The news is by your side.

Pulido habló de ética (periodística) ante la APS

Pepe Fdez
Pepe Fernández*

En la víspera del Patrón de los periodistas la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS) celebró este lunes 23 de enero la entrega anual de unos premios que se pusieron en marcha hace ya un cuarto de siglo, coincidiendo con el año los fastos del 92 sevillano.

La ceremonia, como viene siendo habitual en las últimas ediciones, se celebró en el Salón de Actos de la Fundación Cajasol, al que siguió un coctel/cena en el patio central de la entidad. Tanto el agasajo como los medios a emplear figuran comprometidos por Cajasol en su convenio anual con la APS, valorado en 10.000 euros, cantidad exclusiva para dos becas.

Llamó la atención más que en otras ediciones la composición de la mesa presidencial. En este redondo 25 aniversario de los premios de la APS la Presidenta de la Junta, Susana Díaz, no estuvo presente como en ediciones anteriores, acudiendo en su nombre el vicepresidente Manuel Jiménez Barrios, situado, como se observa en la imagen, como uno más en la mesa presidencial junto al delegado del gobierno, Antonio Sanz, el alcalde de Sevilla Juan Espadas, flanqueados por el Presidente y la Secretaria de la APS.

La presidencia del acto fue cedida por la APS, convocante y organizadora del mismo, a Antonio Pulido Gutiérrez, encargado de abrir la ceremonia con un discurso (leído) de poco más de cinco minutos y donde el polémico financiero, apodado el banquero de Susana, se permitió ofrecer a los presentes breves lecciones de ética periodística. Es evidente que el discurso no lo había redactado el propio Pulido, tarea que seguramente recayó en un ex Portavoz, periodista, que realiza habitualmente esa tarea para Pulido y otras personalidades desde su empresa. Ni Jiménez Barrios ni Sanz intervinieron. De todos ellos sólo hicieron uso de la palabra el alcalde de Sevilla Juan Espadas y el presidente de la APS Rafael Rodríguez.

Pulido inaugura el atril

Así, el hombre que hace escasamente un mes era despedido de La Caixa con una indemnización cercana a 1,5 millones de euros y que, semanas después, se autoproponía un sueldo de 200.000 euros año como presidente de la Fundación Cajasol, se atrevió a deambular en su discurso por los argumentos del paro, la crisis del sector, la precariedad en la profesión periodística, la ética, la objetividad o el contraste de la información a publicar.

“Los medios de comunicación – afirmó Pulido desde el atril- atraviesan por un momento difícil, también otros sectores de la actividad. Cada año en esta ceremonia de entrega  se ponen sobre la mesa los problema y es comprensible que así sea. Problemas económicos, problemas  de precariedad y desempleo, amenazas a la independencia y el desafío cada vez mayor que representan unas redes sociales, ciertas plataformas digitales que a menudo pueden confundir al lector y que a veces  lo disfrazan de información cuando la objetividad y el contraste de la información, la objetividad decía, no están a menudo y ni siquiera se les espera”.

Y esto lo decía el ex ejecutivo del Grupo La Caixa justo el mismo día que había visto la luz un amplio reportaje de investigación en Confidencial Andaluz sobre su manejo de los fondos millonarios de patrocinios de la entidad bancaria que le tocó presidir y pocos días después de que dos periodistas andaluces  – en un medio nacional, no contaminado por la publicidad de Cajasol – nos contasen el empeño de Pulido en no dejar pasar un solo mes sin cobrar, incluso violentando estatutos con gran cabreo del PP y leyes que prohiben que el Patrono de una fundación cobre por ello.

Un personaje público cuya trayectoria personal y profesional ha confirmado que como mejor se entiende con el periodismo es a través de los dueños de los medios y sus ejecutivos en virtud de los fondos a su disposición, repartiendo dinero no solo a cambio de publicidad, también de protección, promoción personal y, por supuesto, ausencia de crítica. La inmensa mayoría de los periodistas presentes sabían perfectamente quien les hablaba la otra noche y cual ha sido y es su comportamiento con sus respectivas empresas.

En su breve y atropellado discurso, leído a gran velocidad, Pulido terminó hablando de la postverdad: “Queridos amigos, en este tiempo incierto, que dicen que es un tiempo de la ‘postverdad’ resulta más importante que nunca reivindicar  el valor de la verdad, de la verdad contrastada, de la verdad creíble, la verdad también profesional del mejor periodismo. Ese es vuestro reto como periodistas” concluyó. Y le aplaudieron.

La postverdad

Fue el presidente de la APS Rafael Rodríguez quien, en su discurso de cierre, retomó el punto donde lo había dejado Pulido para darle la razón en eso tan de moda de la postverdad, vulgo manipulación de la opinión pública, exactamente lo que muchos poderosos hacen porque manejan el dinero que mueve a los dueños de los medios.

“La mentira en la información y la comunicación – dijo Rodriguez- están dominando el mundo, en buena parte por el mal uso o el uso interesado de esa jungla infinita que son las RRSS. La realidad es que los medios y los periodistas no hemos sabido, o no hemos querido, dar una respuesta válida para alejar esa mentira”.

Fue en el único momento en la que los presentes pudieron detectar que Pulido cambiaba su semblante serio y circunspecto de toda la noche para esbozar una sonrisa,  haciendo suyas las palabras del orador.

Critica sí, pero no a todos

Resultó especialmente llamativo que, con la que está cayendo en este país, y a pesar de que se hacía un breve balance del último año transcurrido, en ningún momento se oyó ninguna referencia a la lacra de corrupción que tanto preocupa a los ciudadanos según machacan hace tiempo las encuestas; lucha en la que muchos periodistas y pocos medios se han empleado a fondo, recibiendo a cambio vetos, despidos, infamias, boicot publicitario o sencillamente amenazas desde el poder denunciado. No hubo ni una sola referencia a ese periodismo comprometido que lucha contra la corrupción, militante de la verdad y al servicio de los ciudadanos, no de políticos y poderosos del dinero.

Sí se hizo mención, sin analizar las causas, del cierre de medios como El Mundo de Andalucía, o como Andalucía está perdiendo por goleada el partido de la comunicacion controlada desde Madrid y Barcelona o un aviso al dueño de El Correo, Antonio Morera, anunciando que la APS ha creado una “Comisión contra el plagio y robo de imágenes y textos” tras las denuncias de fotoperiodistas víctimas del «robo» de sus imágenes; profesionales de los que incomprensiblemente ha prescindido Morera en su periódico. Un paso más, por cierto, en la peligrosa escalada de aligerar el gasto y esta vez parece que Morera Vallejo no lleva todas las papeletas para, como siempre, ganar.

Pero mientras se hablaba en la tribuna de la APS de los medios privados, ni una sola palabra se dijo sobre los medios públicos, especialmente la RTVA que en este año se ha visto obligada a cesar a su número dos, al Director de Antena de Canal Sur TV, Antonio Ramírez, mano derecha del Subdirector General de la RTVA; Ramírez se encuentra bajo sospecha policial por corrupción, compinchado directamente con Luis Pineda que continua en prisión investigado por la Audiencia Nacional a cuenta de la trama Ausbanc/Manos Limpias.

Si las informaciones que se han publicado sobre este asunto, ninguna desmentida, no merecían una reflexión pública de la entidad que agrupa a los profesionales del periodismo sevillano es algo que causa asombro y debiera invitarnos a reflexionar para qué nos sirve una asociación profesional, aparte de disfrutar de una caseta en la Feria de Abril. Como tampoco se hizo ninguna referencia al futuro de la radio y la televisión pública de Andalucía, paralizada desde hace años por culpa de los políticos, en funciones casi todo. Se trata del medio con mayor número de profesionales de la comunicación de Andalucía en su nómina. La profesión está obligada a alzar la voz en defensa de los muchos compañeros y compañeras que mal trabajan por culpa de la inestabilidad política que afecta al ente, casi con la misma fuerza que se le pide la inclusión de periodistas en las RTP´s de las administraciones, para poder dar trabajo a los centenares de licenciados que cada año salen de nuestras facultades o a los miles de trabajadores del sector que son simplemente falsos autónomos. «Y eso lo sabe todo el mundo» acertó al decirlo Rafael Rodríguez.

(Por cierto, se detectan movimientos políticos, desde hace semanas, desplegados discretamente  por tres formaciones – PSOE, PP y C´s- para buscar y consensuar un nuevo Director/a General de la RTVA. ¿Hay acuerdo para intentar ponerse de acuerdo? Eso parece y ya han empezado a sonar algunos teléfonos. Dicen que Susana quiere a una profesional. Y en ello andan).

¿Lo mejor del acto? sin duda alguna la intervención de una de las premiadas, Maria Iglesias. Sus palabras, cargadas de verdad, sensibilidad, inteligencia y sabiendo transmitir, lograron por momentos emocionar a los presentes cuando contaba el drama vivido en Lesbos, retratado en ‘Contramarea’, un documental rodado allí, desde el 2 al 12 de marzo de 2016, por el realizador Carlos Escaño, la propia periodista María Iglesias, y el operador de cámara Jaime Rodríguez.

Escuchar a María fue, sin dudarlo, el mejor regalo que muchos recibimos en la fiesta de los periodistas sevillanos la noche del lunes.  La única y la mejor lección de la noche. Lo entendí del todo cuando supe quien fue su padre, el recordado  Tomás Iglesias, un tipo justo y enamorado de la Justicia, como su hija.

(Ah y desde aquí  mi enhorabuena a todos los premiados, aunque a algunos se la pude dar personalmente).

 

 

*Pepe Fernandez es Periodista. Editor y Director de Confidencial Andaluz.