The news is by your side.

Todos los nombres

No sé si Susana tiene la lista en el cajón o si podría tenerla dentro de un rato, tras un telefonazo a un tercero.

 

Pues sí, votaremos. Votaremos dentro de muy poco, el dos de diciembre, por voluntad expresa de nuestra Presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Pondremos la papeleta en la urna, una vez más, y a ver.

La papeleta, que de eso va este artículo. ¿Se ha fijado usted, de otras veces?Unas siglas, el avatar del Partido elegido y una lista de nombres, del primero al último. Y ahora, pregúntese, en esta intimidad de la lectura: ¿cuántas veces empezó a leerse los nombres de la lista? ¿Una, dos, ninguna? Y, de las veces que la leyó, ¿cuántas veces llegó hasta el final? ¿Pasó usted del cuarto nombre, por ejemplo

Le confesaré mi verdad: en las contadas veces que fui a votar, me perdí un poco en la mesa donde están las papeletas. Todas las papeletas con todos los nombres, como el título de la novela de Saramago. Empecé todas las listas, por si me sonaba algún nombre. Los cabezas de lista sí, claro. Luego, alguno más. Algún tercero o tercera, por casualidad. Después, una retahíla de desconocidos. Podían haber cogido a los mismos para rellenar PP o IU. El resultado habría sido el mismo: perfectos desconocidos.

Traigo a colación un extracto del que considero un excelente artículo de Lourdes Lucio en ElDiario acerca de la calidad de nuestros parlamentarios– del Parlamento de Andalucía, pero podría decirse lo mismo de nuestros diputados al Congreso -:

 

Ramón Vargas-Machuca, catedrático de Filosofía Política de la Universidad de Cádiz y exdiputado constituyente (PSOE), discrepa. «Desde hace mucho tiempo se ha impuesto un régimen de socialización política que demanda una selección inversa o reclutamiento negativo de las élites y aparatos políticos. De ese proceso resulta la figura del político rampante. Y es que, si ejercer de político profesional deviene el mejor modus vivendi que alguien tiene al alcance, la lucha por la supervivencia política se convierte en el interés principal de muchos de los que se dedican a esta actividad y termina volviéndose muchas veces en una lucha atroz».

 

Pero, pese a lo que se pueda intuir, no está leyendo usted un artículo dedicado a plantear lo deletéreo de las listas cerradas para la Democracia. Mucho hay escrito acerca de ello, y poco iba uno a añadir con estas líneas.

 

Lo tóxico de las listas cerradas en la tesitura andaluza del dos de diciembre es lo siguiente:

Usted acaba de oír hablar del empleo irregular de dinero público en burdeles y otras cuestiones hace unos ocho años o así a través de un engendro llamado FAFFE, felizmente finiquitado.

El presunto máximo responsable de las irregularidades, Villén, acaba de comparecer ante la jueza, aceptando lo innegable, cariacontecido y avergonzado. A ver… Confrontada ante lo innegable – y van dos -, Susana Díaz comenta acerca de lo repugnante, hace la pinza sobre la nariz, a ver si escampa la tormenta y le permite hacer buen uso del dineral que le acaban de dar en Madrid para enjugar su red clientelar, de cara al dos de diciembre.

“Mis criaturas olvidan pronto”, debe decirse, pensando también en su veraneo en el resort de lujo de Chiclana.

 

Sin embargo, ni Villén ni nadie nos dice quién o quiénes eran sus compañeros de presuntas correrías en los burdeles pagados con los dineros de todos los ciudadanos.

 

Susana Díaz es una mujer con sus limitaciones, pero no son estas, particularmente, el conocimiento de la vida del partido y de quién es quién, al respecto. Ha construido su carrera con ello y, más importante aun, con ello ha destruido la de otros. Cabe imaginar – y solo digo cabe – que tiene un conocimiento preciso, al dedillo, de esa lista de la infamia.

Comprendo que la gestión de dicha lista es asunto delicado, al menos desde un punto de vista legal. Airearla conllevaría repercusiones personales y profesionales nada desdeñables. Divorcios, daños a la imagen personal, posibles despidos o mermas económicas considerables… Imagínense que está en esa lista alguien cuyo modus vivendi vaya ligado al catolicismo practicante.

Pero no presentarla al público también tiene sus consecuencias. En este momento, varias personas que hubieran participado en aquellas orgías podrían estar en activo en la administración y manejar presupuesto. Podrían incluso tener puestos en áreas críticas, vinculadas al menor o la mujer, o tener previstas entrevistas de trabajo a puerta cerrada con su hija o su mujer. Esta tarde o mañana. Un putero conocido. Un putero tapado. Piénselo.

 

Insisto en que no sé si Susana tiene la lista en el cajón o si podría tenerla dentro de un rato, tras un telefonazo a un tercero.

 

Pero también me puedo imaginar que la puede frenar el hecho de que este o aquel, el otro o el de más allá de los puteros de la FAFFE, ante la mera posibilidad de verse expuestos a la luz del día, le hagan saber a Su Majestad de la existencia de pruebas de escándalos mayores bien guardados que darían al traste con su carrera política. Y la de todo un sistema de gobierno – “el régimen” -, dicho sea de paso.

En este póker de secretos, en alto las cartas, lo único que usted tiene claro son las papeletas del dos diciembre. La mesa de las papeletas, como le decía al principio. Y ahí escritos, “Todos los Nombres”, como en la novela de Saramago. A ver si usted pone la mano en el fuego que este tipo o aquel de los que van en las listas no participó en las bacanales de los burdeles del Don Ángelo y los demás, con su dinero y el de todos los ciudadanos.