mortales».

Hace unos días, el pasado día 8 de abril, Santiago volvía a la carga a cuenta de la escandalera liada con el master de Cifuentes. Y nuevamente hablaba del popular Ignacio Romaní, importante elemento del equipo histórico de Teófila Martínez como alcaldesa de Cádiz.  Y escribe:

Se da el caso de un cargo público del PP que obtuvo su doctorado por la Universidad Europea de Lisboa, financiada por Carbures que presidía en aquel momento un gaditano amigo suyo. La tesis fue “La responsabilidad social corporativa en las empresas públicas municipales: el caso de Cádiz” elaborada con los informes hechos por los gerentes de las empresas dependientes del Ayuntamiento de Cádiz en el tiempo en el que mandaba en el Ayuntamiento y a los distintos gerentes no les cabía más que cumplir órdenes».

El caso Cifuentes, al margen de la importancia que adquiere dada la inestabilidad política reinante en España, ha abierto la espita para que empiece a conocerse todo lo que, durante décadas, ha taponado espúreamente el dinero de nuestros impuestos. Manejado, por lo que se está viendo, como si fuese propiedad de quien debe adminuistrarlos sin meter la mano. Porque, esto que se está conociendo, es corrupción y de la peor especie, se pongan como se pongan.

 

Romaní responde vía twitter.

Ignacio Romaní ha salido al paso en la red, a cuenta de lo publicado, con estos dos tuits que incorporo gustosamente.