The news is by your side.

Y Susana cargó su fusil

CA_Pepe_torrente
Pepe Torrente

“Estaré en la cabeza o en la cola, donde digan mis compañeros”, dijo en Jerez, como si el discurso llevara fabricado en su memoria durante mucho tiempo antes. Qué manera tan insinceramente humilde de decir que la batalla la da por abierta, pero con ella de cabeza. Las huestes estaban alerta, ya les ha dado la orden de firmes y a firmar. Y a un toque de corneta, trianera y honrá, los ha puesto en fila de a uno desfilando por la firma de la renuncia del comité ejecutivo socialista, paso primero de su apetencia nada amagada. La voladura del edificio está iniciada.

Pedro quiso retar a Susana, y en ese duelo ha marcado demasiado pronto los pasos en su contra. La ha querido dejar en evidencia ante la militancia, y no ha medido bien el riesgo de enfrentarse a quien nació, creció y mamó del aparato hasta conseguir lo que hoy es. Pedro, el inmodesto Pedro Sánchez, en su arrebato de toreador de derrotas electorales gallegas y vascas, sacó el capote de las verónicas sin tener ni idea de torear. El PSOE no se rinde nunca ante quienes lo han hecho suyo, del que han vivido siempre, y con el que han jugado, a capricho, para defender su propio interés. Pedro no supo medir el inmenso poder acumulado por quienes llevan tantos años de ejercicio del mismo, a quienes él quiere derrotar. Pero no sólo derrotar, sino, además, desnudarlos ante la audiencia.

Y se trajo las 17 balas en su cinto. Las puso en el cargador, y fueron saliendo de una en una, ametrallar el comité ejecutivo antes de que éste firmara la guerra formal de un congreso exprés.

Y Susana cargó su fusil. Y se trajo las 17 balas en su cinto. Las puso en el cargador, y fueron saliendo de una en una, ametrallar el comité ejecutivo antes de que éste firmara la guerra formal de un congreso exprés. “Hay que echar al retador por defender una hoja de ruta funesta”, pareciera el grito de guerra acordado. La cosa es que Pedro Sánchez quiere podemizarse, además de hacerse un poquitín independentista y batasuno porque si no, a la Moncloa no llega. Mientras, atentos desde el cuartel principal andaluz, Susana, Chacón, García Page, Puig y Vara, prefieren seguir siendo socialdemócratas al grito de ¡Suresnes vive!

Tensó la cuerda Pedro cuando osó responder de manera altanera a unas declaraciones intencionadas y mañaneras de Felipe González, tras decir éste que aquel lo había engañado, y que se sentía estafado en cierta medida por el hoy cuasi defenestrado Secretario General. Pedro, lejos de reconocer el abuso de la confianza que hizo al histórico dirigente, le afeó el gesto. Un atrevimiento que no le perdonan. Susana por ahí no pasa. Felipe, aún hoy, es mucho Felipe para los de siempre, especialmente en tierras sevillanas.

A Susana no le viene bien ser carne de primarias. NO está acostumbrada a esa elección abierta y delegada en los militantes. Ella, que tiene la costumbre de ser propuesta y designada más que elegida, ahora no puede arriesgar su prestigio presunto, para disponerse a liderar el ataque en contra de aquel al que lleva bastante tiempo odiando sin medida. Por eso Susana ha sacado su fusil, y ha puesto, si ello hiciera falta, el tiroteo al que otros denominan balacera, como medida de solucionar la crisis del partido.

Teresa Jiménez, secretaria general del PSOE provincial quiere a Susana. Pero el secretario local de la capital, Chema, siguiendo a su rueda, prefiere a Pedro. Teresa se debe a la jefa, pero Chema no tiene nada que agradecerle a Teresa, y revienta el equilibrio acostumbrado. 

La descomposición se atisba importante. Esta guerra no va a dejar simplemente heridos por todas sus trincheras. Va a haber muchas más huellas que suturar en los entornos, especialmente entre aquellos que merodean el voto y las urnas. Hay un peligro que corregir. C´s ya dijo que daría por roto el acuerdo para un gobierno andaluz si Susana no seguía de presidenta. No creían los amigos de Juan Marín, con buen criterio, que fuera posible hacer compatible liderar el PSOE desde Madrid y gobernar Andalucía desde S. Telmo. Susana se irá, si puede, pero no tiene bien cubierto, de momento, el flanco de la sucesión propia. Tampoco creo que le preocupe en demasía. El toque de órdenes en Andalucía es uno de los más seguidos entre el cuerpo directivo socialí. Ella dejará sucesión, y los demás obedecerán sin rechistar.

Antes de acabar, déjenme acudir a la vera del final de este artículo, y, viendo el lío liado en el PSOE de Ferraz, asombrarme de cómo los líderes socialistas de Granada muestran públicamente su división. Teresa Jiménez, secretaria general del PSOE provincial quiere a Susana. Pero el secretario local de la capital, Chema, siguiendo a su rueda, prefiere a Pedro. Teresa se debe a la jefa, pero Chema no tiene nada que agradecerle a Teresa, y revienta el equilibrio acostumbrado. Y es que, por salir destacado en los medios, hay quien se mete a guerrillero de boina acicalada y metralleta en ristre, aunque el objetivo sean los soldados del bando propio. Que aún hay quien quiere que el sol siga brillando sólo en su bosque, aunque el precio sea la voladura de un partido centenario. Uds. me entienden.