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Sra. Presidenta:

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Pepe Torrente*

La educación concertada es esa parte del sistema educativo que los padres elegimos para educar y enseñar a nuestros hijos porque preferimos nuestra elección a la imposición gubernativa. Es ese lugar al que aceptamos ir en libertad, porque queremos seguir teniendo el derecho a tener libertad de elección.

Con la Concertada la administración da espacio a la libre elección de los padres, permite que exista la posibilidad que nos lo garantice, tal y como lo reconoce el artículo 27 de la Constitución española. Y, claro, también, con ella mediante, porque no se debe perder ese horizonte de libertad, a pesar de las razones ideológicas y sectarias que intentan conseguir lo contrario.

La Junta de Andalucía que preside la socialista Susana Díaz está empezando a mover el árbol de la libertad que construye y expresa la educación concertada para nuestros hijos. Intentan así, al paso del tiempo, recoger las nueces del pensamiento único que propugna. Susana Diaz nos recuerda esa constante intención, nunca escondida del todo, con la que evitar que los educandos atajen por caminos ajenos al pensamiento progresista. Pretenden implantar su intención innegable de ir cultivando generaciones de futuros defensores de su izquierdista ideario. Son imposiciones ilegítimas de quienes buscan sendas colectivas de adoctrinamiento y conjura más que de dar testimonio de ese indiscutible derecho constitucional.

 

La Junta de Andalucía que preside la socialista Susana Díaz está empezando a mover el árbol de la libertad que construye y expresa la educación concertada para nuestros hijos.

 

Susana Díaz no gana para disgustos con la problemática atención sanitaria que nos quería endilgar. Ya lleva unos cuantos retrocesos en materia de reorganización hospitalaria; ya son unos pocos los envaines y retranqueos políticos con los que ha permutado la soberbia a raudales por aparente humildad. Ahora cambia la polémica de consejería, en ese alarde constante de creerse protagonista invencible de la actualidad, y cree que le ha llegado el turno a la educación concertada, o ese intento de cambiar de destino la polémica a favor, en este caso.

Ella no sabe que se la tendrá que envainar también, de seguir instando con sus gestos, sus hechos y la palabra, esa ruta dirigida a la pérdida de la libre elección educativa por parte de los padres. Los andaluces hemos aprendido, y los granadinos de manera muy particular, que no hay montaña tan grande como para que la unión no la pueda derribar.

Que la educación pública no tenga la misma demanda que la concertada, o que la elección de ésta sea preferida por las familias, no puede tener como solución obligarnos a recibir lo que no se desea, o bien no es del gusto de quien debe seguir teniendo el derecho a elegir, sin más cortapisa que su conciencia y su legítimo derecho a escoger la educación que quiere para sus hijos.

Y si hace falta un profesor Candel, que en este caso haga de ConcerEducaMan al estilo del doctor de urgencias granadino coronado como héroe sanitario, para encauzar la exigencia de mantener ese derecho a la libre elección del centro educativo, pues que no tarde. Que ya sabemos el camino, querida Susana. Atacar los derechos y libertades parece una mala senda para ese progresismo de cantera, presidenta.

Suyo afectísimo.

 

*Pepe Torrente es Funcionario, militante del PP de Granada y columnista habitual.