En Sevilla habitan muchas mujeres. Por Sevilla pasan y conviven muchas mujeres. En Sevilla nacen y crecen muchas mujeres. Desde Sevilla miran al mundo muchas mujeres. Sabes que observo a las mujeres que nos rodean. Muy a menudo cuento más mujeres que hombres en los Súper y en los mercados porque la mayoría sigue gestionando los hogares. Hay más mujeres en las puertas de los colegios porque a parte de parir a los hijos, son madres involucradas en la educación. Hay más mujeres limpiadoras, asistentas y “kellys” porque los hombres han elegido el empleo y esta profesión la han legado. La mayoría de las mujeres que contemplo no atacan a hombres, les ayudan. No he visto a ninguna mujer subida en un andamio lanzando un piropo grosero a un hombre, ni a otra mujer, porque les parece incorrecto, vulgar y así lo manifiestan. No he visto a ninguna mujer creando una banda callejera para delinquir porque el cerebro femenino crea corrillos o se reúne para compartir sus inquietudes y distribuir sus vivencias y experiencias. Conozco a muchas mujeres abandonadas que salen adelante criando y educando solas. Mujeres desarraigadas que dan a sus hijos en adopción antes de cometer un parricidio. Mujeres que viven en guetos, rodeadas de violencia y son madres y mujeres que luchan por sobrevivir ocupándose del hogar, convertido en chabola, barraca o refugio. Mujeres que sienten el hogar y su vivienda como un techo que proteger.
Mujeres que han sido usadas y se han dejado marchitar y aún así han sabido ser felices. Mujeres que no han podido cumplir sus sueños y han elegido una vida que les ha dado la felicidad de otra manera.
Mujeres despreciadas, maltratadas, humilladas, repudiadas que se sienten indefensas ante la autoridad y la dominación masculina. Mujeres que empiezan a levantar la voz porque tienen todos los derechos, motivos, fundamentos y razones para hacerlo. Porque el cerebro de la mujer no es una telaraña, en la mayoría de las ocasiones ha demostrado que es sensato, capaz, razona, escucha, tiene ingenio, entendimiento y si no sabe lo aprende y se preocupa por intentarlo.
Mujeres que han sido usadas y se han dejado marchitar y aún así han sabido ser felices. Mujeres que no han podido cumplir sus sueños y han elegido una vida que les ha dado la felicidad de otra manera. Mujeres que no han podido despedirse de sus hijos, de sus parejas o de su familia y se han ido con la mayor dignidad, honorabilidad y humildad. Mujeres a las que no olvidaremos nunca mientras vivamos. Mujeres de las que hablaremos hasta la saciedad por su ejemplo y compromiso. Mujeres a las que no se te ocurría hacerles daño. Mujeres por las que darías la vida. Mujeres que dedican su vida a cuidar. Mujeres a las que no les sale una arcada, ni siquiera la primera vez que ven un excremento. Mujeres que lloran y no se les nota. Mujeres que huyen sin saber su destino, viajan con el miedo y encuentran el final del camino. Mujeres sin prejuicios y mujeres que dudan porque en la vida hay que aprender. Mujeres que deciden romper los grupos masculinos porque desean formar parte de él y tener la oportunidad de dirigir, decidir o simplemente opinar. Mujeres que se sientan a las mesas masculinas, se colocan de pie y rompen la tradición de ocupar una silla o un burladero.
Las mujeres no quieren empoderamiento, hay palabras y expresiones que no son correctas. Hay mucha equivocación con el papel de la mujer.
Los hombres no caminan como tortugas, se han equivocado en la manera de mirar a la mujer. La mujer no necesita que un hombre le dirija la vida. No necesita que elija por ella. Posiblemente no quiere cuotas. No, así no.
Las mujeres no quieren empoderamiento, hay palabras y expresiones que no son correctas. Hay mucha equivocación con el papel de la mujer. Va siendo hora, después de tantos años de historia, de juzgar y decidir. Empecemos a tenernos respeto y civismo. Hoy es 8 de marzo de 2018 en Sevilla y en el resto del mundo. Y es el Día Internacional de la Mujer. Y este artículo sería interminable si tuviésemos que relatar todos los por qué.
Tenemos una forma extraordinaria de comunicarnos. Gracias a los avances tecnológicos es probable que este 8M esté llevando el PARO como lema. ¿Te has parado a pensar por un momento que las mujeres llevan muchos años luchando por sus derechos y hasta ahora no han tenido este amplificador?
Y por último, como despedida: no critiques a las feministas por cuestiones de ideologías políticas, ni incorpores calificativos inventados a tu lenguaje sin razonarlos, con las mujeres que te rodean. Verás como tu mirada cambia aunque haya que continuar con campañas publicitarias y manifestaciones como las de hoy, al final se hará justicia, porque siempre habrá tontos y tontas en el mundo…
Nota: Quizá estas reflexiones puedan ayudar a responder a los comentarios, opiniones, artículos, ilustraciones e historietas que circulan estos días con motivo del Día Internacional de la Mujer y nos tomemos en serio que en 2018 debamos salir a reivindicar nuestros derechos como personas.