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PP, Cs y Vox ponen Granada camino de la ingobernabilidad

El PP no se fia de Luis Salvador y le exige que reconozca un supuesto pacto entre supuestos caballeros.

 

Sebastián Pérez es un político de derechas, granadino, presidente provincial del PP, que sigue queriendo ser algún día alcalde de Granada o, en el peor de los casos, que se le nombre Vicealcalde, figura inexistente pero cuya denominación viste mucho social y políticamente. Quienes le conocen le definen con un hombre “obsesionado” con llegar a ser alcalde de su ciudad.

Sebastian Pérez como candidato sacó peores resultados que Pepe Torres Hurtado, exalcalde investigado en la ‘Operación Nazarí’, una actuación judicial y policial de la que Torres y su entorno responsabilizó al propio Pérez de conocer su puesta en marcha.

‘Trama Amat’ y ‘Op. Nazarí’, dos sumarios que inquietan al PP-A

 

Pero Pérez, casi por los pelos, esta vez tampoco pudo llegar a ser alcalde. Todo ello en virtud de un supuesto pacto ‘in extremis’ al que dice Pérez que llegó con Luis Salvador de Ciudadanos, tan solo media hora antes del pleno de constitución y donde dicen que acordaron el famoso “dos más dos”, o sea que Ciudadanos tendría la alcaldía los dos primeros años de corporación y el PP los otros dos restantes, a partir de 2021. Choque de manos entre supuestos caballeros que, a día de hoy,  es cuestionada su veracidad, adquiriendo especial relevancia porque la bronca gorda está servida y solo disponen del ‘tu palabra contra la mía’.

 

Un alcalde con tres concejales de 27

Para contextualizar el escenario donde parece que se abre la primera crisis seria y de ingobernabilidad municipal grave entre los socios andaluces del PP, Vox y Ciudadanos, es conveniente recordar cuales fueron los resultados electorales y su proyección en los 27 miembros del pleno municipal granadino.

El PSOE, que ganó las elecciones con Paco Cuenca al frente, obtuvo 10 concejales. El PP con Sebastián Pérez como cabeza de cartel sacó 7. Ciudadanos con Luis Salvador 4 regidores, 3 para Vox encabezados por Onofre Miralles y 3 de Podemos-IU Adelante Andalucía con el periodista Antonio Cambrils al frente.

Hubo una negociación  larga y muy enrevesada (pasando por Madrid) tras la jornada electoral, donde los argumentos políticos y de gobierno de Granada no fueron precisamente el principal ingrediente en los intentos de acuerdo. De hecho el ‘acuerdo de Granada’ siempre se entendió como tomado desde las alturas de PP y Cs, mientras Vox hablaba con acento granaíno. Pero en ‘el boca a boca’  circula profusamente una supuesta clave que explicaría por qué razón en Granada no iba a ser posible que las derechas se pusieran de acuerdo para la alcaldía. Y esa clave no era otra que la relación personal (mala, nula e inexistente) entre el cabeza de cartel de Vox, el abogado Onofre Miralles, y el propio Sebastián Pérez. “No es que no se hablen, es que Onofre odia desde hace muchos años a Sebas por razones personales y parece que se ha juramentado para que con sus votos nunca llegue a ser alcalde de Granada ni nada parecido” cuenta un notable miembro del PP granadino, conocedor de los sótanos del partido. El propio Onofre Miralles rechaza de plano que su posición anti Pérez tenga que ver con cuestiones personales, según él son políticas y nada más. En el tendido granadino muchos ríen o alucinan. Pese a todo, tras el comportamiento del ex senador socialista Luis Salvador, hoy líder de Cs, Vox ha decidido apoyar al PP frente a Ciudadanos en esta guerra y también amenaza con irse a la oposición si Salvador no ratifica el pacto del dos más dos.

 

Vox: antes un alcalde socialista que elegir a Sebastian Pérez

 

Que los de Vox Granada no quieren de alcalde a Pérez es una afirmación que parece totalmente confirmada ya que el Sr. Miralles acaba de proclamar en las últimas horas en la Cope que prefiere antes al socialista Paco Cuenca de alcalde de Granada que a Luis Salvador, aunque en su fuero interno a quien no quiere es a Pérez. De igual forma que considera que un Vicealcalde tendría las mismas competencias que un Primer Teniente de Alcalde y que, por tanto, no ha lugar a cambios para complacer el ego de Sebas, «Por eso, porque debemos estar por encima de egos y de los cambios de cromos de Cantarriján, frivolidades ni una» afirmó contundente el abogado Miralles al rechazar lo de Vicealcalde quien, en el pasado, había militado en las filas del PP granadino junto a Pérez.

Pero ¿por qué se ha llegado a este punto crítico y en estos momentos? Todo lo ha iniciado el propio Sebastián Pérez tras dos meses de silencio, durante el tradicional acto de apertura del curso político del PP granadino en Órgiva el pasado 21 de agosto, donde exigió un pronunciamiento público, “claro y directo”, de Luis Salvador en el que jurase por sus mulas todas que dentro de dos años dejará la alcaldía para que la ostente el PP, o sea a él, o de lo contrario el PP abriría una crisis de incalculables consecuencias en el Ayuntamiento de Granada, retirando su apoyo a los tres concejales de Cs y dejando con la brocha en la mano al actual alcalde naranja. La ingobernabilidad, llegado el caso, no está servida pero está anunciada y parece que viene de camino. La idea de ver a cuatro concejales de un total de veintisiete gobernando la ciudad de Granada produce escalofríos a mucha gente, independientemente del valor puramente democrático de la situación, que lo tiene y mucho porque no es la mayoría la que decide y gobierna. Una situación no vista en Andalucía desde que en 2008 tres diputados provinciales del PAL de Juan Enciso, con el apoyo secreto del PSOE de Almería de Martín Soler, gobernaron la diputación de Almería durante dos periodos enviando al PP a la oposición.

 

Luis Salvador lanza la pelota a Madrid para que corra

En todo este maremágnum, en las últimas horas, han empezado a cruzarse comunicados y declaraciones sobre la polémica rescatada por Pérez del inmediato pasado poselectoral. A las ya reseñadas por el dirigente de la derecha extrema Miralles, hay que sumar un comunicado del PP en una especie de política de montaña rusa que sigue sin desbloquear ni aclarar la situación, aunque el tono suena menos prepotente que el de Pérez en Órjiva. Luis Salvador, con notable agilidad y picardía, ha optado por donde sabe que tiene garantizada la alcaldía de Granada durante cuatro años: lanzar la pelota a Madrid para que sean los señores Teodoro García Egea (PP) y Fran Hervías (Cs) los que, tras analizar donde el PP gobierna hoy gracias a Ciudadanos, decidan dejar las cosas como están actualmente. Si se llega a ese momento, que se llegará, a Sebastián Pérez se le empezará a poner una cara muy parecida a la que puso Pepe Torres Hurtado cuando descubrió que su mano derecha y amigo Sebas estaba al cabo de la calle de que irían a su casa a detenerle en pijama al amanecer.

¿Ha tenido tiempo el presidente y vicepresidente de la Junta de hablar del follón granadino de sus partidos? Si han hablado nadie se ha pronunciado públicamente, parece que optando también por que sean las más altas instancias de los partidos los que decidan.

Claro que si todo sigue igual, tendrán mucha razón los granadinos al preguntarse en manos de qué tipo de ‘caballeros’ está la gobernación de uno de los tres ayuntamientos más importantes de Andalucía.

 

Sebastián Pérez y el PP insisten:

“Un alcalde no puede estar en entredicho. Debe ser una persona de palabra»