Ante la pasividad del Arzobispo de Sevilla, Asenjo Peregrina, las presuntas víctimas de abusos por parte del psiquiatra Javier Criado lograron llegar al Papa Francisco, quien, de inmediato, ordenó sacar a la Archicofradía de Pasión del escándalo
Pepe Fernández / Redacción.- Tras el estallido social –que no policial, ni judicial, ni eclesial– del conocido como Caso Criado el psiquiatra sevillano se aferró a lo más valioso que poseía para permanecer socialmente a flote, como si de un salvavidas se tratase: la vara de mando de Hermano Mayor de la Archicofradía Sacramental de Pasión.
Fue cuando en el mundo cofrade se abrió un debate al modo y manera sevillano: en las barras de los bares y cafeterías. Muy pocos fueron los que, en situaciones como esa, se atrevieron a dar el paso y contar públicamente a la gente lo que sentían o pensaban de un asunto tan vidrioso y doloroso como pestilente.
Aquí las únicas personas valientes de verdad han sido casi cuatro decenas de mujeres, que se presentan ante la sociedad como víctimas de unas deleznables prácticas que habría protagonizado el Dr. Criado en su gabinete profesional de psiquiatría durante años y años.
Sin embargo, conforme crecía el escándalo social con noticias publicadas especialmente por medios de ámbito estatal y algunos locales, tamizados estos últimos por la sevillanía del personaje, los debates del mundo cofrade sevillano dejaron los bares para copar las redes sociales, donde ya participó todo el mundo, incluidas las víctimas. Fue cuando pudo identificarse claramente a quienes defendían ciegamente al popular médico y sospechaban al mismo tiempo de conspiraciones a la hora del café en Ochoa de “cuatro señoras medio locas” . ( Y ya van por 37)
Será o no será inocente, pero debe dimitir
Frente a los defensores a ultranza de Criado se situaron quienes consideraban que, independientemente de la presunción de inocencia que ampara a cualquier investigado por la Justicia en España, Criado debería haber dimitido en el minuto uno como Hermano Mayor para no perjudicar la imagen de las hermandades y cofradías sevillanas en general y, de forma muy particular, a la de Pasión, de la que era su máximo representante y cabeza visible.
Los debates internos entre la familia católica practicante de Sevilla, por ejemplo en Pasión, han degenerado en algunos casos en el nacimiento de enemistades increíbles entre viejos amigos y hermanos de tantas tardes de Pasión por Sevilla.
Mientras todo esto sucedía en el seno de la sociedad cofrade, muchos fueron los que empezaron a mirar a Palacio en la Plaza Virgen de los Reyes. ¿Qué dice el Sr. Arzobispo de todo esto? ¿Tomará cartas en lo referido a Pasión, competencia directa del prelado? ¿Habrá llegado a Sevilla la sensibilidad demostrada por Francisco en el caso de la banda de los romanes en Granada? Allí que se fueron las víctimas y se lo contaron, cara a cara, a Su Eminencia Reverendísima, que estuvo muy atento y cariñoso con todos. Palabras, buenas palabras, muchas palabras de aliento, ánimo y confort cristiano; nada más que palabras hallaron las víctimas en los dos encuentros mantenidos con el jerarca de la Iglesia católica en Sevilla.
Entre las paredes de Palacio, no obstante, quedaron los ecos de los testimonios, las denuncias y, sobre todo, base argumental canónica suficiente como para que el Arzobispo obligase a dimitir a Criado como Hermano Mayor de la Archicofradía de Pasión. Asenjo Peregrina optó por los paños calientes, por el ya escampará rajoniano. Con más torpeza que acierto, hizo uso del manual de los políticos contemporáneos en estas situaciones: el Sr. Criado no está imputado por un juez, así que puede continuar con la vara de mando en Pasión.
Asenjo no convence
La posición del prelado Asenjo ni gustó ni convenció a las presuntas víctimas –casi todas católicas–, que a esas alturas del escándalo ya habían superado el miedo y la vergüenza del pasado, transformando ese cambio en sus espíritus en una energía humana demoledora, dispuesta a buscar como fuese justicia, que para todas ellas es más que bastante. Es cerrar una enorme herida en lo más profundo de cada ser.
El verano de 2015 llegó implacable, riguroso como siempre, y Criado se marchó cerca del mar, con su barco, y también con la vara de mando de Hermano Mayor de Pasión en su poder; con la consulta profesional cerrada, acosado socialmente y habiendo denunciado judicialmente a las primeras que le acusaban de haberles destrozado la vida. Decisión aconsejada por su abogado Paco Baena Bocanegra, el más prestigiado penalista de Sevilla y uno de los más destacados a nivel nacional, al que casi siempre recurren personajes de relieve en apuros judiciales. Léase Baltasar Garzón o antaño Jesús Roa, dueño de Ocisa y de los maletines del caso Ollero.
Tras la decepción causada entre las presuntas víctimas y sus familias por la inacción del inquilino de Palacio, el siguiente paso por el que optaron fue intentar llegar al corazón del Vaticano, a cuyas autoridades pertinentes ya habían dado cuenta por escrito del asunto Criado y Pasión antes de que el escándalo estallase. Creyeron que había que llegar al mismísimo Papa Francisco, dado que es un tema de extrema gravedad y sobre el que la Iglesia, creían, debía de tomar medidas urgentes para apartar cautelarmente a Criado de sus funciones en la Archicofradía.
El destino puso en el camino de quienes ansiaban antes la justicia divina que la de los hombres a un sacerdote que ejerce en Sevilla, muy conocido, y casualmente buen amigo de Federico Lombardi, el hombre que le susurra diariamente cosas al oído al Santo Padre, ambos jesuitas. Lombardi ejerce en la actualidad como portavoz del Vaticano, cargo que obligatoriamente le sitúa junto al Papa casi de forma permanente.
[blockquote style=»1″]La decisión de Roma, planteando sacar, «apartar» la Archicofradía de este escándalo con la salida de Javier Criado como Hermano Mayor, fue transmitida directamente al Arzobispo de Sevilla, Asenjo Peregrina, quien a renglón seguido dispuso su ejecución pertinente.[/blockquote]
Entrevista con Lombardi
El sacerdote sevillano, según narran personas que conocen la historia porque han estado muy cerca de estas gestiones, viajó a Roma y, con todo lujo de detalles, ilustró a su amigo Federico sobre lo que contaban las víctimas, quiénes eran y, por todo lo expuesto, lo que suponía la permanencia de Javier Criado al frente de la muy respetable y respetada Hermandad de Pasión. Sin olvidarse de lo más importante, el impacto que el escándalo estaba causando en gran parte de la Iglesia sevillana, especialmente en el entorno de las cofradías. No se trataba solo de una Hermandad, le explicó, estaba hablando el capellán sevillano de algo que incomodaba especialmente a la inmensa mayoría de los que desfilan bajo un capirote o con un crucifijo al hombro cada Semana Santa por las calles de la ciudad. O sea, a casi todos los católicos de la Archidiócesis de Sevilla. Cuentan que Lombardi captó a la perfección el calado del mensaje y su dimensión y ,»tal cual», se lo trasladó personalmente al Papa Francisco.
A esas alturas del escándalo, y teniendo en cuenta que lo peor estaba por llegar en unos meses, con el anuncio de la presentación de una denuncia ante el Juzgado de Guardia por parte de casi 40 víctimas, tanto el cura sevillano amigo de Lombardi como el propio portavoz vaticano sabían de antemano cuál sería la decisión final del Papa argentino ante un tema de estas características. Y que, por desgracia para la Iglesia Católica, no era el primero. No se equivocaron.
La decisión de Roma, planteando sacar, «apartar» la Archicofradía de este escándalo con la salida de Javier Criado como Hermano Mayor, fue transmitida directamente al Arzobispo de Sevilla, Asenjo Peregrina, quien a renglón seguido dispuso su ejecución pertinente con dos objetivos, los únicos que le permitía su ya limitada capacidad de maniobra. Cumplir la orden del Papa y, de paso, procurar perjudicar lo menos posible la ya de por sí muy dañada imagen pública de Javier Criado en Sevilla. De ahí que, arrancando el mes de septiembre, anunciase Criado su dimisión irrevocable del cargo de Hermano Mayor de Pasión.
La próxima semana se formalizará ante el Juzgado la denuncia de las cuatro decenas de presuntas víctimas contra Javier Criado. Ayer, esas mismas personas, comparecían ante un tribunal profesional del Colegio de Médicos de Sevilla para aportar sus testimonios sobre supuestos abusos y mala práxis profesional de Criado en el transcurso de la instrucción del expediente abierto por el Colegio. Como ayer avanzábamos desde Confidencial Andaluz, los asesores jurídicos de las presuntas víctimas no descartan que el Colegio se persone finalmente en el procedimiento como acusación particular.
El asunto Criado parece que empezará en serio la próxima semana, si finalmente es presentada la voluminosa denuncia que contiene informes y peritajes de todas y cada una de las mujeres que se sienten perjudicadas por el médico y que han dado el paso para firmar la denuncia.
Parece que llega la hora de la verdad en el caso Criado. Por vez primera todo el mundo coincidirá: que hable la Justicia y, de antemano, respeto a la presunción de inocencia de Javier Criado, pero al mismo tiempo pedir respeto también para las mujeres y hombres que se consideran víctimas maltratadas y vejadas por el afamado galeno.