Médiums vs. Medios

Los Médiums realmente son unos cachondos, admiro como viven en esta época donde nadie cree en aparecidos, fantasmas, procesiones de Santa Compaña…Los hay brillantes unos, como otros, hacen perder tiempo.

Algunos doblan cucharitas, otros quitan la tontería .De hecho conocí a una Médium, capaz de lograr que la gente dejara de enamorarse. Una cosa muy práctica, aunque de alta peligrosidad social. Era una especie de castración sentimental, la gente evita el amor como quien rechaza un pastel por miedo a engordar. Bueno, recalco, los Médiums son una Maravilla.

Son  como el cruce de un médico con psiquiatra y pajarito lleno de voces distintas. A los Médiums hay que utilizarlos de manera clara,  sin vergüenza o prejuicios. Si necesitas brujería, busca a un brujo, necesitas un oncólogo, pues un oncólogo. Las uñas de los pies  se solucionan con un podólogo. Si no tienes respuestas efectivas  entrega tu alma a un cura. Uno viene a la vida para escoger, equivocarse, recular o avanzar. En este histórico e histérico momento, una de las mejores profesiones debiera ser la de Médium.

 

Nos meten trolas aliñadas con verdades por el periódico, la radio, el whatsapp. Las redes nos atrapan como sardinas, con tanta palabra vivimos en desventaja, el empacho de noticias hace que volvamos a la ignorancia vía falsa sensación, de información fidedigna.

 

Pos nada, llamas al Médium… Como una pizza, comida china, kebab o tacos. Apps como La Nevera Roja, Just Eat, Come Ya, PedidosYa, ElTenedor, Telepizza. Aunque el clamor urbanita reclama TeleCopo (Coño y Polla a domicilio) alguien lo pondrá.

En tu casa, noche de sábado, llamas al Médium: Unos 30, 40€ media hora de Médium. Sin querer la cosa, comienzas preguntando ¿Es verdad lo que ha soltado la Corina del Emérito Rey? ¡Cabrona alemana de Merkel! El pobrecito le ha dado tanto. De todas maneras“¿La Criatura” que va a hacer? Ser Rey, es follarse todo lo que se mueve, lo afirman hasta los peores cuentos. Ir en yates, tener  gente cuidándolo, cebándolo, dándole ceremonias agotadoras, inaugurando, devastadores trajines para  un ser tan delicado, como un Rey. Es imposible ver un Rey labrando la tierra, sin dinero para el comedor escolar de verano…Tampoco conozco a un Rey escribiendo enciclopedias, inventado una vacuna, repartiendo felicidad entre sus súbditos. Ella ha cantado mejor que Valtonyc,  la verdad que feo canta ese “jodío”. Este pobre soberano, humano, estará “acojonadito total”  debajo de sus sabanas borladas en armiño. Dentro su Palacio de mil puertas y mil cuartos, maldiciendo el fatídico día cuando el germano amor se posó en su corazón de hombre casado, legal publicitariamente, ejemplarmente moral… Mientras cerraba un ojo apuntando para cargarse a un elefante.

Deberíamos por ley un tener Médium de cabecera, pagarlo como la luz, el agua, los seguros, el viaje anual en Spanair. Preguntarle por ejemplo, si es verdad lo que tu jefe afirma, cuando dice salvarte cada mes del despido, su épica proeza al defenderte frente al de recursos humanos. Ahora vas al Médium y el Médium se encarga de desmentir esa infantil  trama. Te aconseja ordenando, no pasar recibos sospechosos. “Porque tu jefe es tan malo como pegarle a una madre con muletas, el Día de la Madre…”

 

Si regularizáramos el Servicio Médium, la Seguridad Social bajaría en gastos hasta el 70% de presupuesto. Aunque dolorosa, la verdad es el mejor fármaco contra el juego asimétrico en esta itinerante vida.

 

Actualmente la verdad es un lindo blanco. Desvirtuarla o enredar con la post-verdad, resulta ser el recochineo más inaudito. Las circunstancias se mantienen nerviosas en silla de tres patas. Como la hora que dan los relojes blandos de Dalí, un espejismo. El pan ofrecido a alguien muerto de sed, en el desierto… “No más medios de comunicación, los queremos completos.”

 

Un Médium aclararía la duda de aquella mujer tristona: “¿Juras quererme? ¿Soy la única mujer en tu Vida? ¡Mentira! Te vas de putas cada dos jueves. “

Lo difícil es encontrar un Médium de verdad.

Revisando archivos de Médiums en el ejercicio actual, he logrado estos testimonios poniéndome “La carne de pie de gallina”. Aunque parezca increíble, son relatos verdaderos superando a la ficción, arrancados de casos reales…

“No Rafael, tu tito Juan, no era tan buena gente. Agradezco mucho al SeñorMédium que nos está comunicando esta noche, su intervención es contundente.

Tu tito Juan, no era la buena persona que adoramos, se metió de cura a la fuerza. Era un Yonki pesado, cansino, consuetudinario.

 

En la familia, ya no sabíamos qué hacer con él, costaba esconder tanta vergüenza. Aparte, Juan era ladrón, no solamente por la droga.

 

Robaba a tu abuela burlándose de su pasado en la Guerra Civil, era despiadado. Le robó a tu tía Carmelita su ajuar de novia, para comprarse “la mierda esa”. Robaba a diestra y siniestra. Se volvió carterista, en el Metro lo tenían fichado, cuando aun no llegaban las famosas rumanas.

Lo peor de su argumento, era la terca afirmación que Dios dictaba sus pasos. Lo había escogido para ser su arma letal, para deshacerse de los tibios, los mediocres que afeaban su excelsa obra .Estaba comunicado con Dios a través de su botella de cerveza, su jeringuilla, su cuchara torcida. Hablaban de cosas importantes, de otras dimensiones mejores a las terrestres. El siguiente paso, sería envenenarnos con la sangría de verano, en cualquier playa de Huelva…Cuando robó en la ferretería el veneno para ratas. Abuela sollozando accedió llevarlo al sanatorio antes de arruinarnos.

 

¡Tu tito Juan no era tan Santo! En el hospital, recomendaron un tratamiento carísimo, necesitaba un lugar de silencio, alejarlo de ese mundo lleno de mal…

 

Desesperados fuimos al Convento, hablando con el padre prior nos dijo que por suerte no era maricón, que de esos ya estaba su cupo lleno. Lo admitieron el mismo día. Aunque vomitó, pataleó y cambió de voces por el mono, lograron dominarlo. Quedó rígido y malherido en un rincón sobre sus excrementos y meados, salvándose así del destino de la sobredosis .Corrió la voz que era el demonio, gracias a Dios, había sido exorcizado.

Mira, prosperó, ahora es párroco del Pueblo. Aguanté y el dolor por fin, logró hacerme morir. Me enterraron con la Internacional, el puño en alto, la bandera comunista. Soy vuestra abuela, por suerte, he descubierto la cuneta donde escondieron a los héroes, hermanos del alma, gente  asesinada en mi pueblo. Recuerden sin embargo: ¡Tu tito Juan no fue tan Santo!

 

Antes de morir… prefiero la muerte

 

Quería ser artista, al reconocer su falta talento, decidió por respeto desistir. En vez de ser actor, pagar las entradas…

En su pueblo del Aljarafe estaba mal visto trabajar sin sudar. Nunca entenderían que el pensamiento y la razón pesan el doble que una carretilla llena de ladrillos.

Renunció a los actos de Semana Santa, porque los cofrades eran reiterativos, piramidales, sentimentales vanos. Además, vestir santos le daba desazón… Esas pieles de madera de vírgenes sin cuerpo le daban grima. No imaginaba ser Hermano Mayor de algo que lo llenaba de dudas. Prefería caña, marcha, adrenalina. Lo suyo era la caza, los encierros, mirar más lejos que los demás. Menos velas, acción, ningún domesticado corazón. Entonces, prefirió los viejos del Centro de Día, los viajes, las playas, las paellas compartidas, los Rocíos sonámbulos con madrugadas de Sintrom. Se hizo querer, buscaban su compañía. De buenas a primeras, recordó a su abuelo alcalde, su familia alcalde, su sangre alcalde y se lanzó.

La primera plana de la democracia torticera activa, eran esos viejos. Buscaban ocasión los domingos para evadir la soledad traída por los acompañantes convenidos, esos familiares buitres esperando herencias, letra pequeña, avales aturdidos. Con ese personal, llevó a la mayoría absoluta a su partido. Gobernó suponiendo que la derecha endereza, pone orden, crea justicia. Al final él mismo descubrió, un buen guión, un teatro en medianas condiciones y palmeros varios para crear una tragicomedia .Su mandato fué triunfal. Hizo mil cosas, tan  inútiles como una Plaza de Toros. Creó una red de chivatos KGBES para averiguar conspiraciones imaginarias…Trajo a Raphael de Linares, fué ennegreciéndose con la fatalidad que ostentan los tiranos. Su papel de actor trastocó el resultado, se hizo payaso involuntario, siniestro. Risa por fuera, triste confusión dentro.

Ahora se ha comunicado involuntariamente en esta sesión espiritista. Seguramente estará soñando, por eso se ha apoderado del cuerpo del Médium. Los zombis ignoran su condición de muertos. Comen, destrozan, no dejan de avanzar en su paradójica huída. Cuando salga el juicio por prevaricación, abusos de poder, tráfico de favores, la cárcel le enseñará: Es mejor ser persona, que ser personaje. Ahora pensemos en él, como un pobre muerto en vida. Amén.

 

Un día estaba en mi cama viendo las estrellas cuando de repente me pregunté: ¿Dónde diablos está el techo?

 

“Señor Médium solamente contesto para que me dejen en paz. Dígales eso. Estoy tranquilo  como el filo de un puñal. Dejen de joderme con invenciones. Me morí y ya…

Llevaba harto y viudo muchos años. La decrépita felicidad con mi mujer acabó siendo: Matrimonios, Comuniones, Bautizos, Graduaciones de los demás. No éramos felices nosotros mismos.

Ni ella a mí, ni yo a ella, producíamos la flor para crear nueva miel. Señor Médium, cuando enviudé sentí su ausencia, aunque también asistí a una regeneración extraña. Quise vivir la vida. El único que entendió fue mi nieto, el ligón fisicoculturista. Una mañana probé su milagroso Batido para aumentar la libido recuperando la elección voluntaria de una erección. Sí, me lancé al polígono donde una moldava increíble pregunto por el turbo de mi Touareg 4X4. Subió al coche, mareándome con su olor… No pude llegar a nada…

Con el rabo entre las patas (nunca mejor dicho) acudí a mi nieto el ligón: “Abuelo hasta los jóvenes tomamos Viagra”. Comenzó mi venérea peregrinación, de puticlub en puticlub. Hasta la noche aquella donde la rumana Veruska, campeona de gimnasia Olímpica, y la cubana Irisday lanzadora de jabalina, salieron despavoridas del coche. Caí pálido, rígido, como un cartel arrancado por un caribeño huracán.

 

Mis familiares para darse importancia y aplacar rumores, hablaron de secuestro, rescates… Cosas que me dan risa repetir. Me morí porque era necesario gastarse la vida antes de que caiga el telón.

 

Desde el más allá ¡Muchas gracias señor Médium! Agradezco y reconozco, el valor excepcional de su labor. “