The news is by your side.

Radio Sevilla, una banda sonora de 90 años

Las celebraciones por el aniversario de la emisora concluyen con una exposición que recorre su historia. La muestra obvia algunos de sus episodios más oscuros

G. Hildebrandt/ Redacción C.A.- Repasar los 90 años de una radio local es repasar 90 años de la localidad en cuestión. Así lo recuerda desde un plasma el director de Radio Sevilla entre 1972 y 1976, Iñaki Gabilondo, como bienvenida a la exposición que conmemora las nueve décadas de andadura de la emisora. Hasta el próximo 10 de enero, la Casa de la Provincia  en Sevilla sirve de escenario a un paseo entre micrófonos, transistores, fotos, portadas de discos viejos y hasta un capote de Curro Romero. Del régimen de Primo de Rivera hasta hoy, pasando por la Guerra Civil, la Exposición Iberoamericana del 29 y la Universal del 92 o la consecución de la Autonomía. Un recorrido para traducir cientos de miles de segundos sonoros en objetos e imágenes, que pasa de puntillas por algunos de los pasajes más oscuros –los que evidencian el valor de la radio como elemento de control–.

Durante la Guerra Civil, el general golpista Queipo de Llano animó al ensañamiento con los vencidos, violaciones de mujeres incluidas, a través de Radio Sevilla.

En una entrevista reciente, el exjefe, hoy maestro y entonces un periodista de 29 años natural de San Sebastián recién aterrizado en Sevilla, relata: “A los pocos días, cinco personas me invitaron a comer para decirme lo que tenía que hacer si quería mandar en la ciudad. Radio Sevilla era un poder más”.

Gabilondo asegura cortó “por lo sano” –lo que, como veremos, le acabó costando el puesto–. Sin embargo,  hay personajes que no desdeñaron el inmenso potencial de la emisora para someter a la población, que desde 1941 forma parte de la SER –ergo hoy de Prisa–, que comenzó como EAJ-5 Radio Sevilla y, a partir de 1927, como Unión Radio Sevilla.

En la segunda vitrina de la exposición, vertical y todo metálico, hay un recuerdo precisamente de la época de Unión Radio: el micrófono por el que hablaba y amenazaba el general Gonzalo Queipo de Llano desde los primeros compases de la Guerra Civil para jalear a sus tropas e infundir miedo en territorio republicano. Un micrófono que le instalaba un técnico llamado Manuel Tierno (ya desaparecido) y al que, por cierto, en varias ocasiones amenazó con fusilarle por llegar tarde a la cita de la grabación; nunca emitió Queipo en directo, siempre grababa poco antes.

El micrófono usado por Queipo de llano en sus alocuciones.
El micrófono usado por Queipo de llano en sus alocuciones. / G.H.

Un controvertido episodio que sigue vivo en la memoria de la ciudad, y sobre el que los carteles de la muestra no entran en detalles. Garantizado en los primeros días el triunfo de los rebeldes en la que había sido una de las plazas fuertes del Frente Popular, el flamante jefe del Ejército del Sur, que durante la contienda sería apodado el Virrey, avivó el fuego de la represión con sus alocuciones radiofónicas, en las que animaba al ensañamiento con los vencidos, violación de mujeres incluida. Aunque psicológica, Radio Sevilla se convirtió en una potente arma de guerra.

Así, la dictadura nacionalcatólica se inauguró antes en Sevilla. Durante los siguientes decenios, la emisora fue sometida a la censura del régimen –como todas la estaciones radioemisoras de España– y obligada a conectar a diario con Radio Nacional para emitir el parte. Pero mientras los muertos fueron quedando atrás en el tiempo y en las cunetas, y los transistores encogieron hasta caber en el bolsillo de cualquier hijo de vecino, la programación se amplió, y se dulcificó. Era la época de los musicales cara al público, los concursos y las radionovelas.

“A mí me encantaban, tenían siempre un cartel de actores fabuloso, y como no había televisión…”, recuerda Ángela, que ha venido con una amiga, apasionada de la radio como ella, que la interrumpe: “A mí me gustaba mucho Matilde, Perico y Periquín”.

Los vientos de cambio se abren paso

En 1975, ya bajo la dirección de un joven donostiarra, Radio Sevilla acuñó un nuevo lema: “Andalucía es una tierra grande, hermosa, vieja y sabia. ¡Siéntase orgulloso de ser andaluz!”. Al poco, Iñaki Gabilondo fue obligado a dejar Sevilla y trasladado a Radio Barcelona como jefe de programas de la emisora decana de España. Su salida de la dirección de Radio Sevilla fue impulsada por las denominadas «fuerzas vivas» del Régimen en la ciudad, que sometieron al periodista a un acoso personal y profesional permanente, hasta que la familia Fontán, dueña entonces de la SER, optó por el relevo. Benito Borrero, a la sazón presidente de la Diputación y yerno del almirante Carrero Blanco, fue, junto al Duque del Infantado, quien echó a Gabilondo de Sevilla. Otro episodio por el que se pasa de puntillas en la exposición.

En los años en que se coló música subversiva tocada por melenudos, la emisora fue bautizada «Radio Moscú» por la extrema derecha local.

Tras la marcha de Gabilondo y varios ajustes directivos provisionales que no fructificaron, llegó a la dirección Ángel Botana Sabugueiro, que llegaba desde Radio Galicia, de Santiago de Compostela. Botana fue, en realidad, a quien le tocó dirigir la emisora en momentos claves de la historia reciente de Andalucía, en los años preautonómicos. La redacción de informativos, con Pepe Fernández –editor de Confidencial Andaluz– al frente, afrontó el día a día del proceso que culminó con el referéndum del 28-F.

Antes, un 4 de diciembre de hace 38 años, en 1977, cerca de dos millones de andaluces habían salido a las calles para pedir la autonomía.

Mientras tanto, en la programación local se había ido colando música subversiva a los ojos bienpensantes del régimen, tocada por melenudos de aireada moral alineados en grupos locales como Smash o Triana. En esos años la extrema derecha sevillana bautizó a la emisora con el nombre de «Radio Moscú».

Tradición y vanguardia

Radio4
Uno de los trofeos Ciudad de Sevilla expuestos. / G.H.

En las vitrinas de la exposición hay entradas y carteles de los conciertos de la época. Hay también dos trofeos Ciudad de Sevilla, campeonato que se organizó anualmente entre 1972 y 1994. Y un capote dedicado por Curro Romero. Y un traje que usó Rocío Jurado en el espectaculo Azabache, cuando la Expo 92. “La copla es el primer recuerdo que tengo con la radio. Iba a ver a mi abuela, que vivía en Los Pajaritos, y ahí que recuerdo yo aquello sonando…”.

También está ahí la Cruz de Guía de la Hermandad de la Macarena. Porque en Radio Sevilla hubo y hay Semana Santa. Rafael Santisteban abrió la veda el Jueves Santo de 1943, y 14 años más tarde llegaría Cruz de Guía, el programa más veterano de la casa, que sigue en el aire a día de hoy. Manuel, que escuchaba la radio “cuando trabajaba” y ahora lo hace “echando currículums”, asegura que todavía conserva una cinta TDK en la que le grabaron el paso del Cristo de los Gitanos por la Campana en 1997. Él tocaba la trompeta en la banda. “Ahora están todos los programas en la fonoteca, imagínate”, agradece.

Manuel sintetiza cree que el poder de la radio es su sinceridad: “La entrevista de radio es de tú a tú. Sin cámaras ni maquillajes, ni qué feo o qué fea eres. Hay intelecto, alma y persona. Y un micro. Jesús Quintero lo ha conseguido acercar alguna vez a la televisión, esos minutos mágicos en los que el entrevistado se puede expandir de verdad”.

Aquí y allá hay unas estaciones con pantallas táctiles y unos auriculares enganchados. En una de ellas suena la voz de Quintero sobre los acordes lejanos del Shine on you crazy diamond de Pink Floyd, en El loco de la colina de 1984:

“La radio apenas ocupa lugar. Toda una sinfonía en una caja de zapatos. Todo un poeta en un hilo de voz. (…) No te pido sino atención. Aquí estoy. En Sevilla. En una cueva de música y palabras. En el Guadalquivir de las estrellas”.

Asistentes a la exposición de Radio Sevilla. / G.H.
Asistentes a la exposición de Radio Sevilla. / G.H.