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Sin vergüenzas

¿Porqué buscamos sexo fuera de la pareja?

¿Sexo? Nada más directo en cuanto a intenciones cuando nadie nos mira y hablamos con esa persona que nos escucha para aclararnos las ideas. Ningún estudio sabe definir cual es la edad justa en la que se nos despierta. El sexo está ahí. Estará ahí el resto de nuestra vida, es y será esa gran preocupación, obsesión o para algunos, esa escondida mirada con la que analizaremos y radiografiemos a todo lo que se nos ponga por delante.  Hay que saber ligar y hay quien nunca aprende a ligar. Hay quien liga mucho y hay quien se deja llevar y pesca los “desechos de tienta” que otros y otras van soltando. Hay quien se enamora perdidamente y hay a quien el deseo le dura pocas horas.

Somos muy diferentes, hombres y mujeres que generación tras generación se han educado de forma muy distinta y llegados a este momento, la era de las nuevas tecnologías, convivimos juntos, en un mundo en el que las relaciones, íntimas, sexuales y emocionales caminan por un mundo que, a veces se cruza y nos muestra miradas y escenarios que para nada se interrelacionan. Adolescentes que comparten lugares con adultos en una época en la que el acceso a la TICS, no necesita de charlas y preguntas.

Besos de callejón. Besos de habitación de Hotel. Besos de Airbnb. Hay muchas bocas. Besos corruptos. Besos dementes. Besos casuales. Besos de Mundiales. Seis mil millones de habitantes que besan o, no besan.

Youtube te lo cuenta y te lo explica todo. Google te lo encuentra. Canciones que esconden mensajes subliminales para provocarnos y sacarnos ese lado picante, sexy, seductor o simpático para conquistar a quien nos desvela mirando su Instagram. Diferentes formas de buscar sexo. Aplicaciones que miden tu atractivo, algoritmos que nos descubren nuestro sexappeal. Besos según las culturas que nos llevan al orgasmo. Besos a tamarindo. Besos a hierbabuena. Besos a vírgenes. Besos de callejón. Besos de habitación de Hotel. Besos de Airbnb. Hay muchas bocas. Besos corruptos. Besos dementes. Besos casuales. Besos de Mundiales. Seis mil millones de habitantes que besan o, no besan. Besar genitales. Porque el beso lleva al sexo. Porque para llegar al orgasmo se necesita el beso. Y los labios nos llevan a la carnicería. No se puede ser vegano del sexo. Sexo vestidos. Sexo en el baño. Sexo con encaje. Sexo con culotes. Sexo en calcetines. Sexo con prostitutas. Sexo de discoteca. Sexo de barbacoa. Sexo a los 70. Sexo LGTB. Sexo diagonal. Sexo de vitamina. Sexo inocente. Sexo de agua fría. Sexo mañanero. Sexo amargo. Sexo religioso. En el mundo existe mucho sexo.

En Sevilla el sexo es del Sur, aunque subamos al Norte a practicarlo. Y quien baje a encontrarlo. ¿Porqué buscamos sexo fuera de la pareja? ¿Porqué practicamos sexo a escondidas y no lo contamos? ¿Porqué necesitamos la muerte chiquita antes del último sueño? ¿Te atreves a hablar sobre sexo conmigo? Ya lo cantaba Rafaela Carrá en 1978: “para hacer bien el amor hay que venir al SUR”. Sin vergüenzas.