El periodista Javier Caraballo nos acerca la figura profesional y personal de Rafael Porras.
PEPE FERNÁNDEZ.- Acaba de llegar de Málaga, vive aún a caballo entre las dos capitales andaluzas, donde la noche anterior a esta charla, su tío adoptivo –el admirado maestro de periodistas Manuel Alcántara– ha galardonado desde la fundación que lleva su nombre a uno de los grandes del columnismo actual, Raúl del Pozo, la firma de El Mundo en la contraportada de lunes a viernes. El periodista no ha militado ni militará «nunca» en ninguna asociación ni Colegio Profesional; cuando ha tenido problemas en el ejercicio de la profesión los ha resuelto a través de los servicios jurídicos de los medios donde ha trabajado como «un asalariado»: El Adelanto, Diario 16 o El Mundo. No ha considerado necesario apuntarse en ninguna ventanilla.
A Rafaporras para los amigos –Rafael Porras García en el DNI– le han nombrado hace varias semanas nuevo director de El Mundo de Andalucía. Aún no ha aterrizado en el despacho físicamente en la sede regional; trabaja desde las redes, la mayor parte del tiempo entre Sevilla y Málaga, ya que ambas direcciones se fusionan bajo su responsabilidad. Mientras tanto ya medita aplicar «reformas importantes» sin prisas en El Mundo de Andalucía. Por ese motivo me dispongo a una charla de bienvenida con quien va a dirigir uno de los periódicos de mayor influencia en Andalucía –algo que no mide la OJD– y, posiblemente, el que más escándalos de corrupción ha destapado en sus dos décadas de vida andaluza bajo la dirección de Francisco Rosell.
Lo primero que todos quieren saber es si han existido causas o motivaciones concretas que han conducido al relevo de Paco Rosell por el de Rafa Porras al frente de la edición andaluza del periódico. «La verdad es que no responde a ninguna razón en especial. Obedece básicamente a que el presidente del grupo, Antonio Fernández Galiano, ha decidido incorporar a Paco Rosell –el único director que ha tenido El Mundo de Andalucía desde su fundación en el 96– al staff de El Mundo como adjunto al presidente, y en este momento Paco está, sobre todo, centrado en la organización de foros y conferencias, algo que mejorará sin duda nuestra proyección pública, más allá de nuestro papel como medio de comunicación». Porras, por el mero hecho de estar al frente de la edición de Málaga cree que «desde siempre estuve señalado como el relevo aparentemente natural. Así David Jiménez ha decidido que, efectivamente, me haga yo cargo de la dirección de El Mundo en Andalucía y mantenga la direccion de Málaga. Ha sido un relevo natural, no hay ninguna circunstancia determinante, todo dentro de la normalidad y estas son básicamente las razones».
Llega al cargo en unos momentos en los que los manuales oficiales de campaña de algunos políticos hablan de salida de la crisis y de la creación de empleo. Para Porras en el sector de la prensa la crisis sigue instalada desde dos vertientes. La bajada de la inversión publicitaria, «que en algunos medios supera el 60%», y por otro lado el futuro de la prensa de papel, ya que cada vez se venden menos periódicos en el quiosco porque hay menos demanda. A todo ello hay que sumar la crisis general que sigue dando coletazos: «yo en Málaga sí he notado la recuperación de ciertos sectores económicos, que tiene su pequeña traslación a los medios, pero poco más».
Viniendo de Málaga, la pregunta es obligada. ¿Qué dejas allí y qué te encuentras en Sevilla? «Málaga –afirma con gran rotundidad– es una ciudad y una provincia con un dinamismo brutal, es posiblemente la ciudad que más ha cambiado en Andalucía en estos últimos veinte o treinta años, más allá del cambio natural de la región o de España. ¿Sevilla? pues me encuentro la misma capital importante que tenemos, también con un cambio político sustancial en varias instituciones; a ver si es capaz la sociedad sevillana emergente de salir a costa de la servidumbre de la capitalidad».
El Poder y los medios
Los medios y el poder, un asunto recurrente, del que mucho se habla y no siempre en tono optimista por parte de los profesionales. Para el nuevo responsable de El Mundo Andalucía las presiones y el intervencionismo del poder en los medios «han existido siempre» y recuerda que ya en el arranque de la democracia Felipe González y el PSOE empezaron privilegiando a los grupos mediáticos amigos «de la misma forma que luego hizo José María Aznar y, a mi juicio, con menos acierto en muchos casos para los intereses de su propio partido, el PP». La crisis económica, como ya se apuntó, ha mermado a los medios en general en su capacidad de financiación, algo que ha marcado sus cuentas de explotación. «Ello ha obligado en general a adaptarse a una nueva circunstancia y asumir que la inversión publicitaria institucional ha tenido mucho más impacto del que tenía. La capacidad que tenemos hoy los medios para soslayar eso es mucho más complicada». Claro que esas inversiones públicas, en general, se utilizan de alguna forma para influir en la línea editorial de los medios. «Evidentemente, eso es así» reconoce Porras y recuerda que hoy en día no sucede como antes, cuando los periodistas mandábamos en los medios: «Hoy, la parte administrativa y comercial tienen más peso y una capacidad de decisión mucho mayor, nosotros los periodistas sólo influimos».
Rafael Porras considera que aquello de «perro no come carne de perro» aplicado a la profesión periodística no se mantiene tan a rajatabla como antiguamente. Los medios, asegura, no tienen una página dedicada a contar que sucede en la competencia, pero «sí entramos en esas guerras de vez en cuando. Bueno, más exactamente suelen ser batallas entre grupos empresariales, donde precisamente no mandamos los periodistas. Pero sí, de vez en cuando asistimos a guerras abiertas o soterradas». Cierto, se acabaron, por tanto, los tabúes, aunque es cierto que las chispas suelen saltar más en la defensa de la libertad de empresa que de la libertad de expresión.
Le pregunto si le ha convencido el argumentario del Subdirector General de la RTVA, Joaquín Durán, cuando le ha vendido a los diputados en la Comisión Parlamentaria que hará fusiones y ajustes, sin despedir ni trasladar a nadie, dejándolo todo a la mejora de la comercialización publicitaria de los productos del ente, entiendo que compitiendo en el mercado con todos los medios. «Lo primero es que yo creo que las televisiones públicas están muy bien para ofrecer un servicio público, pero no para competir con el sector privado y comerse gran parte de la tarta publicitaria». Para Porras, a lo largo de la crisis, en las televisiones públicas no se han recortado plantillas como en las privadas, en muchos casos se han mantenido sueldos fuera de mercado y considera que en este capítulo procedería racionalizar la radio y la TV que pagamos todos como servicios verdaderamente públicos y no al servicio de los políticos dominantes en cada sitio.
El Mundo de Andalucía se ha destacado en estos años por ser un periódico que ha levantado las alfombras del poder, fundamentalmente el socialista, situándose como punta de lanza periodística al frente de los grandes, pequeños y medianos casos de corrupción política en Andalucía. Porras asegura que, no siendo una tarea fácil el periodismo de investigación, «esa es la esencia de El Mundo y nosotros vamos a seguir en esa línea» y recuerda una obviedad o cierta paradoja, que la inmensa mayoría de los escándalos de corrupción que se han levantado en este país en los últimos años lo han hecho los periodistas y sus medios, algo que indicaría, según Porras, que no ha resultado tan exitoso el cacareado control de los medios por el poder político. Y, recuerda, que ahí quedó para la historia los papeles de Barcenas, los SMS de Rajoy, la Gürtel o el Caso Nos con una Infanta de España sentada en el banquillo, asuntos todos ellos en los que la prensa ha jugado un papel determinante, «con todos los defectos y con todas las cortapisas que podamos tener, pero ese trabajo lo hemos hecho los periodistas».
No ocurrió eso con el llamado Caso EREs, que como bien se recuerda, nació a raíz de una denuncia del PP por lo de Mercasevilla que acabó derivando en el escándalo. En este punto le pido a Rafa Porras una reflexión puntual. Según Mercedes Alaya, aquí se han podido robar o malversar unos 140 millones de euros en total. Sin embargo, para la clase política y la ciudadanía española en general, el robo de los EREs en Andalucía lo sitúan en los 1500 millones de euros. ¿No hemos sido partícipes o cómplices de una instrumentalización de los periodistas y medios desde la política?
-La instrumentalización siempre es posible, y además, puede que los medios nos dejemos muchas veces llevar por la rutina de la información. Pero tampoco hay que confundir lo que son las informaciones de lo que son opiniones. Claro que también en el caso de los cursos de Formación se ha dicho que si dos, tres mil millones, pero esa información o bien nace de la policía o de los juzgados, no conviene olvidar ese matiz. Mira lo que acabamos de ver hace poco con el asunto de Aznalcóllar. Es verdad que a veces el ruido mediático te lleva a caer en eso y que cale en la opinión pública una imagen distorsionada de la realidad y es difícil controlar muchas veces cómo una información tuya es percibida o interpretada por la sociedad.
Caso Aznalcóllar y la prensa
Ciertamente el archivo del sumario del Caso Aznalcóllar, tras la polvareda política y periodística que se levantó en su momento, ha dado argumentos especialmente a quienes no se sienten cómodos con la publicación del día a día de determinados procedimientos de investigación judicial por corrupción. Uno de ellos, el portavoz del Gobierno de la Junta, Miguel Ángel Vázquez, «el otro día salía, poniéndose muy estupendo, diciendo que ¡pidan perdón! Perdone, yo me he limitado a dar cuenta de un auto de la jueza, basado en un informe policial, con quince imputados y nada más. Ahora bien, que la jueza haya comprobado que la cosa no era como inicialmente la había considerado, ese no es un problema del periodista y no tiene por qué pedir disculpas nadie, nadie se inventó el caso Aznalcóllar. Que en los medios podemos cometer excesos con opinión, editoriales, tamaño de los titulares, pues sí, es posible, pero no olvidemos que estamos sometidos también, muchas veces, a la misma falta de rigor que pueda existir en el ámbito judicial o administrativo, ni más ni menos».
-¿Te crees el discurso anticorrupción y por la transparencia de Susana Díaz?
-Yo, será por la edad, ya no me creo ningún discurso que no esté sustentado en acciones previas. En estos meses, siempre que escribí algún artículo al respecto, mantuve que las palabras de la señora presidenta no siempre se corresponden con sus hechos. Y esta es una de las reclamaciones que hay que hacerle especialmente a Susana Díaz. Los anteriores presidentes no tenían un discurso tan vehemente contra la corrupción, evidentemente no hacían nada contra la corrupción cuando no eran responsables políticos directos de ella, y de Susana yo no tengo ninguna sospecha. Puede que ella esté cambiando hábitos internos, pero no con la suficiencia que exige la ciudadanía.
Le pregunto por Moreno Bonilla, el líder regional del PP, más conocido en Málaga que en Sevilla y sobre el que Porras sostuvo en uno de sus últimos artículos que la confección de las listas del PP-A al Congreso y Senado le había venido bien para consolidar su liderazgo al frente del PP andaluz. Porras mantiene que sí, sobre todo teniendo en cuenta el hándicap de Bonilla de haber sido nombrado por el dedo de Rajoy y de haber estado tutelado en la confección de su primera dirección por el líder Javier Arenas. «La renovación no es muy evidente en cuanto a nombres, pero sí en cuanto a actuaciones que ha hecho con determinados dirigentes en la comunidad que a él le ha puesto en buena posición al frente del partido. Que Celia Villalobos pase a segunda posición después de estar de número uno desde hace años o que Javier Arenas no encabece ninguna lista y se quede solo de senador, pues es una tarea que no tiene que haberle resultado fácil a Juanma Moreno. Hombre, Javier Arenas ha dicho que la decisión ha sido suya y no tengo por qué dudarlo, igual que se dice en el PP que dejará el acta de diputado andaluz pronto, pero lo cierto es que Arenas ya no va en las listas».
-¿El líder Bonilla ha conquistado ya Sevilla ?
-Nooo, y aún le queda mucho trabajo por hacer… la clave de todo estará en lo que suceda en el próximo congreso regional del PP-A.
Tenemos la sensación en estos meses de legislatura de que el Pacto de Investidura entre Ciudadanos y el PSOE-A se mantiene como si fuera un pacto de gobierno, tan sólido y caballeresco, que para sí lo hubiese querido Susana Díaz con sus antiguos socios de gobierno de IU. Para Porras «lo primero que hay que preguntarse es para qué han votado los andaluces a Ciudadanos, ¿para reforzar al PSOE en el Gobierno? Lo digo porque a C’s les votaron prácticamente electores del PP y no parece que ese electorado quisiera exactamente eso». Para el periodista, Ciudadanos está integrado por arribistas –y no lo dice en tono peyorativo– sino como gente nueva que llega con ganas de cambiar las cosas en la vida pública y no tienen aparatos de partido a la vieja usanza.
De la formación Podemos lo que más le llama la atención es el discurso con el que llegaron y el que finalmente vienen manteniendo. Por ejemplo su política de fichajes, «gente muy respetable pero con una trayectoria que es la que es. ¿Dónde se quedaron las primarias? porque a Pérez Royo le metieron del tirón en la lista de Sevilla» afirma. (Lo mismo que tras el descuelgue de Pérez Royo ha sucedido con Luis Carlos Rejón).
Terminamos la charla. Rafa Porras es un gran periodista y mejor persona. Le deseo suerte y éxitos profesionales, se merece ambas cosas.