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PP-A, el cambio ya está aquí

Antonio Varflora
Antonio Varflora*

Hemos celebrado este fin de semana el que sin duda pasará a la historia del Partido Popular, como el congreso del cambio, y es que como decía, dice y dirá, el bueno de mi amigo Antonio. El cambio ya está aquí. Ahora sí.

Hemos celebrado un congreso sin chispa, triste, frio, sin debate, sin vida. Un congreso acorde con la personalidad del líder, que no termina de convencer ni de generar liderazgo entre los suyos.

El cambio ya está aquí,  porque hemos celebrado un congreso sin saber dónde vamos, con la misma foto y personas que hace dos años. Todo igual, pero con un par de años más. El Partido Popular Andaluz es más un Politburó, que aquel partido ilusionante, comprometido y lleno de rebeldía que nos hizo creer en el cambio. Las arrugas de algunos rostros ya no nos dejan mentir. Oña, Celia, Teófila, Amat, García Pelayo, y tantos otros representan lo mejor del partido popular y también lo peor, saber irse a tiempo es tanto o más importante que saber estar en política, y ellos son un lastre muy pesado para este partido. La única renovación que pude apreciar en el conclave fue la de un Arenas, semblante serio y cariacontecido. Ahora desubicado no sabe dónde ponerse, y no será porque no se lo advertimos. Javier conoce el paño y sabe que el partido popular andaluz es un auténtico galimatías, sin una salida a corto plazo y con un futuro incierto. Javier tendrá que ir calentando motores para asumir las riendas cuando dentro de dos años, las elecciones nos devuelvan a la tozuda realidad. No basta ganar sino gobernar.

 

El cambio ya está aquí,  porque hemos celebrado un congreso sin saber dónde vamos, con la misma foto y personas que hace dos años.

 

El cambio ya está aquí, porque hemos organizado un congreso sin duende, ni encanto. Sin organización, frío hasta las entrañas, sin sabor  andaluz, ni primaveral, ni mucho menos de un partido que se sabe ganador. Mal estructurado, poca presencia mediática, pésima puesta en escena y peor sonido. No creo que pasadas unas horas, los asistentes sepan ni cuantas comisiones había, ni ponencias, ni nada de nada. Y además preguntarían. ¿Y eso para qué sirve?

El cambio ya está aquí porque seguimos contando con Loles, grandísima ex alcaldesa, pero pésima secretaria general. Con las Patricias, muy justitas en el trabajo y bien dotadas en el arte del postureo. Los demás nombramientos son más de lo mismo, sin perjuicio de contar con un laborioso Antonio Martín, subirá hasta caer, convirtiéndose como diría Peter, en  un perfecto inútil, por hacer lo que no conoce.

El cambio ya está aquí, porque la división es total y absoluta. Nadie se fía de nadie. Estructuras locales en precario o desaparecidas. Muy tocadas y dañadas. Provincias partidas por la mitad. Si Juanma acepta la excepción como regla general y además incumple el reglamento recién aprobado, dejando a Jaén, Córdoba y Cádiz repetir por enésima vez presidente, se encontrará en una tesitura difícil que le complicará su futuro político. Si deja las estructuras provinciales sin renovación, las elecciones autonómicas le pasarán una dura factura política. Ni Moya, ni Nieto, ni Sanz pueden avivar la llama de sus maltrechas estructuras, no son el revulsivo que necesita el partido en esas provincias. No por falta de ganas, que tampoco, sino por falta de tiempo.

 

El cambio ya está aquí, porque la división es total y absoluta. Nadie se fía de nadie. Estructuras locales en precario o desaparecidas. Muy tocadas y dañadas. 

 

El cambio ya está aquí, porque para cambiar los resultados, hay que cambiar las formas de hacer política. Hay que hacer la calle, más y mejor. Más calle y más humildad. Hay que conectar con la gente y con nuestra gente. Este partido hace tiempo que no conecta con nadie. Son muchos los avisos que estamos recibiendo, y no vemos o no queremos ver, y el que avisa no es traidor. El día que Cs encuentre en Andalucía un mirlo blanco, lo pasaremos mal. Se ha impuesto la política del nadie conoce a nadie, la de qué hay de lo mío, y la de que no me voy ni aunque venga la Guardia Civil. Mucho trepa y mucha lista con ansias de poder dispuesta a entregarse en cuerpo e incluso en  alma a la causa. Mucho adocenamiento para mi gusto.

 

Quieren asaltar al partido popular de Sevilla, para quitar a los que ganan elecciones,  ayuntamiento capitalino incluido, para ponerse ellos, que no saben ganar ni a los bolos.

 

El cambio ya está aquí, porque jamás encontramos tanta decadencia en provincias como Sevilla, Málaga o Granada. Virginia cae, para centrarse en su lucha junto con Beltrán. Quieren asaltar al partido popular de Sevilla, para quitar a los que ganan elecciones,  ayuntamiento capitalino incluido, para ponerse ellos, que no saben ganar ni a los bolos.  No sé hasta cuándo Arenas mantendrá esta farsa ni hasta dónde llegará la aventura de la ex Camarlenga. La de Beltrán no creo que pase por Sevilla, quizás esté más interesado en la política municipal de Peñaflor. Ya sabemos que Beltrán es muy de política local y la que se hace en esa localidad debe ser muy interesante. Málaga  vuelve a tener mudito portavoz, un portavoz para lo que venga bien, salvo para ser alcalde de Málaga por derecho. Ahí no, eso son palabras mayores. Por último Granada donde unos y otros comenzarán mañana una batalla sin cuartel que puede terminar en “Sorpaso”. Tiempo al tiempo.

Como ves, querido Director. El cambio no ha hecho más que llegar, y esta vez viene para quedarse. ¡Qué  Dios nos coja confesados!

 

*Antonio Varflora es el seudónimo empleado en estos artículos de Opinión por un veterano militante del PP andaluz.