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Policía y Derechos Civiles

El principio policial a aplicar en nuestra democracia, y que que impera en los países de nuestro entorno, debería ser el de mínima intervención

Jose Manuel Sanchez Fornet
José Manuel Sánchez Fornet

Afirmar siendo policía que España es un país sociológicamente franquista, donde los cuerpos de seguridad practican técnicas operativas impropias de un Estado de Derecho que respete los derechos civiles de la ciudadanía, que son sistemáticamente despreciados, y que a la vez la Guardia Civil y la Policía sean las instituciones más valoradas por la ciudadanía puede parecer una afirmación gratuita y políticamente incorrecta, pero creo que es así y lo baso en datos reales. Hace años que he denunciado estas técnicas policiales y anoche decidí escribir sobre ello en este espacio.

Eran las 2 de la madrugada de hoy viernes 15 de enero, venía de viaje y en la rotonda que hay en Alcalá de Guadaíra que conduce al viejo puente del tren con salida hacia Utrera o Dos Hermanas había un control de 3 “Zs” y su dotación personal, seis compañeros. Era fácil irse del control porque era uno solo con una señal quien decía que te detuvieras, lo normal en un país donde la criminalidad violenta es baja, y mejor así que no esos controles de guerra tipo militar y gente mal encarada que te mira y habla como si presumiera que eres un asesino y no un ciudadano libre y con derechos (de esos los he visto desde Policía Local a Guardia Civil, pasando por la Nacional, porque he viajado mucho por España en coche).

Te mandan aparcar el coche en la zona opuesta de la rotonda, llega otro compañero por la derecha que dice “saca las llaves del contacto y ponlas sobre el salpicadero” pero con buena educación, hablando normalmente y no con ese tono imperativo que he sufrido en otras ocasiones. Por eso me identifiqué, porque estoy esperando uno de esos cacheos y registros a “cara de perro” sin identificarme para denunciar al que dio esa orden, pero en este caso no me pareció oportuno, mostré mi placa y pude seguir.

[blockquote style=»1″]En muchos países de Europa un policía no puede solicitar identificación de un ciudadano si no explica la razón para ello, y los mandos controlan que no haya extralimitaciones. Aquí es al revés, la estrategia operativa en todos los cuerpos de seguridad es hacer palotes.[/blockquote]

Vi que en sentido contrario detenían a otro coche más grande y de distinto color al mío, con lo que es evidente que no se buscaba un coche concreto donde se pudiera esperar encontrar armas o drogas, sino que era un control ordenado por la superioridad para conseguir “palotes”, estadísticas de identificados, si hay alguno en busca y captura (eso puede pasar por una disputa vecinal, que hayas cambiado de domicilio, una citación de un juicio por accidente de tráfico… no hay que ser un criminal para estar en esa situación), o para levantar actas por incautación de ridículas dosis de hachís a gente normalmente joven, puede que en paro, a la que se les quita la droga para consumo propio y se multa con varios cientos de euros. Curioso lo de la despenalización del consumo de drogas en este país, que se supone puedes hacerlo en tu domicilio pero debe llegarte llovida del cielo, porque si la llevas encima es incautada y eres sancionado.

En muchos países de Europa un policía no puede solicitar identificación de un ciudadano si no explica la razón para ello, y los mandos controlan que no haya extralimitaciones. Aquí es al revés, la estrategia operativa en todos los cuerpos de seguridad es hacer palotes, intervenciones sobre los ciudadanos, ya sea en forma de multas de tráfico o de identificaciones. Y no es algo implantado por este Gobierno. En el año 2009 hubo 13 millones de estas identificaciones en este país, más que en todos los países de la UE juntos.

En Alemania hace pocos meses se pudo leer en la prensa que la policía había decretado una potestad de la que dispone como es establecer la zona durante la que durante un tiempo se podrá identificar a la ciudadanía por razones de seguridad; fue por una semana en un barrio concreto ampliado a otra semana. En Francia hemos leído hace poco que su presidente anunciaba que no se podía estar permanentemente en el estado de excepción –que ya dura un año– y que iba a legislar para que los policías pudieran identificar a ciudadanos sospechosos en zonas concretas que puedan ser objetivo del terrorismo. Aquí se viene haciendo sobre cualquier ciudadano, en cualquier lugar, desde que Franco era cabo, porque el principio de autoridad del agente está muy por encima de los derechos de la ciudadanía a no ser interpelado por un policía si no existe una poderosa razón para ello. O sea, respeto a sus derechos civiles.

[blockquote style=»1″]Y otro día me ocuparé de esos policías que abusan de la fuerza contra los ciudadanos, la violencia gratuita de la bofetada al chaval, vulnerando la ley y sin darle copia del Acta de identificación.[/blockquote]

En España, la fiebre de las identificaciones indiscriminadas y masivas nació con la Ley Corcuera de 1992 y no ha dejado de crecer hasta que, en Madrid, la delegada del Gobierno Cristina Cifuentes (2012 – 2015) ordenó que se rebajara la presión de identificaciones indiscriminadas contra inmigrantes y jóvenes, aunque aun así siguió siendo incomparable con cualquier otro país de Europa, cualquier democracia occidental. La seguridad mejoró porque con tantas identificaciones las patrullas permanecían mucho tiempo estáticas, eran poco visibles y relajada esa presión y  patrullando las calles, en movimiento, tenían un efecto preventivo que provocó la bajada de los delitos.

Tengo la experiencia de haber realizado un viaje, hace tres o cuatro años, saliendo de Madrid temprano, pasando un control de esos de país en guerra, de la Guardia Civil en la A-3, otro de Policía Nacional a las cuatro de la tarde en Benidorm, y otro en la Glorieta Márquez de Vadillo de Madrid a las 12 de la noche. Eso mientras el Gobierno mantenía que este es un país de los más seguros de Europa.

El principio policial a aplicar en democracia que impera en los países de nuestro entorno debería ser el de mínima intervención, que consiste en intervenir solo cuando se presencia un acto que requiera hacerlo, cuando alguna persona lo solicite o atendiendo llamada de la emisora. Lo que se hace hoy vulnera los derechos civiles de la ciudadanía. Y otro día me ocuparé de esos policías que abusan de la fuerza contra los ciudadanos, la violencia gratuita de la bofetada al chaval, vulnerando la ley y sin darle copia del acta de identificación. Eso pasa hoy en nuestro país por la deficiente formación profesional inculcada y por la falta de control de los mandos.