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Niza: Psicopatía y terrorismo yihadista no son excluyentes

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Pilar Enjamio

Estableciendo una clara diferenciación entre el psicótico y el psicópata siendo la base del primero una enfermedad mental y claro predominio de la maldad en el segundo.

Analizando el comportamiento de Mohamed y su desequilibrio y violencia fruto de una vida de excesos, promiscuidad sexual, drogas, alcohol, es ya un terreno abonado para una pronta y veloz incorporación en las filas del terrorismo islamista. Las psicosis tienen un origen genético pero también pueden ser causadas por ingestión y abuso de alcohol o drogas generando alucinaciones auditivas y visuales y por tanto de fácil convencimiento de una secta como es el yihadismo radical. Ese adoctrinamiento para retar al monstruo que se adentra mentalmente como el enemigo representado por Europa aquí da frutos de forma inminente.

El cuerpo no importa sino que es meramente un arma de guerra. La recompensa estará en la otra vida con felicidad y bellas mujeres. Así como el corta césped arranca la mala hierba un autobús segó las vidas de los enemigos de Alá.

Cuando una personalidad se apodera de otra no se es consciente del daño provocado a los demás, no hay empatía con el dolor ajeno.

En numerosos medios se ha intentado hacer una comparación del horror de Niza con Andreas Lubitz que estrelló el avión en los Andes. No lo creo a pesar de haber algún punto de coincidencia en rasgos conductuales. Ambos eran solitarios. A veces se dan transtornos límites de personalidad o bordeline fruto de abandonos familiares en la infancia o traumas infantiles, acoso y en situaciones límite una psicosis latente e inicialmente confundible con neurosis o depresión aquí sale a la luz. El copiloto tenía un stress por triplicado que era diagnóstico de una enfermedad, imposibilidad de volar consecuencia de lo primero y sumado a ruptura sentimental. De niño fue acosado y era conocido por un apodo pero todo se diluyó al superar las pruebas para pilotar un avión. Dejar de volar es la vuelta de nuevo a ese pasado doloroso y olvidado. Las mismas voces o alucinaciones auditivas escuchaba por las noches fueron las mismas que le indujeron a estrellar el avión en un lugar donde siempre fue feliz y sobrevoló con su padre, los Alpes y su nombre quedaría grabado para toda la humanidad.

Cuando una personalidad se apodera de otra no se es consciente del daño provocado a los demás, no hay empatía con el dolor ajeno. Dista mucho de la psicopatía de Mohamed consciente totalmente de su acción y sabiendo que destruiría vidas inocentes pero para su óptica demoniaca. No veo un intento de que su nombre quedara grabado para la humanidad ni veo sufrimiento vital. Violencia familiar, violencia a mujer e hijos y violencia y nulo respeto a la vida ajena. ¿Acaso si la policía no le hubiese tiroteado seguiría provocando más actos de horror? No hay culpabilidad ni pena por el dolor ajeno porque simplemente es un reto y destrucción de el enemigo. Todo por Alá , todo en nombre de la secta más letal.