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Mujeres, hombres, salarios y viceversa

Opinión/ Juanma Vidal.- El país sigue arrastrado por el drama de la profunda crisis económica, al tiempo que el desempleo encabeza la lista de las preocupaciones del CIS. Ahora, ello no debe ocultar las hondas desigualdades que siguen reproduciéndose secularmente. Una de ellas es la llamada “brecha salarial» entre hombres y mujeres, con especial raigambre en Andalucía.

Desde la UE definen esta fisura como “la diferencia existente entre los salarios percibidos por los trabajadores de ambos sexos, tomando como base la diferencia media entre los ingresos brutos por hora de todos los trabajadores. Por término medio, las mujeres de la UE perciben cerca de un 16% menos por hora que los hombres”.

Este “boquete” salarial no es igual en toda Europa, valga como ejemplo que en Italia es inferior al 10%, mientras que supera el 20% en Alemania. Y ello pese a que las mujeres logran mejores resultados académicos que los hombres tanto en escuela como en universidad.

Según datos extraídos de la Agencia Tributaria las mujeres asalariadas de Andalucía son las peor remuneradas de toda España de media anual, con 12.223€, junto con las de Extremadura (12.235€). Esto representa un 33,6% menos que los hombre de su comunidad, y hasta un 40% si hablamos del mundo rural. Pero agárrense los machos: perciben un 41% menos que las mujeres de la Comunidad de Madrid, las mejores remuneradas, con diferencia. Por tanto, una mujer debe trabajar casi tres meses más para igualar los emolumentos medios de un varón en la región.

Hay que consultar otras fuentes para concluir que dentro de la UE la mayoría de los contratos para las mujeres son a tiempo parcial, lo que igualmente se reproduce en Andalucía. El 34,2% de las asalariadas andaluzas tienen contrato temporal, ratio levemente inferior al de los hombres (35,2%) y muy superior al del resto de mujeres de España (24,3%). Tampoco es manco el dato de mujeres que están trabajando con contratación a tiempo parcial (ctp), el 31%, frente al 10% de los hombres. Y solo en 2015 los ctp son el 42,9% de los mismos para mujeres y el 23,7% para varones.

Como apunta Elisabeth García, Secretaria de Mujer de CCOO-Andalucía “la temporalidad está totalmente instaurada en nuestras relaciones laborales, es muy común, en las mujeres más, y se incrementa con el contrato a tiempo parcial. Con la “justificación” de que la mujer se queda con los hijos  o familiares dependientes, las empresas tienden a decir que es la mujer la que pide el contrato a tiempo parcial, cuando esa no es la realidad, sino que es el tipo de contrato que te ponen delante y eso reduce el salario”   

Esto va en consonancia con los datos de desempleo, que no son precisamente boyantes en la región andaluza (31,7%), que aporta el 24% del monto total del país, vamos, que 1 de cada 4 parados reside en esta comunidad. No es más halagüeño el dato femenino, con una tasa de paro del 34,4% para las mujeres, que representan un 24,15% del total de España. Destacado el paro de las chicas menores de 20, que alcanza un 82%, frente al 60% de los chicos; y en intervalo 25-54, que sube hasta el 33% frente a poco mas de 27%. Visto así, una de cada cuatro féminas sin trabajo mora en Andalucía ¡Casi nada!

Ya asistimos a la presidencia de la Junta por una mujer, como antes otras ocuparon el sillón de la alcaldía de Sevilla o Córdoba. Hora va siendo de equiparar derechos como el de un salario igualmente digno y que reconozca los valores profesionales en idéntica medida.

  Esta situación se traduce en la menor obtención de ingresos en su vida, que paralelamente influye en menores remuneraciones por desempleo, menores pensiones debido a una menor posibilidad de cotizar más y con ello un mayor riesgo de pobreza. Respecto a las prestaciones medias anuales por paro de las mujeres son un 22,3% más bajas que las de sus compañeros varones. En cuanto a las pensiones, las mujeres cobran de media anual 3.685€ menos que los varones, lo que supone un 35,4% menos que ellos.

Entre las razones que justifican esta situación, como indican desde CCOO-A, están “las reformas del Gobierno, los recortes, la precariedad laboral, la discriminación salarial, la segregación vertical referida a la dificultad de no poder acceder a puestos de mayor responsabilidad lo que repercute para ganar menos, limitando el acceso a ciertos puestos, etc. También hay sectores más feminizados que tienen una menor consideración social como tareas de cuidado, del hogar, de limpieza…sectores peor pagados y peor reconocidos”.

La paridad garantiza la presencia de la mujer, pero no tanto por sus verdaderos méritos, que son los que se deben reconocer

Para erradicar la brecha salarial de género y promover la igualdad en todos los ámbitos, del empresarial al educativo, la Junta presentó en septiembre pasado un anteproyecto de ley que garantizará el desarrollo de medidas para la conciliación de la vida laboral, familiar y personal en los centros educativos y se impartirán asignaturas obligatorias en materia de igualdad entre mujeres y hombres en las universidades andaluzas.

Otras medidas relevantes será la obligación de fijar centros de infantil en empresas con más de 500 trabajadores, y la realización de inspecciones periódicas para analizar retribuciones y, llegado el caso, aplicación de sanciones de hasta 120.000€ en caso de discriminación sexual ante igual capacitación.

García, de CCOO-A remarca la necesidad para su región de “un plan de empleo fuerte, políticas activas de empleo específicamente dirigidas a las mujeres, promoción de planes de igualdad de obligado cumplimiento. En Andalucía solo el 28% de las empresas obligadas tienen planes de igualdad, el resto no, y muchas empresas ponen dificultades para hacerlo. También es fundamental la conciliación familiar, pues mejorando los derechos de mujeres y hombres se equiparará la situación y no va caerá todo el peso solo sobre la mujer”.

La cultura, la sociedad, hasta el rol de las propias mujeres ha cambiado. La paridad garantiza la presencia de la mujer, pero no tanto por sus verdaderos méritos, que son los que se deben reconocer en un sistema más meritocrático que paritario, que puede llegar a cosificar a sus profesionales. Ya asistimos a la presidencia de la Junta por una mujer, como antes otras ocuparon el sillón de la alcaldía de Sevilla o Córdoba. Hora va siendo de equiparar derechos como el de un salario igualmente digno y que reconozca los valores profesionales en idéntica medida.