Sé que hay amigas, y algún que otro amigo, que me están esperando hace días. Esperando a que salga con la ametralladora de la palabra a cantarle las cuarenta a unos cuantos. A los que se han pasado muchos pueblos con la discusión sobre las cabalgatas y las reinas magas, amén de algún otro impresentable y machista rifirrafe en las redes sociales a cuenta de los exabruptos de la peña de siempre.
Feminista como soy, se frotaban las manos pensando la andanada que iba a soltar por estas líneas. Pues temo defraudaros pero va a ser que no. Ante tantas burradas como he podido leer y oír, la indiferencia es la mejor de las respuestas. No voy a engrosar semejante gallinero, que tenemos problemas mucho más gordos en este país como para andar perdiendo tiempo y energías en discusiones sobre estéticas capilares ni en debates insulsos sobre las cabalgatas. A las posibles afectadas por lo primero les trae al pairo lo que puedan decir de ellas y sobre quienes más podía incidir lo segundo, nadie les ha ido a preguntar su opinión por las túnicas, las coronas o las barbas. Ellos en lo suyo, disfrutando con los juguetes y pillando caramelos, sin entrar a distinguir si quien se los lanzaba era Baltasar o Baltasara, que para ellos los RR.MM son los RR.MM y no se andan con más vainas.
[blockquote style=»1″]Lo que más me sorprendió de Iñaki Gabilondo no fue su sinceridad, ni el respeto con el que siempre habla, sino lo poco que tardó en reaccionar la presidenta vía Canal Sur Radio.[/blockquote]
Dicho esto y como aún me queda espacio en esta confidencial esquina, permítanme un par de apuntes de lo cotidiano.
Para cuando escribo estas líneas, aún resuenan los ecos de la comparecencia de prensa de Mas para decir que se va, pero se queda, en un ja veurem, chi lo sa, who knows, cuanto menos curioso, y designando – a dedazo limpio- a su sucesor, en una nueva e innombrable pirueta de una CUP que firmó su propio harakiri anoche con la investidura del delfín que, por cierto, es periodista ( curiosas las puertas giratorias entre el poder y el periodismo) Veremos a ver en que acaba este vodevil.
Por otro lado, me resisto a no hacer referencia al video-blog de Iñaki Gabilondo, en la edición digital de El País, la víspera de Reyes. Menudo regalito que le dejó a “El muy partido socialista”. Al margen de que me pareciera un acertado análisis político, lo que más me sorprendió no fue su sinceridad, ni el respeto con el que siempre habla, sino lo poco que tardó en reaccionar la presidenta vía Canal Sur Radio. Se ve que tomó buena nota del mensaje. Lo único que me pregunto es: tomó Susana Díaz nota ¿de todo? Porque con lo que le dijo sobre las “deslealtades cercanas” yo me hubiese quedado muy, pero que muy mosca.