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Susana Díaz sigue ahí

Javier_Menezo
Javier Menezo*

Al despertar, el dragón seguía allí. Es el relato más corto del mundo. Una versión sustituye dragón por dinosaurio. Pero, al hablar de política, dinosaurio suena fatal. Me puedo aplicar el cuento, porque cuando desperté, todo seguía allí. Es que, tras la sobredosis de política y socialismo me había vuelto, feliz, a la rutina de la vida normal y se me había olvidado Susana Díaz. Como lo oyen. Será que me hago mayor.

Total, que en esas estaba cuando, ayer, leo un tweet diciendo que renueva como secretaria general de los socialistas andaluces. Pensé, anda es verdad, que hay un Congreso o algo así. La noticia se ilustraba con caras sonrientes. Pero no emoticones, no. Caras de verdad. Me dije: ¿Será que han tirado de hemeroteca porque el reportero está en la playa? Que va, era de ahora porque vestían de verano. Salvo eso, todo era igual que siempre. Los mismos e idéntica expresión de felicidad desbordante. El paradigma de esa dicha incontenible es Verónica Pérez. Siempre que se la fotografía en las proximidades de Susana Díaz está contenta. Admirable.

Sin embargo, no creo ser el único que apenas ha seguido el tema. Es normal. La indiferencia no es por ella -en sí- sino por la escasa emoción de un resultado sin competencia. Sorprende, pues, esa alegría en plan “no me lo esperaba de ninguna de las maneras”. Es lo que pretendía. De todas las decisiones de estos últimos meses, la adoptada la noche trágica, el 22M, de convocar el Congreso del PSOE Andaluz a velocidad de crucero fue la más acertada. Si la gente se aburre que cambie de canal. A diferencia de Lampedusa, que al fin y al cabo era un ocioso, para Díaz no es cierto que los males hagan menos daño al alma que el aburrimiento. Lo que daña, pero de verdad, es perder. El que acuñó la odiosa frase lo importante es participar era un blando. Así, pues, los próximos cuatro años del socialismo andaluz son suyos.

 

Resta conocer el destino de la ex Consejera de Agricultura. Verán como no defrauda. ¿Cómo de grande, me pregunto, será la Administración autonómica, sus patronatos, empresas públicas, gerencias, agencias?

 

La otra decisión de aquella noche de infortunio fue renovar parte de su Gobierno. Parafraseando a Arzalluz, loro viejo no aprende a hablar. Lo de viejo no es por edad, sino por trienios en política. El cambio siguió su tradicional criterio de evitar un clavo que sobresalga. Hoy es el día que no recordamos los nombres ni de los que se fueron, ni de los que siguen, ni de los que han llegado. Lo que si sabemos es que han saltado de una Consejería a otra, a dirigir un Patronato o una Universidad Internacional pero andaluza al tiempo, con extraordinaria capacidad adaptativa. Resta conocer el destino de la ex Consejera de Agricultura. Verán como no defrauda. ¿Cómo de grande, me pregunto, será la Administración autonómica, sus patronatos, empresas públicas, gerencias, agencias?

Al salir, por un momento, de mi letargo, experimenté como un déjà vu. Díaz declara que tiene ilusión, ganas y fuerza. Otra vez. Me atrevería a afirmar que ser tan predecible hará ganar a Susana Díaz en las elecciones. No es broma. Controlado el Partido, asegurándose una imagen de paz interior tan del gusto del votante tranquilo, podrá ganar en Andalucía ofreciendo conservadurismo, paradójicamente. No el del PP, que es un conservadurismo social, aún con cierta aura de señoritismo. No, el conservadurismo que nos lleva a evitar el riesgo.

 

Díaz declara que tiene ilusión, ganas y fuerza. Otra vez. Me atrevería a afirmar que ser tan predecible hará ganar a Susana Díaz en las elecciones. No es broma.

 

¿Por qué ganó el PNV en Euskadi, por ejemplo? Los mensajes de ensoñación, o de tinte heroico, pueden mover a las masas en caso de desastre o deficiencias tan claras como las que, dentro del PSOE, provocaron los que derrocaron al primer Pedro Sánchez. Sin embargo, en épocas de incertidumbres y amenazas, el condicionamiento más fuerte es el temor, es evitarlas. Díaz lo sabe. No en vano ha anunciado que el paro bajará en Andalucía de las 800.000 personas. Lo sabe porque ya está cerrada la estadística. Un poco al estilo Rajoy cuando hace de vidente. El martes lo confirmamos, pero en realidad no tiene nada que ver con su continuidad como dirigente de un partido.

Tiene que ver con su deseo y necesidad de ganar las próximas elecciones, como cualquier político en ejercicio. Hemos llegado hasta aquí, atravesado lo más oscuro de la crisis, y su partido sigue gobernando en Andalucía. No le queda otra que vender continuidad, el aburrimiento que procede de la seguridad. Unas gotas de revolución la aportarán sus leales juventudes, pero en la línea de soy rebelde y asesor municipal al tiempo. Creo que el socialismo andaluz tiene mucho que cambiar en su interior y, después, más todavía donde gobierna. Un ejemplo es lo que comentaba antes, esas salidas de un cargo para acabar en otros cuya existencia desconocíamos. Pero bueno, es momento de volver al letargo.

 

*Javier Menezo es Abogado. Letrado del SEPE (INEM). Militante de base del PSOE

@javimenezo