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Políticos en distinta onda

Benito Fdez 2
Benito Fernandez @maxurgavo

Hace unos días oí en boca de un importante responsable del Partido Popular de Andalucía una frase que me dejó estupefacto y me hizo meditar. “El gran problema que tenemos, decía, es que mientras la sociedad ya está en la era digital, nosotros aún seguimos en la analogica”. No le falta razón, pero deduzco que no es sólo un problema del PP sino de los dos grandes partidos del espectro ideológico español, PP y PSOE y, por lo que se está viendo, también de las nuevas fuerzas emergentes por más que estos últimos jóvenes, bien de Podemos o de Ciudadanos, sean expertos en redes sociales y comunicación electrónica.

Creo que la sociedad española hace tiempo que pasó página del ombliguismo que suele trufar los discursos de los políticos, de todos los políticos sean del partido que sean. La diferencia, la brecha entre sociedad y política no es, como dice el citado, la que existe entre la era digital y la analógica, sino la que hay entre el tam-tam e internet, entre el silbo gomero y el móvil vía satélite. Un insalvable abismo difícil de digerir por quienes asistimos como meros espectadores a este esperpento que nos ofrecen cada vez con más asiduidad.

Y es que mientras la sociedad les reclama algo más de honradez y vergüenza, trabajo y esfuerzo, más soluciones a los graves problemas que atravesamos, más diálogo, menos aprovechamiento y más servir a que servirse de, ellos siguen a lo suyo que no es otra cosa que conservar como sea el puesto en el Congreso, en el Senado, en el Parlamento autonómico, en la Diputación o en el Ayuntamiento conseguido en las últimas elecciones para poder vivir otros cuatro años del cuento de la buena pipa sin tener pesadillas con las colas de INEM o con el recorte de la pensión como le ocurre a casi cuatro millones de conciudadanos españoles.

¿A algunos de ustedes les preocupa quién va a ganar el 26-J o lo que les preocupa de verdad es si, por fin, tras más de medio año perdido y tirando el escaso dinero que nos queda en campañas y elecciones van a ser capaces esta vez de buscar una solución que contente a la mayoría del personal?

Desde hace tiempo circula por los correos electrónicos un mensaje que afirma que en España hay cerca de medio millón de ciudadanos que viven de la política, y que eran exactamente 445.568 en el año 2011. El doble que Italia y trescientos mil más que Alemania y más que médicos, policías y bomberos juntos, o al menos eso asegura el mensaje que exige un drástico recorte de personal, un masivo ERE público y político para situarnos cuanto antes en los niveles medios de la Unión Europea. No digo que ese e-mail sea cierto y que no se trate de un bulo viral más de los que asiduamente corren por las redes e internet, pero no cabe duda de que en este país sobran políticos, muchísimos políticos que no sirven para nada y que estamos pagando todos a precio de oro con nuestros impuestos. Hay quien dice que ese gasto es el “chocolate del loro” y que no repercutiría mucho en nuestra maltrecha economía. Puede ser, pero les aseguro que si el próximo Gobierno que salga de las urnas y de los posteriores pactos el 26 de junio adoptara una medida ejemplar de este tipo, les aseguro que se ganaría el respeto y la admiración de miles de españoles.

Mientras tanto seguimos asistiendo como convidados de piedra al entrenamiento que realizan todos los líderes pòlíticos ante la campaña que se avecina. Mariano Rajoy y el PP siguen empeñados en vendernos su buena gestión económica como el gran logro de estos cuatro años y medio mientras sus votantes se siguen metiendo las manos en los bolsillos para evitar que el Gobierno en funciones les quite lo poco que les ha dejado. Pedro Sánchez y el PSOE continúan jugando a las tres en raya sin decidirse si volverán a pactar con Ciudadanos o con la nueva coalición Unidos Podemos que amenaza con merendarse a los socialistas de un solo bocado. Pablo Iglesias se ve cada día más cerca de la Moncloa y está a la espera de que Sánchez le ponga la alfombra roja no para nombrarle vicepresidente de su Gobierno, sino para ser él quien le ofrezca a Sánchez la Vicepresidencia. Y Albert Rivera continúa como el barco del arroz, perdido entre PP y PSOE y esperando que Ciudadanos no se estrelle y logre al menos unos resultados similares al pasado 20 de diciembre para poder jugar sus cartas de fuerza integradora de centro capaz de pactar con izquierdas y derechas.

¿A algunos de ustedes les preocupa quién va a ganar el 26-J o lo que les preocupa de verdad es si, por fin, tras más de medio año perdido y tirando el escaso dinero que nos queda en campañas y elecciones van a ser capaces esta vez de buscar una solución que contente a la mayoría del personal? Como les decía al principio de este artículo mientras la sociedad española está ya en lo analogico, nuestros politicos se han quedado no en lo digital, que al fin y al cabo es de hace tres días, sino en los discos de vinilo como los de Gelu cuando cantaba aquello tan antiguo de “Cuando llegue septiembre todo será maravilloso…”