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¿Es socialista Susana Díaz?

Emilio Arnao
Emilio Arnao*

Esto del socialismo tiene su trágala y su chiste, pues es desde el humorismo desde donde mejor se puede ser socialdemócrata. Yo creo que la señora Susana ríe demasiado a dentelladas, con lo cual ya se le agradece ese socialismo de chiste del que hablo. Ahora bien, para el socialismo de izquierdas en plan hordas de los pueblos y un obrerismo febril venido de finales del siglo XIX ahí Susana zascandilea, baila sevillanas, se mueve con dificultad y le faltan veinticuatro ceras para que la almidonen como una virgen de Semana Santa sevillana. Eso es: la señora Susana da más de virgen en procesión que de presidenta de una Junta que más que junta desajunta, que es lo que le está pasando con la niña ésta de Podemos que es pareja del alcalde éste de Cádiz y que ahora no recuerdo los nombres y no los voy a mirar por Google porque escribo con insomnio y voy relatando la escritura como un dibujo animado.

Decía, digo que Susana no sabe muy bien dónde está el socialismo que necesita no sólo Andalucía sino todas las Españas en un momento en que el soe anda un tanto perdis y muy alejado de los viejos batallones de cuando el socialismo en España era de verdad y se hacían expropiaciones -Boyer-, educaciones universales, europeísmo felipista y la lana blanca de Marcelino Camacho. Todo aquel socialismo ya se perdió en el lejano Oeste, como en una película de John Wayne, y ahora lo que trae la señora Susana es un socialismo del Rocío o por lo menos injertado en un capitalismo vocinglero que luego acaba en la afonía, en la dialéctica de Hegel mal leída o en los ERE.

Susana debe leerse a Lorca y dejarse de tocarle los timbales a Pedro Sánchez, el bello Brummel

Por lo tanto, yo no creo que Susana Díaz sea una socialista de los tiempos de “Carmen” de Merimeé, sino una gitanilla trianera escrita por lo menos por don Miguel de Cervantes, que sabía mucho de esto de la picaresca y de las cárceles de Sevilla. Sevilla ha traído al susanismo subido a hombros como los grandes toreros que salen por la Maestranza, pero ni se ha enterado que lo que toca ahora mismo aquí en este país y especialmente en Andalucía es la conexión de las izquierdas ciertas y verídicas que futuricen una realidad leída ya por la inteligencia artificial de las nuevas tecnologías. Que la señora Susana tiene que hacerse de la inteligencia artificial y hacer proyectos de ley consultando la nanotecnología, que es lo que se lleva ahora y que va politizando la vida burguesa y punky y okupa de unos andaluces que ven en Susana sólo su risa abierta como la vagina de Antígona en vez de una mujer que haga de la política un socialismo de los de antaño, de cuando el Frente Popular, afianzando un republicanismo que la señora Susana debería aprender de Mariana Pineda. Susana debe leerse a Lorca y dejarse de tocarle los timbales a Pedro Sánchez, el bello Brummel, pues éste sí que puede que traiga un socialismo izquierdoso y piojoso con que rascarse la cabeza para que salgan de una vez todos los barones territoriales y todo el politburó de Ferraz, que ya toca.

Susana no sabe hacer socialismo. Por eso mismo yo la invito a que relea los viejos libros del siglo XIX -no citaré nombres porque la señora Susana no sabrá de quien hablo- y se prodigue en tradicionalizar en la actualidad antigua ese socialismo que siga tejiendo los jerséis de cuello cisne de Marcelino Camacho. Aquí hace falta más lana y menos sonrisas para la prensa donde la fotografía puede confundir el río Guadalquivir con un gag de los hermanos Marx.

*Emilio Arnao es  Doctor en Filología Hispánica, poeta y periodista. Trabaja en una tesis doctoral sobre Ortega y Gasset

@EmilioArnao