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PP: por una refundación sin trampas

Antonio Varflora
Antonio Varflora*

Cuando quedan pocos días de Gobierno en funciones, toca hacer las maletas y escribir las memorias de lo que ha sido una legislatura complicada, de luces y sombras. Podemos afirmar que ahora si nos encontramos en la antesala de lo que es un auténtico cambio de tendencia económica. España crece con sólidos cimientos, y ese debe ser el primer compromiso del nuevo Gobierno, mantener la senda de crecimiento. Tarea apasionante y nada fácil.

Repasemos esas últimas instantáneas que nos acerca el día a día. Rajoy es presa del tiempo, él que arreglaba los problemas dejando pasar el tiempo, es presa de su propia medicina. El tiempo lo está devorando lentamente, su derrota como dirían los analistas económicos, ya esta descontada en los mercados, y él lo sabe. El Presidente que contra viento y marea y rumbo fijo nos dirigió durante 4 años, está ausente, ya nadie le escucha, y lo que es peor, nada tiene que decir. La política del principal partido del centro derecha español hace aguas y toca refundación, pero sin trampas. Toca congreso  abierto, toca abrir el partido popular a la militancia y a la sociedad. Toca renovarse o mucho me temo que la travesía del desierto será larga. El partido popular cuenta con más de 700.000 afiliados, su mayor fortaleza,  tiene que hacer autocrítica y ser transparente.

[blockquote style=»1″]Pero además quemando a toda una generación de políticos populares que habían hecho banquillo en nuestra tierra, por ahí van ya quemados y amortizados, los Rojas, Nieto, Pérez, Crespo,  Sanz, y Fernández de Moya. Una generación eliminada por una decisión injusta fruto de conspiraciones  entre sorayos y arenistas, para perpetuarse en el poder.[/blockquote]

El Partido Popular tiene que hacer examen de conciencia, y propósito de enmienda, fijar los valores y principios de un partido demócrata liberal que tan buenos resultados les dio en 1996, tiene que volver a ser aquel partido de centro reformista que ilusionó a toda una nueva generación. Dinámico, activo, atrevido, solidario, inconformista, comprometido y abierto a la calle. Sólo así, sin miedo ganaran esta batalla.

En Andalucía  la situación es aun peor. Más de 30 años de socialismo en nuestra tierra, no serán nada, si no somos capaces de interpretar y conocer nuestra tierra. El voto fácil, útil, conservador y cautivo es voto socialista. El trabajador, el funcionario, el parado, el joven, la tercera edad, el profesional y empresario, todo es voto conformado y socialista. Ser socialista en Andalucía es ser conservador y conformista. Somos cómodos y acomodados vivimos, gracias al poder. En Andalucía es fácil  vivir bajo la tutela del poder socialista. Todo en Andalucía gira bajo la batuta del poder socialista. Mucha  responsabilidad es también de la propia oposición que durante 30 años ha estado donde le gusta estar, donde se siente cómoda mirándose el ombligo. El Partido Popular andaluz ha vivido para sí, y por si. Cuanto más cerca estaba de las clases medias y de los profesionales liberales, llegó el dedazo, para ningunear a toda una generación de ciudadanos andaluces que miraban a los populares con los ojos de la esperanza. Pero además quemando a toda una generación de políticos populares que habían hecho banquillo en nuestra tierra, por ahí van ya quemados y amortizados, los Rojas, Nieto, Pérez, Crespo,  Sanz, y Fernández de Moya. Una generación eliminada por una decisión injusta fruto de conspiraciones  entre sorayos y arenistas, para perpetuarse en el poder.

[blockquote style=»1″]Ya nadie pregunta ni por Moreno, ni por Bonilla, ni por Juanma, sencillamente porque, ya no es nadie en la política andaluza.[/blockquote]

Los jóvenes andaluces ya no compran la marca PP, es difícil convencer a un joven universitario de que la marca está limpia de corruptelas. Su franja de votantes, entre las clases medias, tampoco compra un discurso que no ha tenido ni pies ni cabeza. Error tras error, hasta llegar al dedazo, decisión que produjo un daño irreparable, y que nos sitúa en la irrelevancia total y absoluta. Ya nadie pregunta ni por Moreno, ni por Bonilla, ni por Juanma, sencillamente porque, ya no es nadie en la política andaluza. Los Populares andaluces son un partido a la deriva, sin líder y sin cuerpo. El PPA se ha convertido en un sálvese quien pueda, y en garantizarse las lentejas cuatro años, esa es la triste política popular en Andalucía. Difícil vender partido, ilusión y futuro. Llega el momento de los valientes, es la hora de volver a crecer y creer en Andalucía.

*Antonio Varflora es el seudónimo utilizado un destacado militante del PP Andalucía para colaborar semanalmente en Confidencial Andaluz.