The news is by your side.

Susana Díaz lleva media campaña de ventaja

Domingo 2 de Diciembre, la fecha elegida para convocar a los andaluces a las urnas.

Susana Díaz ha cumplido con los pronósticos: elecciones anticipadas al 2 de diciembre para evitar riesgos. El mayor: coincidir con las generales. La pasada semana una fuente cercana a la presidenta confirmaba la inminencia del decreto de disolución: “cuestión de días” aseguraba, petición que también se oyó en el propio gobierno en boca del titular de Economía Ramírez de Arellano.

Termina así una larga precampaña electoral protagonizada en solitario por Susana Díaz desde antes del verano, montada en coche oficial, pagado por todos los andaluces, al tiempo que proclamaba que ella se dedicaba a trabajar por Andalucía mientras los demás lo que hacían era especular y hacer ruido a cuenta de la posible fecha del adelanto electoral. Ni Griñán, ni Chaves, Borbolla o Escuredo se atrevieron a tanto siendo presidentes de la Junta en estos casi cuarenta años de autonomía andaluza dirigida políticamente por el PSOE-A.

Durante meses Díaz ha abusado descaradamente del plus que le otorga el hecho de controlar legalmente el calendario electoral, dándole incluso tiempo para planificar y escenificar una ruptura –peleas en broma– con sus socios de estos años de Ciudadanos que le han ayudado a gobernar sin despeinarse y sin sobresaltos.

Así la candidata socialista a la reelección se ha permitido la puesta en marcha de  una campaña personal en solitario por toda la región  que no solo ha consistido en viajar, abrazar y besar a infinidad de paisanos y paisanas por las diversas comarcas que ha visitado, Díaz ha impulsado medidas claramente electorales con cargo a los presupuestos generales de la Junta y que van desde abrir la bolsa laboral  con la convocatoria de miles de plazas en sectores como la sanidad, la enseñanza o gastarse más de 700.000 euros en campañas publicitarias en redes sociales donde, con todo descaro, se dedican a promocionar mensajes  de autobombo de la consejería de Agricultura.

 

Más de 7 millones gastados en publicidad

 

Todo ello en un contexto de más de siete millones de euros en seis meses para publicidad institucional a repartir entre los medios de comunicación que se porten bien o que sean tradicionales correas de transmisión del poder socialista en Andalucía. (Mientras, muchas aulas andaluzas, convertidas en saunas a 35º y alumnos con lipotimias).

Los asesores de la consejería de Agricultura están convencidos que los agricultores andaluces, pese a no existir cobertura 3G en la mayoría de tajos agrícolas, están enganchados a las RRSS y por eso les machacan a diario con mensajes patrocinados como este: “En los últimos 10 años @AndaluciaJunta ha movilizado una inversión público-privada de 1.000 millones para la modernización de los regadíos. Impulsamos que #Andalucía sea líder en el uso eficiente del agua, aumentamos la competitividad del sector y el empleo en las zonas rurales”.

El que se hayan “tirado a la Marisma” –según dijo la G.C.–  más de 41 millones de euros en la modernización de regadíos en el bajo Guadalquivir y que la Justicia investiga hace años en un macro sumario llamado Caso Marismas con muchas derivadas políticas, no es algo que preocupe a la Junta de la que se desconocen iniciativas procesales para la recuperación de esa millonada ante la desesperación de sufridos regantes que siguen a la espera de las mejoras prometidas mientras afirman con indignación que “esto ha sido el timo de la estampita y obra de trileros”.

 

El BOJA al servicio de la precampaña

 

Es la primera vez en la que los socialistas andaluces se muestran públicamente tan desesperados hasta el punto de recurrir a un comportamiento tan descarado, poco ético y escasamente respetuoso con las normas y el juego limpio en democracia, al jugar con la ventaja del control de los presupuestos y del BOJA.

Desde la oposición, especialmente desde la coalición de izquierdas liderada por la dirigente de Podemos y el de IU, Teresa Rodríguez y Antonio Maillo respectivamente, se ha criticado con dureza el desahogo con el que Susana Díaz ha dispuesto de medios públicos para rendir cuentas de su gestión de estos tres años largos. «Susana Díaz unta a la prensa de forma indecente y discrecional para garantizarse un buen trato. Es pura mafia», ha dicho Rodríguez, la nueva cunera de Podemos enviada al histórico feudo socialista de Málaga.

Susana en su particular precampaña con fondos de la Junta ha hecho de todo, desde inaugurar un dispensario de salud, un Primax, o una feria ganadera, hasta hacerse la foto en un tren cápsula o supositorio diseñado en Jerez y que, a bombo y platillo, anuncian que colocará Cádiz a una hora de Barcelona. Sí, así, y muchos han creído incluso que es el nuevo Ave que nos traerá Susana a los andaluces si vuelve a ganar el PSOE las elecciones.

Pero si feo y descarados han resultado los tres o cuatro actos claramente electorales diarios de la presidenta por toda Andalucía, con séquito oficial y cámaras de Canal Sur TV (más las alquiladas) mucho más horrible ha sido comprobar cómo se le faltaba el respeto al Parlamento de Andalucía, lugar donde dicen que reside la soberanía popular de los andaluces.

 

Adiós a la comisión de la FAFFE

 

Efectivamente, mientras el run rún de la disolución de la cámara sonaba con fuerza y adquiría cuerpo, en su seno se ha estado trabajando en la creación de la Comisión de Investigación de la FAFFE, ya saben la de las tarjetas negras para puticlubs y otras zarandajas lúdico-festivas. Comisión a la que los del PP quieren que comparezca la propia Susana Díaz y los ex presidentes Chaves y Griñán entre otros socialistas con responsabilidades políticas en la famosa fundación para ayudar a los parados.

Todo el mundo sabe, y la presidenta la primera, que en cuanto se disuelva del Parlamento automáticamente quedará sin efecto esta comisión, de tal forma que el trabajo desarrollado habrá servido exactamente para nada, una tomadura de pelo en toda regla.  De ahí que la oposición haya llegado a plantear –con cínica carcajada del PSOE– que desde el Parlamento se le pregunte a Díaz si va a adelantar o no, entre otras cosas por respeto a la cámara y al trabajo de sus comisionados, pero sobre todo para no hacer perder el tiempo a la oposición.

Habrá pues adelanto electoral y casi con toda probabilidad la comisión desaparezca y con ella la voluntad política de investigar que pasó en una de las muchas descontroladas fundaciones que dependen del gobierno. Un problema menos para el PSOE y para Susana Díaz cuya gran preocupación electoral radica, ahora, en la cuestión catalana y en la actuación del gobierno Sánchez que el próximo 26 celebrará Consejo de Ministros en Sevilla. Tibieza con el separatismo, eso sí que le puede quitar votos a Susana en la cuna del ‘¡A por ellos oe!’ y más con la jerezana Inés Arrimadas ondeando al viento la bandera de España.

Este articulo se ha publicado  el lunes 8 de octubre en VozPopuli