Pensamiento positivo
¿Pero no te dicen que hay que sonreír? _A todas horas. La sonrisa atrae más sonrisa. _¿Y con eso se come? _¡Qué materialista eres, hija!
_¿Qué haces, María Auxiliadora?
_Persiguiendo sueños, María del Carmen.
_¿Y los alcanzas?
_Oye, que el pensamiento positivo tiene también su peluseo.
_O sea, que no es un aquí te pillo, aquí te mato.
_Tiene su proceso, porque cuando sales de la zona de confort, te puede pasar de todo.
_¿Y a ti qué se te ha perdido fuera de la zona de confort; vamos, fuera de estar tumbá en tu falso Roche Bobois?
_¿Qué se me va a perder? El cambio.
_¿Pero todavía estamos así?
_¿Cómo?
_¿No eran los del PSOE los que ofrecían el cambio?
_Ya, pero las cosas han cambiado mucho.
_¿Y eso?
_Ahora si no tienes el título de “coach” es como antes si no tenías la reválida de Sexto.
_¿Y tú eres “coach” ni ná?
_Yo no, pero estoy en ello.
_¿O sea, que te vas a hacer maestra Liendre, que de todo sabe y de nada entiende?
_¿Pero eso no eran los tertulianos?
_También. Si es que mal de muchos, epidemia.
_Yo me he buscado un mentor.
_¿Y te menta?
_Bueno, por ahora me ha sacado tres mil euros.
_¡Jesús, María, José, la borriquita y el buey!
_Mira que eres negativa y tóxica.
_De caridad cristiana os enseñan poco.
_Esta gente es protestante.
_¿Y cómo lo sabes?
_Porque de conflicto, cero, y a la culpa, puñalá.
_¡Qué profundidad!
_Estas cosas son serias.
_¿Pero no te dicen que hay que sonreír?
_A todas horas. La sonrisa atrae más sonrisa.
_¿Y con eso se come?
_¡Qué materialista eres, hija!
_¿Oye, y si del sueño pasas a la pesadilla?
_Eso no viene en el programa.
_Infórmate a ver.
_Yo voy ahora por la clase de habilidades emocionales.
_Vamos, para echarse a llorar.
_¡Qué poca empatía tienes!
_Una cosa te voy a decir, como tropieces en un escalón en tu ascenso a la fama, no me vayas a echar las culpas. Que te conozco.
_¿A ti? ¿Y para qué te crees tú que están ahora los guardaespaldas?