The news is by your side.

Patología obsesiva de fanáticos contra Adrián

pilar_enjamio
Pilar Enjamio*

Adrián, un niño de ocho años ha sido el héroe que ha dado la vuelta al ruedo y en ese instante se ha sentido torero cargándose de positividad en la lucha ante su enfermedad. Ese recuerdo de felicidad será un empuje trascendente en su recuperación extrapolando el torear en una plaza al toreo ante la fuerza de las dificultades en la vida.

Insultar y desear la muerte deben constituir un grave delito contra el derecho fundamental inherente al ser humano como es su vida y su identidad de ser libre. Aquí el delito debería tipificarse de forma triple al tratarse de un menor y a sabiendas de la protección de la infancia sumado además un componente de enfermedad en el menor.

Podríamos decir Adrián no es un enfermo porque la patología la tiene el fanático siendo uno de sus rasgos de base la obsesión. El fanatismo es una perturbación del pensamiento y el peligro es cuando en un estado de enajenación mental se produce en la conducta a través de violencia generadora de desgracias. No representa la pasión de un fan hacia un lugar o un actor o un cantante definidos como admiración al otro sino que aquí el fanatismo es destrucción de la idea y sentir del otro.

Ese recuerdo de felicidad será un empuje trascendente en su recuperación extrapolando el torear en una plaza al toreo ante la fuerza de las dificultades en la vida. 

El fanático es enemigo de la libertad porque sólo él es poseedor de la verdad de forma tajante y la imposibilidad de debate es obvia. Para profundizar en el conocimiento hay que descubrir la verdad del otro pero el dogmatismo base de los fanáticos donde sólo existe su verdad absoluta nos clarifica la existencia de una idea obsesiva compulsiva y repetitiva sin razonamiento. Intransigencia, no admite criticas con un maniqueísmo bestial , diferencias radicales sin matices. O estás conmigo o eres mi enemigo. Esta actitud reduccionista lleva a etiquetas e insultos y discriminación a quienes no comulgan con sus paranoias.

El autoritarismo de un modelo de sociedad y de creencias particulares les lleva a imponer sus ideas,  a no dialogar, a no respetar al contrario. Respetamos los animales a sabiendas de su efecto terapéutico como la equinoterapia en el autismo, a los que conviven con animales del mismo modo máximo respeto a los que no les gusta la opción de convivir con ellos. Prima el respeto por encima de todo al ser humano y máxime un menor que lucha por su vida y sueña y estos sueños son la mejor terapia y el mejor tratamiento.

Adrián es un niño feliz mientras que otros deberían tratar sus frustraciones y canalizarlas de modo adecuado. Adrián, yo sé que cada noche revivirás ese día tan feliz en que cumpliste tu sueño torero .Y a mi me importas tu y tu y lo primero tu. Estamos contigo y con la gente que contribuyó a tu felicidad y se llaman toreros.

 

*Pilar Enjamio es Psicólogo