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Rajoy es culpable

Gemma Nierga ha vuelto a usar la memoria de Lluch para defender a Otegui, estrella permanente e invitada del separatismo catalán antiespañol, del que la periodista es militante disimulada aunque con poco disimulo.

 

Uno de los momentos más infames de los años pasados en la lucha contra el terrorismo fue cuando Gemma Nierga, en la manifestación de condena por el asesinato de Ernest LLuch, decidió ir más allá del discurso pactado por los partidos consonantes. Y dejó para la posteridad esa bazofia argumental y moral del “ustedes que pueden, dialoguen”.

Esto fue en el 2000. Con el cadáver del ex ministro socialista aún caliente tras ser asesinado por ETA. 19 años más tarde seguimos no solamente igual sino peor. Porque Nierga ha vuelto a usar la memoria de Lluch para defender a Otegui, estrella permanente e invitada del separatismo catalán antiespañol. Del que la periodista es militante disimulada aunque con poco disimulo.

 

Porque para Nierga, una de las voces referentes de la izquierda mediática, el “relato” hay que ir construyéndolo “a partir de ahora”

 

Lo que quiere decir, para que nos entendamos, que los casi mil muertos en manos de los terroristas vascos tenemos que dejarlos ya enterrados y bien enterrados, no como a Franco, que hay que desenterrarlo cada día.

Al final, y con el tiempo, se empieza a ver una conexión bastante clara entre el separatismo catalán y el nacionalismo filoetarra vasco: no sé si comparten proyecto, pero sí que se auxilian mutuamente en sus necesidades políticas.

 

En el País Vasco se hacen homenajes semanales a terroristas con las manos llenas de sangre, mientras el PNV sigue la filosofía del árbol y las nueces

 

Con Otegui de gran gurú demócrata jaleado y promocionado por TV3, que pagan todos los catalanes, la mitad de los cuales-como mínimo- no son votantes de ERC.

¿Por qué hemos llegado a ese punto donde décadas de terror y de vidas inocentes caídas quieren reescribirse como un cuento entre “dos partes que luchaban”, a la vez que se presenta un intento de golpe de Estado fallido como un deseo legítimo y democrático de “votar”? 

Lo primero, entre muchas otras razones, se explica por el hecho de que la actual líder sanchista del PSE aparezca feliz cocinando junto a uno de los dirigentes políticos del terrorismo que asesinó a tantos de sus compañeros de partido.

Lo segundo, el golpe de Estado en Cataluña, tiene un único responsable político e histórico, llamado Mariano Rajoy y, por extensión, Soraya Sáenz de Santamaría.

 

Desconozco si al final los líderes golpistas serán condenados por rebelión, secesión, malversación o exceso de velocidad en alguna zona vecinal

 

Pero para el juicio de la historia democrática quedarán las declaraciones llenas de vergüenza y de cobardía del que era entonces presidente del gobierno. De la que era su número dos y enviada especial a Cataluña para dialogar con Junqueras, y el que representaba la cartera de Interior en aquellos infames días.

Da la sensación de que si pudiésemos volver hacia atrás con lo que ya conocemos, Rajoy y su gobierno volverían a actuar de la misma manera.

 

Porque todo lo que pasó en la previa al 1-O, en el 1-O, y días posteriores, no fue algo fruto de la sorpresa

 

Sino consecuencia de la inacción irresponsable del gobierno que debía proteger y defender la unidad del país y la vigencia de su estado de derecho.

En vez de esto, dejaron a jueces, empleados judiciales, policía y guardia civil absolutamente solas ante el desafío separatista. Solo el discurso del Rey evitó que el golpe diseñado por Puigdemont y Junqueras llevase a un enfrentamiento civil gravísimo en Cataluña y al colapso institucional en el resto de España.

 

No hay páginas suficientes, ni las habrá en el tiempo

 

Para conseguir calibrar de manera precisa la inutilidad absoluta y la cobardía vergonzosa del gobierno del PP a la hora de defender el fundamento de nuestra democracia y de nuestra Constitución. Que es la unidad de España, patria común e indivisible de todos los españoles. 

Por esto mismo, cuando escuchamos ahora a Casado hablar de la reconquista como ejemplo, de no sé qué de nuestras esencias y nuestra nación. Es inevitable no ruborizarse. Ante el silencio del nuevo líder del PP sobre todo lo que se está poniendo de manifiesto en el juicio. Que es principalmente la ausencia absoluta de responsabilidad y altura, cuando la derecha en el poder tuvo que defender la igualdad y la unidad de todos los españoles.

 

Una indignidad, que en el caso de Zoido, lleva hasta una sala del Tribunal

 

Demostrando lo bajo que ha caído nuestro sistema democrático para que personajes como él hayan podido llegar a ministros. 

Si Casado hubiese optado por hacer autocrítica radical del comportamiento de Rajoy y compañía, frente al separatismo. Para pedir perdón posteriormente a todos los ciudadanos. Quizás no tendría que correr esa absurda carrera de españolismo exacerbado que mantiene frente a VOX.

Falta de españolismo

Pero Casado, por lo que los ciudadanos han castigado y castigarán al PP no es por su falta de españolismo. Sino por su manifiesta cobardía y absoluta incompetencia cuando llegó el momento de garantizar el orden constitucional.

Porque si aún seguimos en pie es gracias al Rey. A los magistrados, a la policía y a la guardia civil.