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Oh bella ciao

¿Con quién se relaciona la élite dirigente del Psoe que ha perdido la capacidad de intuir lo que hará la gente?

 

Solo les diré un nombre: Almería. Ahí vivo. Y, como en la canción, esta mañana me he despertado y he contemplado a…los fascistas. Las redes sociales, los articulistas de los periódicos más serios y, al mismo tiempo, menos vendidos, todos alertan sobre el peligro.

Mi hermana la mayor, que me quiere mucho, me llamó preocupada: sal de ahí ahora mismo, a ver si te van a coger los fascistas y te van a llevar a un invernadero de concentración de esos. Ya dije: no hay nada de que preocuparse, soy tan blanco que parece que llevase muerto tres días. Insistió: sí, pero se van a dar cuenta que no eres de ellos porque dice El País que los de El Ejido no leen y tú, una vez, leíste un libro.

Ya ven, hay preocupación y, al mismo tiempo, curiosidad morbosa. Este puente las reservas hoteleras han aumentado en El Ejido. Será por ver como son los fascistas en vivo, como se desenvuelven en su medio ¿beben leche? No lo pregunto en plan por decir. Leí que en los actos de la alt-right americana (los fachas de allí) beben leche a morro, porque los blancos -fíjate tú- son tolerantes a la lactosa debido a algo genético que pasó en la antigüedad. Los de otros colores no lo son. Recuerdan que en septiembre la Junta se olvidó de Almería en lo de “las diez rutas con sabor”, pues los nuevos tienen aquí una oportunidad: la ruta del facha y el jamón. Lo del jamón, super importante, sería como lo de la leche en los fachas americanos.

 

Ya ven, hay preocupación y, al mismo tiempo, curiosidad morbosa. Este puente las reservas hoteleras han aumentado en El Ejido.

 

¡Qué de vueltas da la vida! Cuando estudiaba en Salamanca, a la ciudad de al lado la llamaban Fachadolid. Ahora el alcalde es socialista. Me vine a Almería. Todo era socialista, el Gobierno central, el autonómico, la Diputación, la ciudad, los pueblos, todo menos yo. Ahora siento que solo yo lo soy. En mi calle, seguro. Y es la capital. No es que fuera a votar con una emoción que no veas, pero me dije, venga si es que conozco a los de la lista y son buena gente (en general). En la cabina las papeletas de Vox tenían pinta de tener trajín. Total, que si sumamos a PP, Cs y Vox, son el 90% de la calle.

Podríamos preguntarnos qué ha pasado para esta evolución, en que ha fallado el socialismo, y sobre todo ¿con quién se relaciona la élite dirigente del partido que ha perdido la capacidad de intuir lo que hará la gente? Otra opción es responsabilizar al votante, al socialista abstencionista. Y en eso andan.

¿Quién está también preocupada, por los andaluces, para evitar que gobierne la extrema derecha? La presidenta en funciones. Que ya dijo algo sobre los fachas cuando estuvo aquí, en un mitin en Roquetas de Mar, al ladito de la que sería la zona cero de Vox. El público era entusiasta y confiado en la victoria. Nos ponemos en el dos de diciembre, Roquetas de Mar: PP 25,38%, Vox 22,55%, Cs 18,42%, PSOEA 17,35%.

Volviendo al antes, los máximos responsables del socialismo almeriense veían al PSOE en el mejor momento “en estos siete años”. La imagen cambia al dos de diciembre: Con el 25,92% de los votos, recoge el peor resultado de su historia. Tal vez lo creían, o lo decían por ilusionar. En cualquier caso se reveló como un error de estrategia garrafal: motivó a los que estaban en contra y dejó en casa a quienes deseaban dar un susto.

 

¿Quién está también preocupada, por los andaluces, para evitar que gobierne la extrema derecha? La presidenta en funciones. Que ya dijo algo sobre los fachas cuando estuvo aquí, en un mitin en Roquetas…

 

Este es el problema. La incapacidad de intuir los acontecimientos y, después, para afrontar la realidad y actuar en consecuencia. Su estupor inicial se transfirió a quienes leyeron la opinión de la cúpula dirigente del socialismo provincial: que somos los más votados en 67 municipios y el PP solo nos saca 1,32 puntos. La pena es que “nuestro electorado” se ha abstenido -vaya, por Dios- y “nos ha impedido tener más votos que el Partido Popular” A ver, que me centre, como la abstención aumenta un 3%, ahí tenemos la clave, si hubieran ido a votar se ganaba al PP.

El bipartidismo es historia. Entonces, que más te dará quedar por delante del PP, cuando los votantes a la derecha del PSOE suponen el 60,40% del censo. Y lo de los pueblos ¿es una especie de tranquilizador mensaje de cara a las municipales? Los habitantes de esos pueblos caben todos en una furgoneta. Que no tengo nada ni contra ellos ni contra las furgonetas. Pero cada uno de ellos solo vota una vez, una vez.  Así, a ojo, y con este ánimo, olvidada Diputación, y grandes y medios municipios.

¿Qué reflexión es esta, amigos? y os lo pregunto con la autoridad que me da ser vuestro votante de mi calle. El análisis que el socialismo debe hacer requiere un poco más de profundidad. Lo malo es que, si pensamos mucho, llegamos a concluir que con los mismos mimbres no se hacen cestos diferentes.

No nos dispersemos. La preocupación por la extrema derecha es compartida por La Presidenta y mi atribulada hermana, solo que mi hermana no puede hacer nada. La Presidenta sí. Aquí vuelve a sonar en mi cabeza Bella Ciao. Si el mal vislumbrado es tan grande, cualquier sacrificio es poco. Paremos a los ultras, no toleremos que condicionen la política andaluza. Si para ello hay que sacrificar a nuestra hija más amada, un poco como Abraham estuvo dispuesto a hacer con su hijo Isaac, se hace. Como él podremos decir: “Por mí, por amor de mí mismo lo haré, para que no sea amancillado mi nombre, y mi honra no la daré a otro”. Honra en este caso es la Junta.  ¿Por qué no llegar a un acuerdo con Ciudadanos, que respalde Podemos? El nombre del Presidente es lo de menos, cuando de parar al fascismo se trata. De otra forma, no resultaría creíble que el peligro sea tanto y no se haga lo posible, olvidando los egos. Sonaría a excusa para intentar mantenerse en la batalla, sino guerra, cuyos tambores empiezan a retumbar ya en el Partido. Es el momento de los héroes, y los héroes -y heroínas- se inmolan por el pueblo amado. Irse va a haber que irse, amigos, pues, hágase con grandeza.