Ciudadanos

Albert Rivera comenzó hablando como un socialdemócrata, actuando como un liberal y aparentando un conservador. Casi nada.

Seis meses levantando alfombras, abriendo cajones y sin ver un fiscal acercarse a las dependencias de la Junta ni a preguntar la hora.

Una intervención poco medida en la Consejería de Empleo, destapa la omertá que PP y PSOE mantienen sobre corrupción y de la que ya habló Mercedes Alaya.

Don Casado conoce bien el estilo y el quehacer de la señora condesa. Por eso ha elegido portavoz a una marquesa.

En este momento de interregno entre los dos Plenos del Congreso, quisiéramos plasmar algunos breves apuntes a vuelapluma.

Sería milagroso que se llegara a la concertación del PSOE y Ciudadanos (C’s), para investir a Sánchez por mayoría absoluta en el congreso de los diputados.

Cuando Ciudadanos apuesta por la adscripción liberal, está abandonando la idea de desplazar al PSOE del centro-izquierda.

Estamos ahora mismo inmersos en una de esas dramáticas olas de calor que, al menos en Andalucía, se vienen repitiendo casi todos los años.

El verdadero peligro para este país se llama Ciudadanos, porque en el PP sabemos desde hace lustros cómo se las gastan y los de Vox no engañan a nadie.

La Casta confunde las autonomías, herramientas para mejorar la eficacia de las políticas públicas, con sus cargos, con gestionar ellos sanidad o educación.