Cádiz

Testigos de las manifestaciones, protestas y violencia en los puentes y en las calles de Cadiz, esta pasada semana. Dedico esta columna a reflexionar sobre esos hechos.

Como en otras ocasiones de nuestra historia, han tenido que ser los gaditanos quienes les canten las cuarenta por tangos a la nueva progresía podemita.

Lamentable y ridículo que Zoido prometiera una ley que impediría en el futuro desigualdades salariales con policías autonómicas.

En Andalucía, por tanto, aún queda lejos la igualdad laboral. Otro campo de trabajo para el nuevo inquilino en la presidencia de la Junta.

Seguro que en este país no faltarían voluntarios. Por estas y otras razones el rescate de Julen es un fracaso aunque no haya nadie a quien responsabilizar.

Recomiendo a los amantes de la naturaleza, de la tierra, de la cultura que visiten estos parajes, que disfruten de una atmósfera y biodiversidad sin igual.

El fortín de Ocuri no pasó desapercibido para los generales cartagineses y allí establecieron un punto estratégico para proteger su avance.

Hasta el alcalde de Cádiz, Kichi, de incomparable alcurnia podemita, en un insólito ataque de pragmatismo, priorizó proteger el pan de las familias.

Ante todo la República. Pero apoyemos los contratos conseguidos a través del inviolable rey Borbón. ¡Dignidad, ante todo dignidad!.

No vale, Kichi. Lo siento, y te entiendo humanamente. No vale, Susana. En mi juventud, la izquierda hacía propuestas universales.