The news is by your side.

¿Fuerzas Armadas o club de uniformados?

Andalucía donde probablemente sea mayor el número de los MTM que, a los 45 años, deben abandonar las FAS.

Ayer, 12 de mayo, se produjo lo que pretendía ser una manifestación ante el ministerio de Defensa, que apenas logró concentrar a 100 manifestantes. Había sido convocada por cuatro asociaciones profesionales militares contra la pérdida de la condición de militar de tropa y marinería (MTM) al cumplir 45 años, así como para reivindicar mejoras salariales. Las convocantes fueron las mismas cuatro asociaciones que, en el pasado abril, no asistieron al pleno extraordinario del consejo de personal (COPERFAS) presidido por la ministra de defensa, Dolores de Cospedal dedicado al Plan Integral de Orientación Laboral de los militares. Tanto del plantón a la Ministra como de la manifestación de ayer se había descolgado ASFASPRO, de suboficiales. Por lo que se ha visto, la protesta callejera, tan de moda hoy y que parece servir tanto para un roto como para un descosido (e.g.: pensiones, modificaciones legislativas, secesionismo), tiene poco éxito en el mundo militar.

Pero cuántas medias verdades y desinformación se ven y oyen en algunos medios y redes sobre los militares de tropa y marinería (MTM) que, al cumplir los 45 años sin haber logrado una salida civil o haber ingresado en otros cuerpos militares, tienen que abandonar las Fuerzas Armadas (FAS) en cumplimiento de la ley. Y cuánta demagogia hay que aguantar, incluso de formaciones políticas con representación parlamentaria, en relación tanto al personal —el mayor activo de las FAS—, como a la defensa nacional.

 

La ley 8/2006, de tropa y marinería, vino a remediar el desaguisado provocado, a finales del siglo pasado, por el presidente Aznar (en comandita con el que creíamos “honorable” Pujol), al suspender precipitadamente el servicio militar

 

y pretender unas FAS plenamente profesionales sin que los MTM lo fueran. Porque sin la conscripción, que aseguraba un contingente anual, el reclutamiento se desplomó, ya que el nuevo sistema  estaba dominado por la temporalidad: los MTM tenían que “echar los papeles” cada dos o tres años para seguir siéndolo.

El legislador, con acertado criterio, tuvo bien en cuenta que el oficio militar demanda en muchas ocasiones y destinos unas excelentes condiciones psicofísicas. Porque los Ejércitos no son ONG,s: hacen la paz mediante la preparación para la guerra. Y así, la 8/2006, buena y oportuna ley, diseñó un modelo basado en tres clases de relación de servicios. La primera, de compromiso inicial, renovable hasta un máximo de seis años de duración. Cumplida ésta, se abre la segunda: suscribir otro compromiso, de larga duración (CLD), que llega hasta los 45 años de edad. Alcanzada esa edad sin haber adquirido la condición de soldado/marinero permanente, cesa automáticamente la relación de servicio activo en las FAS y, el que quiera, teniendo al menos 18 años de servicio, pasa a la condición de reservista de especial disponibilidad, con derecho a percibir una asignación económica de 600 euros mensuales (incompatible con cualquier otra retribución procedente del sector público). Durante el CLD, reuniendo ciertas condiciones, según los años de servicio y mediante concurso-oposición a las plazas que anualmente se determinen, se abre la tercera: la de permanente.

 

Los permanentes, alcanzados los 45 años de edad, continúan como MTM desempeñando funciones logísticas y de apoyo a la fuerza.

 

Durante los años que transcurren entre el compromiso inicial y el CLD, son muchos los MTM que se esfuerzan, preparan, opositan y acceden a la condición de permanentes, a las academias militares de oficiales y suboficiales, y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado (guardia civil y policía nacional) donde tienen plazas reservadas. En las unidades, se desarrollan cursos de preparación para bachillerato, o para el acceso a la universidad para mayores de 25 años. Se les facilita el estudio y se les da oportunidades de cursos diversos, bien que no tengan garantizadas las correspondientes titulaciones, si no los hacen o no los superan. Naturalmente, el esfuerzo personal a desarrollar es grande. Unos lo hacen y otros no. Tampoco debe desconocerse que Defensa no  se ha ocupado mucho en estructurar otras opciones para dar salida a la mayoría de los MTM de CLD, como sería el título de técnico de grado medio en defensa y seguridad. Por otra parte, es curioso que ayuntamientos y autonomías, que hasta no hace mucho reservaban plazas para MTM, al cambiar el color político en aquéllos han dejado de apoyar el sistema. Son los mismos partidos que levantan su voz indignada para que se coloque a los que ellos no quieren colocar.

 

Por tanto, que nadie venga ahora diciendo que “te echan inopinadamente a la calle” como se oye por ahí. En mi opinión, la pirámide de edades debería rondar a un 50% de compromiso inicial, un 35% de CLD y un 15% de permanentes.

 

Porcentajes algo variables en función del Ejército del que se trate. Seamos claros: o tienes 600 efectivos en plenas condiciones psicofísicas para organizar un batallón  o 200 para dotar una fragata o, simplemente, no tienes respectivamente ni un batallón ni una fragata operativos. La idea de “estibar” a todos los MTM de CLD hasta la edad de retiro llevaría a lograr las FAS más avejentadas, inoperativas y caras del mundo. El tema de la operatividad ―a ver si se enteran los políticos que tratan de estos temas― es clave. La operatividad es la razón de ser de las FAS. Sin ella no hay FAS, sino un club de uniformados. Un club carísimo además. Porque no hay FAS más onerosas que aquéllas que cuando se les ordene ¡adelante! no sean capaces de cumplir el total de sus cometidos.

En consecuencia, es en Andalucía donde probablemente sea mayor el número de los MTM que, a los 45 años, deben abandonar las FAS y salen al mercado de trabajo. Por tanto, pienso que la Junta de Andalucía debería llamarse a parte en la solución del problema, facilitando la salida a esos MTM.
En Andalucía se concentran multitud de unidades importantes, instalaciones, bases y organismos militares de los dos Ejércitos y la Armada. Destacan: Cerro Muriano (Córdoba), Viator (Almería), Ronda (Málaga), Rota (Cádiz), Morón (Sevilla). Asimismo, dos cuarteles generales de primer nivel: la Fuerza Terrestre (Sevilla) y la Flota (Rota), así como el Mando de Doctrina del ET (Granada). Existen además dos bases de primer nivel: la naval de Rota y la Aérea de Morón. En consecuencia, es en Andalucía donde probablemente sea mayor el número de los MTM que, a los 45 años, deben abandonar las FAS y salen al mercado de trabajo. Por tanto, pienso que la Junta de Andalucía debería llamarse a parte en la solución del problema, facilitando la salida a esos MTM.

En todo caso, no parece serio plantearse o salvar el modelo o salvar los soldados. Es una falsa alternativa. No es de recibo pensar en solucionar el problema vital de los MTM de CLD dejándoles hasta el retiro en las plantillas de las FAS. Búsquense las soluciones que sean. Increméntese lo necesario la prestación tras el cese en las FAS. Colóquenselos a quien sea. O cualquier otra medida que pueda ser razonable. Porque si a la estrechez presupuestaria, añadiéramos la vetustez del personal la defensa nacional sería una quimera y un estéril despilfarro. Que nadie se engañe: el objetivo esencial debe ser asegurar la operatividad de las FAS, no cargársela.