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Un Rey decente

Jose Manuel Sanchez Fornet
José Manuel Sánchez Fornet*

Ha sido noticia una historia que era muy conocida en círculos policiales, periodísticos y en una parte importante de la opinión pública (una amiga de las redes sociales decía ayer en un grupo de WhatsApp que recuerda hace muchos años a su padre, albañil, diciendo “esa es la amiga del Rey” cuando Bárbara Rey salía en TVE), aunque los medios de comunicación no lo habían difundido. La noticia es el posible uso de fondos reservados para ocultar veleidades emocionales, o simples querencias de la carne, del rey emérito de España.

 

LA MONARQUÍA Y EL REY

La Monarquía es un régimen hereditario de padres a hijos, que ostentan la máxima jefatura del Estado en uno o varios países, generalmente sin poderes ejecutivos, y a los que hay que exigirles cumplimiento de las leyes, ejemplaridad y respeto a la ciudadanía, que no súbditos, pues el viejo sistema de reyes con plenos poderes afortunadamente no se corresponde con la sociedad actual.

La historia de España está plagada de reyes que ejercieron su tarea con mayor o menor acierto. Los periodos históricos sin reyes son muy cortos y siempre fueron convulsos; la Monarquía, en su relato histórico, se ha relacionado por una parte importante de la ciudadanía con el patriotismo, pasando a formar parte a través de la educación del acervo cultural de una parte importante de la sociedad, en cuyo subconsciente además se relaciona su existencia con periodos y gestas gloriosas de esa España imperial que descubrió y evangelizó un continente y en cuyos territorios nunca se ponía el sol. Con esos antecedentes y la derrota de la II República por un golpe de Estado con levantamiento militar que condujo a una guerra y a una dictadura de casi 40 años, el dictador decidió que la mejor forma de perpetuar su memoria y sus actos en la historia del país era restableciendo la Monarquía, y lo hizo mediante una ley de Sucesión, eligiendo a Juan Carlos de Borbón, hijo mayor del portador de los derechos dinásticos, D. Juan de Borbón, legítimo heredero de la casa de los Borbones.

El joven Juan Carlos de Borbón fue nombrado heredero de la jefatura del Estado de España a título de rey contra el criterio de su padre, que solo cedió los derechos dinásticos después de muerto el dictador, siendo ya rey su hijo y en un sobrio y hasta ridículo acto desde el punto de vista de la transición dinástica en un régimen monárquico.

 

El joven Juan Carlos de Borbón fue nombrado heredero de la jefatura del Estado de España a título de rey contra el criterio de su padre, que solo cedió los derechos dinásticos después de muerto el dictador.

 

Juan Carlos de Borbón, casi desde el principio de su reinado y singularmente desde su actuación el 23 de febrero de 1981, ha gozado de la simpatía de una amplia mayoría de la sociedad española, de la máxima protección legal en nuestra Constitución que señala su inimputabilidad, y ha sido también protegido por sectores empresariales, poderes fácticos y medios de comunicación, además de por los dos partidos políticos que, junto con la Monarquía, conforman la estructura del actual sistema político desde el bipartidismo, el conservador PP y el progresista y republicano (en teoría) PSOE, que actúan partiendo de la premisa de que el descrédito del monarca y de la institución que representa podía conducir el país a situaciones de inestabilidad que podrían acabar desembocando en el debate Monarquía-República, que consideran peligroso, o en la resurrección de los viejos demonios independentistas que, como se observa en Cataluña, ya han despertado.

Nuestro primer rey tras Franco gozó de tanta popularidad como estrepitosa ha sido su caída ante la opinión pública en los últimos años de su reinado, singularmente a raíz de su caída de madrugada que le provocó una rotura de cadera, accidente ocurrido tras llevar varios días de cacería en África, acompañado por Corinna zu Sayn-Wittgenstein, su acompañante de los últimos años, coincidiendo con la implicación de su hija Cristina y su yerno Urdangarín en un caso de corrupción.

 

Y si hay algo que se puede decir del rey anterior es que su mandato está lleno de sombras, de dudas que han sembrado, con más o menos razón en libros y filtraciones.

El relevo dinástico en la figura de su hijo no tardó en llegar ante su pérdida de apoyo en la sociedad, pero el actual rey puede ser víctima de los errores de su padre si estos se ocultan con la opacidad habitual aplicada hasta ahora, y la opinión pública puede llegar a percibir que esto de la Monarquía es una pantomima de personas irresponsables que hacen de su capa un sayo.

La pérdida de credibilidad del padre afectaría al rey actual, y si hay algo que se puede decir del rey anterior es que su mandato está lleno de sombras, de dudas que han sembrado, con más o menos razón en libros y filtraciones mandos militares, periodistas y políticos, que rara vez han traspasado las redacciones de los medios de comunicación, cuyos empresarios han protegido al monarca con un muro de silencio sobre sus actividades. Quizás sea el momento de arrojar luz sobre todas las sombras de dudas del rey emérito y que el rey actual disponga de la posibilidad de gestionar su reinado sin heredar ninguna sombra del mandato de su padre.

¿UN REY EJEMPLAR?

Imposible abordar aquí las sombras que se han arrojado –sean ciertas o no- sobre el rey emérito, pero un resumen recogido de lo más importante (o grave) escrito en libros y noticias nos llevaría a preguntar sobre lo siguiente:

La muerte del hermano del rey emérito en Portugal, sobre lo que se han escrito varios libros con distintas teorías, entre las que se cuenta que el padre del rey le hizo jurar sobre el cadáver de su hermano que no había sido intencionado; que no hubo autopsia; que el calibre (22) del arma del accidente no es suficiente para perforar la frente y que el disparo entró por un orificio de la nariz, o que el accidente se produjo después de un desencuentro entre D. Juan y su hijo Juan Carlos, en el que el heredero de la Corona amenazó al mismo con desheredarlo y descargar su derecho dinástico a la sucesión en su hermano menor, que resultó muerto en el accidente.

La retirada del ejército español del Sáhara y la muerte de miles de ciudadanos españoles allí residentes, que confiaron en la promesa del futuro rey de que el ejército los defendería para retirarse precipitadamente pocos días después.

Las noticias existentes en la red sobre la joven Sandra Mozarowsky, actriz en ciernes que con 17 años falleció el 14 de septiembre de 1977, al caer desde la terraza de la tercera planta de su vivienda, y que en algunas informaciones sobre su muerte es citada como “la amiga del rey”. En el momento de su muerte estaba embarazada.

Las noticias sobre el uso de fondos reservados para pagar el silencio de Bárbara Rey hoy de plena actualidad.

Si tuvo conocimiento y participación aunque fuese como inductor intelectual, en el 23F, sobre lo que se ha escrito ya en diversos libros sin que los argumentos contenidos en los mismos hayan sido desmentidos.

Si tuvo conocimiento de los manejos económicos de su hija Cristina y su yerno Urdangarín en los asuntos ya enjuiciados y pendientes de sentencia.

Si hay otras cuentas abiertas en Suiza por agentes de seguridad del Estado español para alguna otra señora con la que haya tenido relación física y/o emocional en fechas más recientes.

Si ha percibido comisiones importantes por el desempeño de su labor como jefe del Estado español, si el fallecido Manuel Prado y Colón de Carvajal gestionaba sus dineros, y si esos dineros son de procedencia lícita.

Sobre el origen de su fortuna, completamente opaca, pues es sabido que llegó al poder siendo pobre de solemnidad y el nivel de vida que ha llevado en sus actividades particulares durante su mandato y el que lleva ahora, precisa de una acomodada situación económica que se desconoce cómo pudo conseguir.

 

Personas que conocen el funcionamiento del Estado dicen que todos los presidentes del Gobierno disponen de una caja fuerte en su despacho que tiene siempre 60.000€ a su disposición.

 

España tiene mucho que aprender y mucho que cambiar. Personas que conocen el funcionamiento del Estado dicen que todos los presidentes del Gobierno disponen de una caja fuerte en su despacho que tiene siempre 60.000€ a su disposición; que cada día, al abandonar el despacho, una persona encargada de ello (siempre elegida de confianza por cada presidente) revisa dicha caja y repone el dinero que falte, si falta, con cargo a fondos reservados, sea cual sea la cantidad utilizada y sin necesidad de explicación por parte del presidente. Dichos fondos pueden ser para incentivar a colaboradores cercanos (seguro que el que repone el dinero se beneficia de ello y así tiene una razón de peso para no contarlo nunca) o para el propio presidente, y puede ocurrir lo mismo en la Casa Real, en Interior (Policía y Guardia Civil), Defensa (los tres ejércitos), CNI, policías autonómicas… lo que viendo como ha funcionado en Interior el uso de los fondos reservados da para pensar que algo no funciona bien.

Mientras policías y guardias civiles morían por deficientes medidas de protección y seguridad el ministro de Interior regalaba joyas a esposas de mandos policiales y medallas rojas con pensión a los maridos, a la vez que condenados por pertenencia al GAL declaraban que habían participado en el traslado de camiones de dinero (en pesetas) a Suiza, aunque después de años de cárcel al salir no han querido contar lo que saben “porque puede ser peligroso”. Con estos antecedentes en Interior, cualquier historia que tenga que ver con la impunidad y el abuso del poder de quienes lo ostentan sin control alguno debe ser tenida en cuenta.

 

Hay quien puede pensar que las noticias sobre el rey emérito podrían ser ‘el 23F’ a favor del nuevo Rey, promovido desde servicios del Estado que han protegido durante su mandato al rey anterior, y que ahora pretenden dañando su imagen contribuir a que se consolide el prestigio del actual.

 

Una persona es decente o corrupta, canalla o digna, con independencia de su cuna, riqueza, profesión o cualquier otra condición personal o social. Hay personas dignas y/o canallas en todos los estratos sociales, en las chabolas y en los palacios y altas instituciones del Estado y en España no existen controles para que quienes siendo canallas ostentan mucho poder no puedan hacer un uso abusivo del mismo.

Hay quien puede pensar que las noticias sobre el rey emérito podrían ser ‘el 23F’ a favor del nuevo Rey, promovido desde servicios del Estado que han protegido durante su mandato al rey anterior, y que ahora pretenden dañando su imagen contribuir a que se consolide el prestigio del actual, operación que podría hacerse con o sin conocimiento de Felipe VI. Hay personas muy inteligentes dedicadas en exclusiva a analizar la situación de la institución monárquica y a plantear estrategias para protegerla, cuentan con los medios necesarios para conseguir sus objetivos, y actúan pisando las alfombras de palacios o actuando desde las cloacas. En España ha habido mucho tráfico en las cloacas y en las alfombras palaciegas y muy poca información veraz a la ciudadanía para que disponga de los elementos de juicio que le ayuden a formarse una opinión con la que participar en el destino de su país. Eso en definitiva es una democracia.

 

José Manuel Sánchez Fornet es  Portavoz del Observatorio contra la Corrupción. (Policia y ex Secretario General del SUP)