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Modo minimalista

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Clara Guzmán*

_Niña, ahora todo son recomendaciones para ir vestido a la Feria. Que si no se ponga la flor así, póngasela asá. Que si el hombre con chaqueta y corbata. Hija, la Feria tiene un chaparrón de años y nunca hemos necesitado un guía burro.

_Eso lo escriben para los forasteros de fuera, mujer, que hay algunos que vienen hechos unos espantajos.

_Cuando lo único que tenían que escribir es que en la Feria tenemos que estar todos en modo minimalista, para evitar colapsos en urgencias. Que están los médicos que echan las muelas.

_¿Y eso qué es María del Carmen?

_Eso es, como dicen los redichos, que menos es más. Mira, un ejemplo muy práctico. Tu marido te pregunta este año: “Niña, ¿nos acercamos a la caseta del grupo de empresa?”  Tu respuesta tiene que ser sí o no. Y punto pelota.

_¿Y punto pelota? No, hija, no.

_Sí, ya sé María Auxiliadora que tú le restregarías otra vez aquella ocasión en que estaba muy perjudicado y se empeñó en sacar a bailar a la directora de Recursos Humanos.

_No me lo recuerdes que empiezo a hiperventilar. Se empeñó en que pusieran las sevillanas del Mani, esas de que te como, te como, ¡ay, que te voy a comer! Los compañeros, ya sabes, jaleándolo, y mi marido que se había tomado una mijita de vigorix o algo así, aquello no era un hombre, aquello era un troglodita. Y yo le decía, niño, piensa en el pan de tus hijos. Y él, que sí, María Auxiliadora, que ese también me lo como.

_Si me lo sé de memoria, niña.

_Y aquel hombre sin chaqueta, con la camisa por fuera y enseñando un cuerpo menos diez; o sea, un cuerpo escombro, y yo con extrasístoles dándole gracias a Dios que todavía no estuviera de moda hacer vídeos y subirlos a la red en vez de ayudar al necesitado.

_Sí, porque hubiera sido viral y hoy estaría en los “guasás” . Tampoco te hagas ilusiones de que fuera “tendencia tópica” o como se llame eso del Twitter porque tu marido es un empleado más de un Banco.

_Mira, para estos casos agradezco no haber picado alto, María del Carmen, porque entonces me hubieran tenido que llevar dos veces a urgencias.

-Tú sigue la pauta de mujeres como Isabel Preysler o la Esther Doña.

_¿Y qué hacen esas?

_No ser barrocas, niña. Al grano. Que Mario quiere ponerse a escribir mientras ella posa y reposa, no hay problema. Que el marqués de Griñón se duerme porque ya tiene una edad, la Doña se toma un lingotazo de aceite de oliva y ¡hala! aquí paz y después gloria.

_Ya, pero yo soy sevillana y en mi sangre llevo el barroco, María del Carmen. Yo no tengo la sangre de horchata como esas señoras.

_Pues hay que aplicarse el cuento. No te vayas a parecer tú a la juez Alaya.

_¿Qué le pasa a esa señora ahora?

_Que no es minimalista. El otro día dijo que mueven a los jueces a su antojo y usan a los fiscales como lacayos. Y  añadió que el PSOE y el PP pactaron para echarla del caso ERE. Vamos, que todo está manipulado. Algo sabrá ella, que es juez.

_Eso por lo menos es lenguaje del XVIII.   ¡Qué intensidad! No sé lo que es lacayo pero debe ser algo así como que te cierran el pico. Vamos, fiscales objetos, ¿no?

_Sí, algo así, María Auxiliadora. Y ella, Ere que Ere. Con dos… erres, como el barroco.

_Pero, ¿quién hace eso, María del Carmen?

_Pues los de arriba.

– Mira, con dos erres. ¿Los del ático?

_ Los de Madrid.

_¿Los que vienen a la Feria?

_¡Ay! María Auxiliadora, para qué te aconsejaré, si no hace falta que estemos en Feria. Minimalista eres tú.

 

*Clara Guzmán es Periodista.

@telademoda