Soraya Sáenz de Santamaría

Después de su paso por la Euro cámara, alguien sabría decirme la aportación política de Teresa Jiménez Becerril? Nada, o mejor dicho, nada de nada.

La erótica del poder, llevada a su extremo, es tan perjudicial como el poder de la erótica.

Da la sensación de que si pudiésemos volver hacia atrás con lo que ya conocemos, Rajoy y su gobierno volverían a actuar de la misma manera.

Falta en la Sala la declaración del Vautrin de Honoré de Balzac, que es muñidor de las tinieblas del Estado.

Presidente y vicepresidenta han vuelto a la vida civil llevándose el plasma, el bolso y el paracetamol con ellos.

Sí al final eres candidato y te cubre el manto de la derrota, procura llenar las maletas de los traidores y amigos que te han llevado a esta situación.

Los partidos políticos españoles se sienten a gusto con un sistema autonómico que les permite colocar a los familiares, amigos, y practicar la corrupción.

Finalizada la primera vuelta ya habían ganado el partido, los pésimos jugadores Bendodo, Sanz y Moreno de la mano callada y oculta del Campeón Arenas.

La unidad no es un argumento válido solo para asegurarse el poder uno mismo. ¿O es que acaso la unidad no es posible si es otro quien gobierna el partido?

Si Casado ganase, se daría la coincidencia de que Moreno estaría en las mismas condiciones de ‘fraternidad’ respecto a su líder nacional que Susana Díaz.