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Algo está cambiando

Ciertamente, parece que desde la otra parte del Océano Atlántico, algo está cambiando.

La cantante y activista xicana, Julieta Venegas, tiene una canción titulada: “Algo está cambiando”. Esta  compositora que lucha por la defensa de los derechos de las minorías hispanas y contra la discriminación de las mujeres por el estatus quo establecido  al norte del Rio Grande, nos recuerda en esa preciosa  canción de amor: “Siempre hay algo más, que a simple vista no se ve,será que hay algo más, que a simple vista no se ve”. Ciertamente, parece que desde la otra parte del Océano Atlántico, algo está cambiando. Una nueva izquierda más pragmática y realista, una nueva socialdemocracia modernizada y actual con nuevos postulados y adaptada a los problemas actuales de una sociedad cada vez más empobrecida: los problemas medioambientales, el empobrecimiento de los universitarios a causa de su elevado endeudamiento para cursar sus estudios, la problemática de las minorías sociales y su dificultad para adaptarse al sistema, la devaluación salarial de los trabajadores generando una pérdida de su poder adquisitivo, la sanidad universal etc…

La verdad es que algo está cambiando aunque a simple vista no sé ve. La victoria de López Obrador a la presidencia  Mexico y de la candidata demócrata por el barrio del Bronx en Nueva York, Ocasio Ortiz, a las primarias del partido Demócrata, dan señales que algo se mueve, que algo se regenera, que algo se está transformando, que ese inmovilismo ideológico y político que tanto palpitamos ve su fin.

 

Parece ser que al final de todo, las tesis de los senadores demócratas: Bernie Sanders y Elizabeth Warren  se van imponiendo y ganando adeptos en la  sociedad americana  a través de las redes sociales y movimientos sociales tipo MOVEON , los cuales, mediante su activismo político van influyendo a muchos jóvenes inquietos a cambiar las cosas como por ejemplo: el mal funcionamiento del sistema, la desigualdades sociales o la destrucción del planeta. Por cierto, apunten el nombre de Elizabeth Warren, seguramente y con mucha probabilidad será la nueva presidenta de los Estados Unidos.

A todo ello me viene a la memoria el último libro del divulgador y matemático británico, Marcus du Santoy: “Lo que no podemos saber”. Libro que lo podríamos catalogar dentro de la filosofía del conocimiento y donde el  autor nos introduce en el  mundo de las matemáticas actuales y los límites inalcanzables para la mente humana. De escritura fácil, lectura placentera y de comprensión esotérica para los no entendidos en las artes de la matemáticas. No por eso, sea de lectura recomendable, más diría que debería ser obligatoria en los centros de enseñanzas de nuestro país. País que mal queda dicho y aunque intenten disimular los poderes políticos tenemos un nivel bajísimo en Ciencias Exactas. Y es que desde tiempos de Ramón y Cajal no se conoce ninguna aportación interesante al mundo del lenguaje universal por parte de la comunidad científica peninsular.

 

Una de las teorías matemáticas que nos habla Marcus du Santoy, es la teoría del caos, descubierta por error cuando intentaba demostrar las tesis de la mecánica celeste para tres cuerpos planetarios, el matemático e ilustrado, Henri Poincaré.

 

Esta teoría del caos, conocida popularmente como efecto mariposa, establece que pequeñas perturbaciones en sistemas dinámicos a largo plazo pueden crear grandes perturbaciones. Se utiliza, sobre todo, en las predicciones meteorológicas a través de ecuaciones diferenciales ya establecidas predeterminadamente. Y por eso,  es difícil dar predicciones  más allá de tres días consecutivos. Siempre hay pequeñas perturbaciones que modifican las trayectorias de los fenómenos meteorológicos que dan al traste cualquier predicción del tiempo.

 

Aunque la teoría del caos, no solo se aplica a las predicciones meteorológicas, sino también en otros campos de la ciencia, todo es de decir, que  no es de mucha utilidad dentro del campo de las ciencias sociales.

 

Entre otras cosas, debido a su complejidad, lo que la hace casi inútil para su aplicación en esa parte del saber. Los costes de aplicación son superiores a los resultados obtenidos. No obstante, si cogemos la idea principal: pequeñas perturbaciones provocan grandes cambios a largo plazo. No sería equivocado pensar, que esa transformación ideológica del partido Demócrata iniciado per Bernie Sunders y Elizabeth Warren  esté provocando un gran cambio del pensamiento económico, social y cultural a la otra orilla del Atlántico. Y como canta con su voz tan peculiar la compositora y activista xicana, Julieta Vengas, seguramente, Algo está cambiando.