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Memoria de Sicilia… desde Almería

Conchi_Ruiz
Conchi Ruiz Alonso

El verano pasado recorrí la isla de Sicilia, un territorio en el que creo que cualquier almeriense como yo podría sentirse como en casa, climatológica, paisajística y socialmente hablando. Pues no sólo compartimos el hecho de poseer a dos de las ciudades europeas con más horas de sol, sino que también compartimos ese peculiar “carácter silencioso” de nuestras gentes. Pero no pretendo yo analizar aquí el porqué de ese silencio, que ya de ello se ha escrito por periodistas que conocen bien esta tierra almeriense, aunque he considerado más que oportuno empezar así mi escrito de opinión, o cuasi relato, de hoy.

Hace unas semanas aparecía en diversos medios de comunicación almeriense la noticia sobre la dimisión de un asesor de la alcaldesa socialista del Ayuntamiento de Níjar, Esperanza Pérez Felices, quien en su día fue Delegada Provincial de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía (2009-2011), y Portavoz del Grupo Socialista en la Diputación Provincial hasta su nombramiento como Alcaldesa. Para mi sorpresa, el dimitente era un viejo conocido mío de mi etapa como técnica de desarrollo rural en la Alpujarra, Rodolfo Caparrós. Mi sorpresa quedó ahí, en los titulares de esas notas de prensa, porque el resto de información que leí me provocó cierto déjà vu

Se hablaba que este señor estaba al frente de un supuesto organismo fantasma, el Centro de Desarrollo Territorial e Información del municipio de Níjar, un cargo por lo visto creado por la alcaldesa Esperanza Pérez para su acomodo personal, según las palabras del portavoz del PP de Níjar, Antonio Jesús Rodríguez, que se recogen en los diarios que consulté.

Como no tenía claro en qué consistía la coordinación de ese Centro, ni lo que era o será el mismo, ya que por lo visto ni existe, busqué en el Boletín Oficial de la Provincia de Almería  publicaciones que hicieran alusión a las retribuciones de personal de confianza del Ayuntamiento de Níjar, y entonces sufrí otro déjà vu

¿Será mi ignorancia o mi incultura?, pero leo y releo esas funciones recogidas en el B.O.P. y no logro entenderlas por lo abstractas que son. ¡Vaya, cómo cuando pasaban por mis manos las facturas de ciertas asistencias técnicas externas del Plan Turístico de la Alpujarra Almeriense! Pues la misma cara de póker que se me quedaba entonces es la que tengo ahora, y aunque desconozco qué de verdad tendrá lo que recogen los medios que he leído, por ahora me lo creo a pies juntillas, más si cabe porque me resulta de lo más curioso que no haya habido “réplica” alguna de la Alcaldesa de Níjar, ni de su Partido, al respecto.

Bop almeria 3 agosto 2015 web
¿Será mi ignorancia o mi incultura?, pero leo y releo esas funciones recogidas en el B.O.P. y no logro entenderlas por lo abstractas que son.

[blockquote style=»1″]El »organismo fantasma», que en aquella ocasión fue creado ex profeso para el susodicho Rodolfo Caparrós por parte del entonces Presidente de la Asociación de Desarrollo Rural de la Alpujarra, D. José Manuel Ortiz Bono, actual Delegado Provincial de la Consejería de Agricultura, fue una especie de generosa sinecura.[/blockquote]

Y otra vez ¡vaya!, como cuando salió publicada información sobre unas facturas supuestamente falsas del Plan Turístico de la Alpujarra Almeriense y nadie de las filas socialistas salió a desmentirlo ni aclararlo, se hizo un silencio, se miró a otro lado y se cortaron unas cabezas inocentes para así acallar aún más las bocas, y no sólo las de los miembros socialistas de la Junta Directiva de ese Plan Turístico de la Alpujarra Almeriense, sino también las de los miembros del PP, y ya sea dicho de paso las de Izquierda Unida, que por aquellos entonces estaba al frente de la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía, órgano del que dependía ese Plan Turístico.

Según lo recogido en diversos medios de comunicación, el »organismo fantasma», que en aquella ocasión fue creado ex profeso para el susodicho Rodolfo Caparrós por parte del entonces Presidente de la Asociación de Desarrollo Rural de la Alpujarra, D. José Manuel Ortiz Bono, actual Delegado Provincial de la Consejería de Agricultura, fue una especie de generosa sinecura que revistió la extraña figura de ADJUNTO A LA GERENCIA DEL PLAN TURÍSTICO (si ya se tiene un gerente , qué pinta un adjunto al gerente…), un supuesto trabajo de asesoramiento externo pero sin las engorrosas ataduras de horarios, asistencia regular al trabajo, ni justificación alguna, sino únicamente tomarse la molestia de acercarse cada mes por la sede de la Asociación en Laujar de Andarax para presentar abultadas facturas a cuenta de unos supuestos e ignotos trabajos que el señor Caparrós contrataba directamente con sus propias empresas. Así, como suena. Facturas que llegaron a sumar varios cientos de miles de euros que la ADR Alpujarra, políticamente dirigida por alcaldes y concejales de la comarca, pagaba sin rechistar. Advertido de todo por alguna trabajadora de la Asociación, el presidente Ortiz Bono presuntamente ordenó que se continuasen abonando facturas con el argumento de que Rodolfo Caparrós tenía mucha mano en el PSOE. Y ahí quedó todo, »Roma locuta est, causa finita est».

Han pasado ya unos años, y aunque mi madre me pide una y otra vez que pase página y calle para siempre (en lo concerniente a ese Plan Turístico), cuando leo noticias como a la que hago referencia aquí, no puedo evitar “soltarme de la lengua”, aunque con cierta prudencia porque siempre he tenido la sensación que los que en su día me pidieron datos e información porque estaban indignados con lo que ocurría en ese Plan, luego no me respalden e incluso no sirvan mis pruebas, porque sepan ustedes que es más fácil de lo que se creen modificar y cambiar un acta, una factura, un certificado, … Y ese es mi miedo, y ese es el porqué de mi silencio, y quizás ese sea también el porqué del silencio de muchos de ustedes, así estén en las filas del PSOE, del PP, o de IU.

[blockquote style=»1″]Advertido de todo por alguna trabajadora de la Asociación, el presidente Ortiz Bono presuntamente ordenó que se continuasen abonando facturas con el argumento de que Rodolfo Caparrós tenía mucha mano en el PSOE. Y ahí quedó todo, »Roma locuta est, causa finita est».[/blockquote]

Porque aunque algo ya empieza a moverse, éste por desgracia aún continúa siendo un país para pillos y sinvergüenzas y en el que la honradez y la decencia apenas si tienen sitio. No acaba de llegar aún la hora, y ya tarda demasiado, de los escasos héroes que se enfrentan a pecho descubierto contra la corrupción a riesgo de ser condenados al ostracismo y a la exclusión social. Véase si no que le sucedió al valiente técnico del ayuntamiento de Marbella que puso al descubierto el saqueo organizado que dio en llamarse Operación Malaya; o qué fue del concejal madrileño del PP que puso patas arriba la trama Gürtel; o qué les ha sucedido a los funcionarios de la empresa pública Acuamed que tuvieron el valor de denunciar ante sus superiores las mordidas millonarias que se repartían unos cuantos; o, por citar el más reciente, qué premio están obteniendo los empleados del Ayuntamiento de Valencia que se negaron en su día a ser cómplices del delito de blanqueo de dinero. La recompensa  del despido fulminante, la dificultad para encontrar nuevos empleos, quedar señalado para siempre, ser socialmente mal visto o, en el mejor de los casos, quedar cómo un gilipollas descerebrado que no sabe ni siquiera poner el cazo.