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Teatro y democracia

Las elecciones. Esto sí que es, señoras y señores, el gran teatro del mundo, y no por la naturaleza de este proceso democrático, sino por los actores que representan la función

Opinión / MARIA J. CASTAÑEDA.- “Señoras y señores, la representación va a comenzar, si es que las elecciones lo permiten. Desconecten sus celulares o teléfonos móviles, saquen la batería, hagan lo que sea, pero por favor dejen de joder durante la representación, ya está la cosa bastante jodida. Les recordamos que está completamente prohibido consumir dentro de la sala bebidas alcohólicas, sustancias psicotrópicas y no se les ocurra tomar comida, si huelen a comestible los músicos son capaces de abalanzarse sobre ustedes y devorarles…el bocadillo. Les aconsejamos que no dejen su maleta, equipaje de mano o bagaje cerca del patio de butacas. Como saben, el IVA no bajará a por él, sin embargo ellos no tendrán ningún problema en hacerlo… Y… Acá hay mucho muerto de hambre. Si hay algún crítico en la sala, desde acá queremos enviarle un saludo. Nada más, gracias y esperamos que disfruten de este… espectáculo.”

Con este texto, a modo de radiofonía cómica locutada al más puro estilo del clásico radioteatro argentino,  comienza el Psicodrama Musical Paulina A Secas, que tendrá lugar, si es que “las elecciones lo permiten”, el 21 de noviembre en el Teatro de Mairena del Aljarafe. Una obra realizada por la compañía de teatro independiente Teatro del Gallinero, de la que Jorge Dubarry y la que les habla somos creadores. Y ¿Por qué no hablarles de nuestra propuesta? Precisamente es lo que andan haciendo todos los partidos políticos incansablemente en estos días, intentando convencernos, de que son mejores actores que los propios militantes y ejecutantes de esta apasionante y denostada profesión. La diferencia entre el discurso de Paulina A Secas y el resto del discurso político, es que… a este último se le nota la mentira, no han adquirido aún el suficiente dominio escénico como para que los profesionales de las artes escénicas nos demos cuenta que mienten como bellacos.

Y es que este va a ser el año de nuestras vidas. La nueva política tiene una gran oportunidad, la de cumplir nuestras expectativas. Y la antigua y retrógrada declamación ya no se lleva para nada. Ahora preferimos ver en los escenarios obras frescas de nuevos creadores que nos hagan reflexionar sobre la realidad que hemos articulado creativamente. Y claro…Paulina lo tuvo crudo para cerrar fecha de actuación de cara a final de año, ya que, como todos saben, el próximo 20 de diciembre algunos de nuestros maravillosos y grandilocuentes teatros, que fueron construidos por la Junta y que actualmente permanecen la mayor parte del tiempo cerrados, serán escenario del mayor espectáculo de este año:

Es por esto que pregunto por qué no dejan el espacio SAGRADO del TEATRO para realizar eso que hacemos algunos, contar historias, y ,las elecciones ocupan espacios como…que se yo…las Iglesias que en Andalucía hay muchas

“Las elecciones generales”, esto sí que es, señoras y señoras el gran teatro del mundo, y no obviamente por la naturaleza de este proceso legítimo y democrático de elegir a nuestros líderes, sino por los actores que representan esta función. En el reparto de esta gran obra teatral llamada DEMOCRACIA encontramos  a un PP absolutamente casposo y sinvergüenza, a un Podemos que ha sacudido a la izquierda, a una Izquierda Unida con los enemigos metidos dentro del propio partido, a un Ciudadanos cuya propuesta estética no va mal aunque el contenido pertenezca más al terreno del devora CAPITALISMO… y a una UPyD que… pues eso… UPyD. Con este reparto el show está garantizado, porque, aunque este sea seguramente el curso político mas apasionante, incierto y convulso que ha vivido la DEMOCRACIA desde la transición, a los actores parece ser que les falta VERDAD. Es por esto que pregunto por qué no dejan el espacio SAGRADO del TEATRO para realizar eso que hacemos algunos, contar historias, y las elecciones ocupan espacios como… qué sé yo… las iglesias, que en Andalucía hay muchas y son bien grandes, total, no creo que a Dios le moleste que la gente vaya a ejercer su derecho a voto a su templo. Sin embargo, a nosotros los creadores nos jode sobremanera que nunca podamos utilizar estos espacios para autoemplearnos y seguir adelante y sin embargo sean utilizados para representar obras donde los protagonistas, salvando algunas nuevas incorporaciones, deberían dejar ya de hacer teatro y ponerse a trabajar en serio.

La Sufragista